Argentina // 2021-02-10
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¿Presencialidad?
“Queremos llevar tranquilidad” vs “Escuelas cayéndose a pedazos”
“Queremos llevar tranquilidad a las familias”, ha reiterado el Director General de Escuelas. Desde los gremios docentes manifiestan su preocupación ante el retorno, repudian el “relato oficial” del gobierno sobre una vuelta segura a las escuelas y reclaman en las calles mendocinas por infraestructura, insumos de limpieza, conectividad y recomposición salarial.

Foto: SUTE

El SUTE se moviliza desde Parque Central rumbo a Casa de Gobierno por reclamos salariales y en repudio al regreso a la presencialidad que esta semana se inició con los y las docentes en las escuelas.

Desde el gremio de trabajadores de la educación han resaltado la inviabilidad de retomar las clases de manera presencial ante el estado edilicio deplorable de muchos edificios escolares. Si bien, desde el gobierno garantizan las condiciones acordes

“Queremos salarios dignos, escuelas en condiciones edilicias y sanitarias en las que ningún trabajador y ningún estudiante ponga su salud en riesgo. Queremos más recursos”, manifestaban desde el sindicato en la convocatoria a la caravana que partió pasadas las 18.00 hs del parque céntrico.

A su vez, los docentes reclamaban: “Queremos menos discursos por los medios y más acciones. Queremos que en los hechos la educación empiece a ser una prioridad”.

Con el retorno de los y las docentes a las escuelas esta semana, desde el SUTE denunciaron la falta de inversión en los colegios y el riesgo que representa retornar a las aulas en tales condiciones.

Tras recorrer varios colegios, a modo de muestra, desde el gremio dieron cuenta de: anegamiento de patios y aulas, techos rotos, techos caídos, sistemas eléctricos dañados, baños sin sanitarios, pérdidas de gas, paredes trizadas y falta de agua

Si bien, desde el gobierno escolar adelantan que las condiciones están dadas para el 1 de marzo volver a la presencialidad con los problemas de infraestructuras resueltos, consignaron desde el SUTE, que no hay condiciones epidemiológicas ni sanitarias para hacerlo.

Graciela es profesora de educación media y secundaria. Tiene varias horas en distintos establecimientos. Consultada sobre cómo vivió esta primera semana, la docente cuenta a Babel: “Trabajo en 3 escuelas, y en 2 de ellas no tenemos posibilidad de asistir porque no están las condiciones sanitarias”.

“En una, porque no hay agua, se robaron la bomba hace más de un mes. La otra, la Borghi, la incendiaron. Sólo voy a asistir a la tercera y recién me toca ir el viernes”, menciona sobre su experiencia en este incipiente reinicio.

Javier es maestro de primaria en una populosa escuela de Las Heras. Javier comparte: “Tenemos ganas de estar con los chicos, de compartir con ellos, porque es invaluable, para ellos y para nosotros”

Pero… “Esa sensación se choca con la desazón, porque no encontramos respuesta, no hay política educativa acorde a la situación, no tenemos directrices. No nos han dicho nada, estamos al empezar y todo se está por ver”, repasa con pesar Javier.

Además de esa desazón, Javier enumera: “Las escuelas están cayéndose a pedazos, mi escuela está quebrada por todas partes, tenemos pérdidas de gas, un par de aulas que se llueven mal, y no tenemos respuestas”.  “Vamos a ciegas a dar clases. Está todo tomado de los pelos”, señala.

Ana enseña en pre-jardín, en una escuela en el Guaymallén profundo. Este lunes asistió a la escuela, tuvo algunas palabras de bienvenida de la directora, una reunión organizativa, se enteró de los pocos insumos y productos de limpieza que la escuela pudo adquirir tras el depósito de fondos que hizo la DGE el año pasado.

“Todo es poco para la cantidad de movimiento que hay una escuela. Prevén turnarnos en días intercalados”, resume Ana. En esa escuela de Guaymallén, foco de robos sistemáticos, no hay agua, por eso Ana fue a la reunión informativa y plausiblemente, se reincorporaría este jueves.

El SUTE elaboró, tras recabar información y relevar edificios escolares, un informe epidemiológico propio que da cuenta del riesgo social y sanitario que representaría el regreso a la presencialidad. Establece una especie de semáforo epidemiológico, de acuerdo a distintas variables, determinando alertas: roja, amarilla y verde.

El área Metropolitana y el  Valle de Uco, según el análisis del SUTE, presentan un alto riesgo -rojo- de niveles de transmisión. La Zona Este y el Sur un riesgo medio -amarillo-. El gremio docente advierte: “El análisis del riesgo epidemiológico debería ser constante de parte del gobierno para una toma de decisiones responsables y científicamente fundamentadas”.

“En cambio, ha primado una decisión política improvisada y cuyos objetivos distan de priorizar los derechos a la educación y al cuidado de la salud de la comunidad toda”, evalúan desde el SUTE. Además, el Caravanazo de la tarde de hoy invoca los reclamos por paritarias libres, recomposición salarial, sumándose a la demanda permanente de presupuesto para infraestructura educativa.

Por su parte, SADOP, el sindicato de docentes privados, también analizan esta vuelta a las escuelas como un alto riesgo, innecesario, hasta tanto no se cuenta con una vacunación efectiva. “Esto es mandar a docentes y estudiantes a la línea de fuego”, cuestionó Ester Linco Lorca, su secretaria general.

Ayer se desarrolló una jornada nacional convocada por Juntos por el Cambio, de la que Mendoza no estuvo exenta. Actores del arco político oficialista, entre intendentes, legisladores, referentes partidarios se citaron en Plaza Independencia bajo el lema: “Volvamos a las escuelas”.

Quien fue parte de esa comitiva, convocante a volver a las aulas, fue el presidente de la Cámara de Diputados de la provincia, el radical Andrés Lombardi: “Oponerse a la presencialidad, como han manifestado los gremios de la educación SADOP Y SUTE, es una excusa para no volver a las escuela”.

Desde la DGE, por su parte, informaron un exitoso retorno a la presencialidad en esta primera etapa. Daban cuenta, oficialmente, que unos 20.000 estudiantes, de “trayectorias débiles”, pisaron la escuela después de un año. El propio titular de esa cartera, José Thomas, visitó varios colegios de cabecera en Maipú, Guaymallén, Godoy Cruz y Ciudad.

En ese contexto, Thomas declaró: “Para la educación mendocina es un día de felicidad absoluta y también de gratitud hacia los docentes. Para mí, ver ese patio, con el izado de la bandera, fue muy emotivo. Hoy hay 160 alumnos de 800, y en estos días van a pasar más de 200 chicos”.

Sobre lo edilicio, el funcionario declaró que la DGE trabaja para que el 100% de las escuelas estén operativas desde lo epidemiológico: “Es decir: que tengan agua, que no tengan problemas de cloacas, que no haya problemas de baño, de ventilación, etc., porque los problemas de infraestructura escolar no se resuelven en un año, llevan tiempo”, afirmó.

“Queremos llevar tranquilidad a las familias”, ha reiterado el Director General de Escuelas. Desde los gremios docentes manifiestan su preocupación ante el retorno, repudian el “relato oficial” del gobierno sobre una vuelta segura a las escuelas y reclaman en las calles mendocinas por infraestructura, insumos de limpieza, conectividad y recomposición salarial.


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