Columnistas // 2021-01-18
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Mendoza y los desafíos económicos a resolver
El economista analiza el panorama provincial.

Foto: Aristegui noticias

Los datos del Censo Nacional de 2010, informaba que la Provincia de Mendoza era la quinta población (4,3%) de los 24 estados provinciales. El Producto Bruto Geográfico (a valores constantes) per cápita era de $ 7.627 y su comercio internacional aportaba el 2,5% del total exportado por el país medido en dólares FOB.

 

La plataforma económica productiva provincial parecía compatibilizar objetivos estratégicos nacionales con las premisas del agro y la industria local, esa conjunción le otorgaba un lugar relevante en el contexto nacional y le adicionaba una mayor participación en los debates de desarrollo económico territorial.

 

Los recientes datos macroeconómicos de Mendoza exponen un paulatino declive de su estructura económica-productiva. Una de las consecuencias de tal estado de situación es una menor capacidad de repuesta antes eventos extra-económicos como el Covid-19. El comercio exterior mendocino al cierre de 2019, representaba el 2,2% del monto total exportado por Argentina y el PBG per cápita en dicho año es $ 6.985, que representa un 0,9% menor al valor registrado en 2010.

 

Los nuevos trabajadores del mercado laboral mendocino no tuvieron una respuesta adecuada por parte de las empresas privadas, la precarización laboral se ha profundizado, la caída del salario real se agudizo, por lo tanto el consumo de bienes y servicios se segmento en función de la categorización de los trabajadores (formales e informales), una creciente urbanización sin estrategia de servicios básicos y ambientales determino ineficiencias y erogaciones adicionales mayores a las proyectadas por parte de las autoridades municipales y provinciales.

 

El modelo industrial mendocino, básicamente la metalmecánica comenzó un proceso de desacople con la industria vitivinícola y petrolera a partir de la internacionalización de la primera y la perdida de dinámica de la segunda. La minería tradicional hasta la fecha no logro despegarse de las malas referencias de las explotaciones a cielo abierto que contabiliza innumerables críticas a partir de las experiencias internacionales en los procesos de producción vigentes. El sector turístico y sus empresas colaterales que hasta 2019 registraban un sendero de consolidación operativa y posicionamiento en la oferta a nivel nacional e internacional, en 2020 sufrieron un golpe de knock up y sus consecuencias aún son impredecibles.

 

Donde y que mirar del mundo

 

La velocidad y volumen de los cambios registrados a nivel mundial, con impacto en las economías en desarrollo/emergentes ponen en evidencia la necesidad de configurar un esquema de análisis, evaluación y definición de los objetivos del estado provincial ante eventos de estas características que en el mediano y largo plazo impactan en las cadenas productivas y comerciales locales.

 

The Economist, la publicación con muchos adeptos en el poder financiero global en su edición especial de fin de año (noviembre de 2020) señala a modo de predicción eventos de índole económica, social y política. En el caso del turismo, prevé una reactivación de viajes, la publicación señala que el turismo seguirá enfocado en viajes nacionales ante el temor de rebrotes y/o nuevas mutaciones del Coronavirus. Las empresas de transporte (aéreas y terrestres), como así también hoteles y complejos turísticos deberán extremar su accionar para mantenerse en el mercado.

 

En el caso de energías renovables, la revista inglesa plantea que el recientemente electo presidente de EE.UU. Joe Biden postula dejar de lado el shale oil y el shale gas y sumarse a la apuesta globalizada por enormes plantas de “energías renovables”. Esta transición tecnológica con respecto a la energía traerá aparejado grandes cambios a nivel mundial. Argentina y Mendoza deberán replantear los objetivos asignados originalmente a Vaca Muerta.

 

En 2020 la digitalización se aceleró, y hubo comportamientos tecnológicos como las videoconferencias, compras en línea y aprendizaje a distancia. En el 2021 será más claro si estos cambios se mantendrán o retrocederán.

 

A partir que el contexto económico mundial incorpore o se hagan realidad los supuestos enunciados, el gobierno provincial, las organizaciones empresariales y gremiales deberían diseñar y/o readaptar un esquema socioeconómico y productivo que pueda interactuar con un nuevo modelo de producción y comercialización a nivel global.

 

Desaciertos

 

La administración provincial ha instrumentado insuficientes medidas contra-cíclicas, y la pérdida de empleo formal e informal se incrementará, la situación refleja los problemas de liquidez que están viviendo empresas, que luego se traducirán en problemas de solvencia, quiebres y cierres, que potenciara un aumento del desempleo general.

 

En función del tiempo transcurrido con pandemia, resulta clave el apoyo a las PyMEs como una alternativa de salida a la crisis económica local. Las PyMEs contribuyen a la inclusión social y apoyan el autoempleo. Es necesario instrumentar medidas de asistencia a empresas PyMEs, como la baja de costos financieros vía subsidio estatal de la tasa de interés, inyectar o reestructurar créditos. Las empresas cuyo desempeño en la etapa pre-Covid19 eran consistente con los parámetros de solvencia económica-financiera no deberían desaparecer, sería un error de gestión política.

 

Asignar al sector privado funciones más allá de sus propios intereses es un error de políticas públicas, que requiere una estimación de las consecuencias vigentes y que hasta la fecha no se han contabilizados de forma inteligente. En el presente se ha reinstalado la discusión del rol del estado y se consolida la visión que representa stress para la gestión pública provincial, que sin el auxilio del gobierno central difícilmente hubiera logrado superar la barrera de recursos insuficientes, con graves consecuencias para la población en general.

 

La actual administración provincial deberá no solo profundizar el diseño de soluciones innovadoras dentro y fuera de las organizaciones públicas, con un enfoque más abierto y flexible. Sera necesario evitar el rezago productivo y comercial, y para ello es importante impulsar y dinamizar políticas fiscales, como inyectar subsidios como inversión y no de manera asistencial.

 

No trabajar sobre problemas específicos, buscar resultados de corto plazo y midiendo el impacto político inherente en los ciudadanos, presume un alto riesgo social, político y económico.


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