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Acusaciones desde la oposición que denuncian la arbitrariedad de Nación en el desembolso de fondos para que la provincia afronte sus obligaciones, cuestionamientos por el favoritismo para otras provincias que ponen a Mendoza en situación desventajosa para sostenerse en el día a día; son algunos de los variados argumentos que fundan la compleja y delicada situación financiera de las arcas provinciales.
El economista de la consultora Evaluecom, José Vargas, analiza que “la situacion financiera de la provincia de Mendoza es extremadamente delicada este 2020, en varios frentes”. Y detalla: “Primero y principal, lo que tiene que ver con las cuentas públicas, tributación menos gasto. Está claro que el gasto público se sigue manteniendo”.
“Donde está la mayor preocupación del gobierno de Suárez es en los salarios de los empleados públicos. Prácticamente el 55% del presupuesto provincial se va en salarios. Ahí está el principal problema que tiene la provincia”, indica Vargas.
Y expone: “Los recursos provinciales se han desmoronado de manera sumamente importante. De hecho, ya lo venían haciendo en los últimos dos años. Pero este año, producto del cese de actividades económicas y las malas perspectivas a futuro, se profundizó esta caída de manera considerable. La provincia, con lo que recauda, no tiene para cubrir ni siquiera el 30% de los gastos, por eso depende casi exclusivamente de la Nación”.
Otro aspecto que complica la situación financiera de Mendoza es el default selectivo. “Hoy Mendoza no puede acceder a los mercados financieros internacionales porque está en dafault. Cayó en default selecivo en las últimas semanas porque tomó la decisión de no hacer frente a dos compromisos de deuda que tenía”.
“Cuando decide pagar algunos vencimientos y decide no pagar otros, se entró en un default selectivo. Mendoza priorizó pagarles a los acreedores nacionales y, por ahora, evitar el pago a los acreedores internacionales. La provincia está en una situación complicada porque los acreedores no están viendo con buenos ojos la propuesta de Mendoza y esto puede llevarnos a peores consecuencias a futuro, es decir a caer en un default oficial”, explica el economista.
Y añade: “En un default total nos quedaríamos, desde el punto de vista público y privado, sin ningún tipo de financiamiento externo. Además, la provincia depende exclusivamente de los envíos de la Nación; a través de los adelantos transitorios a todas las provincias para que hagan frente a sus compromisos mensuales”.
Pero Mendoza no aparece muy favorecida en este aspecto. “Si bien en esto hay un acuerdo político entre Nación y las provincias, Mendoza se ha visto perjudicada. Hay provincias que tienen un aporte de producto bruto a nivel nacional, dentro de lo que es el PBI, mucho más bajo que nuestra provincia; tienen riquezas mucho menores que la nuestra; y sin embargo reciben casi ocho veces más por habitante que lo que recibe Mendoza”, manifiesta.
“Más allá de eso, Mendoza en los últimos días recibió un alivio por parte de la Nación donde firmó un préstamo del gobierno nacional de 1.900 millones de pesos, aunque la provincia pretendía 5.200 millones de pesos. No somos de las provincias más favorecidas por parte del gobierno nacional”, analiza Vargas.
Pero la provincia ya traía una situación extremadamente delicada desde lo financiero. Vargas se anticipó: “En marzo, antes de la pandemia, yo ya anticipaba que la provincia no iba a poder hacer frente al medio aguinaldo. Y el de diciembre será pagado pasado el primer trimestre del año que viene”.
En resumen: “Esa es la situación extrema que tiene la provincia: Va mes a mes con lo poco que puede recuadar y con lo poco que le puede llegar de la Nación para poder cumplir con sus compromisos salariales. Mendoza vive de esta forma, lamentablemente”, dice José Vargas.
Con la caída de la coparticipación, no se abren muchas expectativas. Pero además, Vargas advierte de un grave problema: Mendoza tiene niveles de endeudamiento sumamente altos, “como los 500 millones de dólares que colocó Cornejo, en su momento, cuando llevaba el primer año de gestión, y que hoy le terminan complicando la situación al gobierno de Suárez”.
Sobre este punto no menor de las finanzas mendocinas y su endeudamiento, profundiza la economista Carina Farah, quien enfoca que la situación financiera de Mendoza es necesaria analizarla en perspectiva: “No nos olvidemos que hasta el 10 de diciembre la provincia seguía el paradigma de financiamiento del gasto público que seguía la Nación, con un fuerte endeudamiento, sobre todo en el exterior”.
“Hoy la provincia tiene el peso de esa deuda en dólares, con una moneda muy devaluada y agravada por la situación de pandemia que ha hecho que caigan los recursos fiscales, tributarios, la recaudación”, menciona Farah al revisar el escenario actual, con un bagaje que impide el cumplimiento de obligaciones a corto plazo.
La economista considera que “esto claramente obedece a que la provincia tiene sus recursos fiscales mermados, por la inflación, por la caída de la actividad económica que ya venía cayendo, en un proceso de fuerte achicamiento de la economía que con la pandemia se profundiza”.
De esos magros recursos fiscales, “cada vez se llevan mayor porcentaje los servicios de la deuda que tenemos fuertemente dolarizada” señala Farah. “Eso iba a saltar en algún momento como el gran brete en el que se había metido a la economía mendocina: No solamente deuda, sino deuda tomada en dólares. Ahí está el grave peso que tenemos los mendocinos sobre nuestras espaldas”, analiza Carina Farah.