Columnistas // 2020-05-31
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Economía de Mendoza: Realidad o relato tramposo


La Provincia de Mendoza con un nivel de actividad menguada y de baja intensidad macroeconómica, enfrenta un contexto de alta incertidumbre en el cual algunos actores de la vida política y económica provincial no solo mantienen un comportamiento desafiante y contradictorio, sino que exponen una desconexión de la realidad.

Empresarios que publicaron el contenido de una carta enviada al Sr. Gobernador Suarez, postulan la reducción del gasto del estado (contratos y salarios) y beneficios impositivos a nivel municipal y provincial para las empresas, en base a un razonamiento de tipo circular que no es posible comprender sin sumergirse en su dinámica. 

La argumentación no solo busca preservar e incrementar si fuera posible los privilegios vigentes, es además un posicionamiento ideológico que prevalece independientemente que la mayoría de los postulados liberales son responsables del actual estado de situación a nivel mundial.

El presente desacople de la economía mendocina, no es atribuible exclusivamente a la pandemia, la respuesta se debe buscar un poco más allá de la presente crisis sanitaria, un breve recorrido por alguna de las variables predominantes de la economía doméstica puede explicar la dimensión de los desequilibrios causantes del actual estado de escasez, con sus efectos asociados de desempleo, descenso del consumo y endeudamiento.

Situación socioeconómica

Mendoza registra que el empleo formal (asalariados registrados del sector privado) al comparar el 3er trimestre de 2019 con igual periodo de 2015, se contrajo en 2.422 empleos, dicho número es la resultante de variaciones positivas y negativas en las catorce ramas de actividad analizadas, en el caso de las manufacturas industriales se verifica una reducción mayor que alcanza los 5.517 asalariados que perdieron su puesto de trabajo.

INDEC en su informe Mercado de Trabajo. Tasas e indicadores socioeconómicos (EPH), le asigna al Gran Mendoza una tasa de desocupación del 7,3% en el cuarto trimestre de 2019, dicho valor es cuatro puntos porcentuales mayor a igual trimestre de 2016.

En manera paralela a la perdida de fuentes de trabajo, se asocia la caída de ingresos y por consiguiente un menor poder de compra, que impacta en las ventas de supermercados. En Mendoza la estadística oficial expone que las ventas del año 2019 medida en pesos constantes fue un 20,7% menor al acumulado de 2015.
Otro indicador a destacar es el consumo de cemento portland cuyo valor en 2019 (acumulado anual) es un 9,7% menor al registro del año 2015.

Situación financiera

Mendoza en 2016 inició un proceso de endeudamiento que determina el actual estado de incapacidad para hacer frente a los compromisos de pagos asumidos. El gobierno atribuye la imposibilidad de pago a la pandemia por el Covid-19, la realidad y los datos desarticulan esa posición, cuando se verifica que el 70% de la actual deuda en dólares fue incorporada por la gestión de A. Cornejo. Anexar endeudamiento en dólares bajo un esquema de tipo de cambio flexible y sin una red de contención para la potencial volatilidad del precio del billete norteamericano, se asemeja más a incapacidad técnica que a una elaborada estrategia financiera. 

Los fondos pagados en conceptos de intereses y gastos de la deuda en el año 2015 representaban el 8,34% de los ingresos tributarios propios, esa relación en 2019 es del 24,6%, es evidente que en el periodo de los últimos cuatro años el volumen de endeudamiento creció de manera exorbitante.

Evolución económica

El Producto Bruto Geográfico (PBG), tiene capacidad para revelar avances o retrocesos en una economía, su volumen y tendencia explica claramente como ha sido la evolución de la producción de bienes y servicios finales. Mendoza registra un acumulado negativo equivalente al 4,8% para el periodo temporal correspondiente a los años 2016-2019. La conclusión inmediata, es que la economía mendocina durante la gestión del exgobernador Cornejo retrocedió, en tanto en los ochos años inmediatos anteriores (2008-2015) el PBG provincial registro un crecimiento del 11%.

La economía de Mendoza post-Covid19

El gobernador Suarez cuando asumió su cargo no desconocía la realidad del estado calamitoso de la economía local, como así tampoco le era ajeno la acumulación de vencimientos en sus cuatro años de mandato, no obstante, procuro cancelar los compromisos de pago de corto y mediano plazo con nuevo endeudamiento en dólares disfrazado como un ambicioso plan de obra pública, algo que la oposición política le negó. 

El mandatario provincial y su equipo ministerial se vieron obligados a buscar alternativas, tarea que les era difícil, hasta que apareció la pandemia del Covid-19, y les posibilito atribuir a la situación sanitaria mundial con su impacto en la economía global la causa de todos los males de la economía provincial. 

No obstante, observando más allá del actual contexto, no es difícil percibir que Mendoza sufrirá las consecuencias de una crisis de profundas alteraciones macroeconómicas. La provincia necesita elaborar una agenda consensuada en virtud de un potencial escenario económico-productivo para el día después del Coronavirus. El turismo y todas las actividades complementarias no tienen en el mediano plazo una posible recuperación independientemente de una solución parcial o definitiva de la pandemia, por lo tanto, la pérdida de puestos de trabajo es una potencial realidad. El sector petrolero a nivel internacional no logra encausar los desfasajes producción-consumo, con el agregado de una pelea para fijar posición en un mercado ultra competitivo, entre Arabia Saudita y Rusia. A nivel nacional la aplicación de un precio base al barril criollo es una solución transitoria, que difícilmente podrá sobrevivir ante cambios estratégicos de los grandes operadores. La asignación de fondos por parte del Estado a esta medida podría significar entre los 2 mil y 3 mil millones de dólares hasta fin del presente año, este drenaje de fondos también significa que las provincias productoras no registren caídas abrumadoras en sus ingresos por regalías petrolíferas.

La agroindustria provincial proveedora de productos con baja incidencia en su industrialización con excepción de la vid, deberá extremar sus controles fitosanitarios para obtener las autorizaciones de comprar en el mercado internacional, que paulatinamente incorporara medidas restrictivas en pos de beneficiar a productores nacionales como respuesta a las experiencias de la pandemia que expuso en muchos casos alta dependencia de proveedores externos. 

El cierre de las economías nacionales como respuesta a una globalización, logística y flexibilización del comercio internacional que origino incertidumbre en el acceso a determinados bienes y servicios por parte de economía desarrolladas también será política pública de países en desarrollo por lo tanto será necesario implementar herramientas de acceso y permanencia en los centros de consumo a nivel mundial que son destinos de la producción mendocina.

En el área financiera es clara la necesidad de un soporte operativo provincial que le permita a las autoridades estructurar el direccionamiento de la ayuda económica, diseñar y obtener una dinámica que, ante la ocurrencia de eventos extremos, se dé respuesta a empresas y consumidores de manera proporcional y eficiente.

Los eventos presentes le otorgaron al Gobernador Suarez correr la responsabilidad de una economía débil e incapaz hacia un evento sanitario de proporción mundial, pero la realidad indica que el camino escogido en 2016 es la única explicación de una ineficiencia de las políticas de gobierno, con un direccionamiento selectivo de beneficiarios y sin visión integral de sus posibles consecuencias.


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