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Se reveló recientemente el circo tendido en torno a la política vial de la gestión de Mauricio Macri. En medios nacionales, el actual ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, dio cuenta de lo que ya trabajadores de Dirección Nacional de Vialidad reclaman desde hace años y que el mismo Alberto Fernández denunciara oportunamente: la farsa de la obra vial durante el macrismo.
Promediando 2019, casi al final del gobierno de Cambiemos, de los 2.800 km de autopistas previstos y publicitados por el entonces presidente, se finalizaron apenas 365. De los 4.000 km planificados para el programa “Rutas Seguras”, se ejecutaron sólo 6; el 0,15% del total anunciado por Mauricio Macri.
Vialidad Nacional ha sido la joya del macrismo: por su abultado presupuesto, por la concesión de proyectos plurianuales de obras a consultoras privadas mediante decreto y por el esquema de licitación de obras bajo la modalidad PPP: Participación Público-Privada.
Desde el Sindicato de Trabajadores Viales prendieron las alarmas por la situación desde 2017. Denunciaron sostenidamente el achicamiento de presupuesto, el deterioro de rutas, la potencialidad creciente de siniestros viales y el traspaso de fondos públicos para el financiamiento de negocios privados, poniendo en serio riesgo la continuidad de las fuentes laborales.
Por su parte, desde la Federación de Personal de Vialidad Nacional, Fabián Catanzaro repasó los graves hechos que hoy salen a luz con la nueva gestión de gobierno al frente. “Esto lo venimos denunciando desde 2018, que fue donde se visitó la primera etapa de la obra pública-privada. Desde entonces ha ido sufriendo un sistemático estancamiento”, indica Catanzaro en diálogo con.
“En Mendoza lo tienen en la Ruta 40, entre San Juan y Mendoza. Si promediamos los 8 corredores visitados por Vialidad, están en 1% de avance. De los 24.000 km de rutas que tenemos bajo nuestra órbita, que no están concesionadas, sistemáticamente se han ido frenando los financiamientos para tareas en ellas”, repasa el titular de FePeViNa.
Y añade: “El 65% de las rutas está en mal estado, lo que además es un problema de seguridad vial. En otros tramos, han aumentado un 600% los peajes. Se ha favorecido a las empresas. Incluso, se posibilitó que ante ciertas situaciones las empresas puedan ir a litigar a EEUU. Similar que con los fondos buitres”.
La decisión de que la lógica privada se inmiscuya en dominio de lo público, Vialidad en este caso, quedó manifiesta cuando el 2017 se creó la empresa Corredores Viales SA, por decreto de Mauricio Macri. “Se crea destinada a la misma función que tiene Vialidad Nacional. Así el Estado no licitaba obras. Era otro mecanismo para entregar las rutas a las empresas”, explica Catanzaro.
El macrismo ejerció una lógica privada para la gestión de rutas, pero no así para acomodar a cargos jerárquicos en el organigrama de la Dirección Nacional de Vialidad. Fabián Catanzaro detalla: “En 2015, en la sede central de Vialidad, habían 4 gerencias que administraban todo el país, y alrededor de 900 personas”.
“Luego de esta gestión, se crearon 8 gerencias ejecutivas. Y más de 80 gerencias creadas: más de 50 en casa central, y unas 30 en el interior del país, secciones y subsecciones. El crecimiento es exponencial. Terminaron habiendo más jefes que empleados”, narra el titular del gremio de personal de Vialidad Nacional.
Asimismo, también da cuenta en materia salarial de los cargos gerenciales, habidos y creados. “Cuando ellos llegaron, un gerente ganaba 65.000 pesos. Los gerentes creados por ellos, en paralelo cobraban 250.000 pesos. Además, los ejecutivos que se elegían para estos cargos, estaban ligados a las empresas que licitaban”, denuncia Catanzaro.
“Todos han sido golpes a la estructura institucional de Vialidad. Nos quisieron hacer un elefante blanco, pesado, caro, burocrático, para poder pasar nuestras actividades a esta Sociedad Anónima”, manifiesta el referente sindical. A la vez, da cuenta del proyecto de derogación de la empresa Corredores Viales, que se ha presentado y por el que se han movilizado reiteradamente.
Con su trayectoria en la entidad vial del país, Fabián Catanzaro explica la patraña publicitaria de Mauricio Macri: “Publicitaban obras un 40% más baratas. Una planificación no se hace así, al boleo. Licitaban más barato porque licitaban un tramo de ruta nada más. No se licitaban puentes, señalamientos, colectoras, puentes distribuidores”.
Pero esto no queda ahí: las obras complementarias enumeradas deben hacerse sí o sí. Entonces, todo eso que no se licitaba con la obra inicial, “lo metían en lo que era una modificación de proyecto. Hoy esa modificación, nos va a salir 10 veces más cara”, revela el trabajador y gremialista de Vialidad Nacional.
“Hasta el final hicieron campaña inaugurando rutas al 60% de ejecución. De a 5 km, de a 10 km. Siempre son movidas a medias, tratando de sostener un esquema de negocios de las empresas, el eje es este. Revelan el desinterés por lo público”, expresa el secretario gremial del personal del ente.
Y añade: “Internamente, faltaron controles durante estos 4 años de gestión. Éramos la ‘joya de la abuela’, por los presupuestos que manejábamos. Vialidad tuvo una mal gestión del presupuesto, con 20.000 millones de pesos de deuda. Las empresas que saben que Vialidad no les va a pagar por ahora, despiden trabajadores, que es parte de la misma lógica”.
“El cuadro en Vialidad es complejo porque articula distintas formas de gestión de las rutas, y entre medio están nuestras funciones básicas. Entre medio hemos tenido despidos, negociaciones paritarias a la baja, cierre de nuestras escuelas técnicas en todo el país”, enumera Catanzaro, paralelamente a la delicada situación en cuanto a finanzas del ente e infraestructura vial en todo el país.