Entrevistas // 2019-10-14
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Atilio Borón
“El desenlace más probable es que termine el gobierno de Moreno”
El sociólogo y analista político consideró que la situación de Ecuador “es muy crítica” y que no “tiene precedentes” en su historia por el tiempo que dura la protesta, porque es “la más brutalmente reprimida” y la más “multitudinaria”. Consideró que la posición del gobierno argentino al respecto obedece a las “órdenes de los Estados Unidos”.


tilio Borón, sociólogo y analista internacional sostuvo que “es muy crítica” la situación social que acontece en Ecuador, donde miles de manifestantes encabezados por la Confederación de Nacionalidades Indígenas protestan contra las medidas de ajuste dictadas por el Fondo Monetario Internacional y donde hubo ya al menos 7 muertos por la represión del gobierno, y consideró que “es la insurrección más grande que ha habido” en ese país.

Borón indicó que esta movilización “tiene una serie de rasgos decisivos”, ya que es la “más larga” en el tiempo, “es la más brutalmente reprimida, la más multitudinaria” y además está “presente en los más diversos rincones de Ecuador”.

Por estos motivos, el politólogo indicó a en este diálogo con Va Con Firma que “puede acabar terminando con el gobierno de Lenin Moreno, que creo que es el desenlace más probable”.

Sobre la posición del gobierno de Mauricio Macri, consideró que apoyó “a Lenin Moreno obedeciendo órdenes de los Estados Unidos”; al igual que la reciente decisión de la cancillería argentina de “romper las relaciones diplomáticas con Venezuela, al reconocer a Elisa Trotta, que es la delegada de Juan Guaidó, como representante ante el gobierno argentino”.

Para Borón “hay algunos indicios que son alentadores” en cuanto al clima político en América Latina porque “en la Argentina por suerte hemos dado vuelta la página y esa derecha se va”; además de que si las elecciones en Bolivia, Uruguay y Perú se “resuelven por la vía favorable, y la situación en Ecuador evoluciona con la salida de Moreno”; esto “puede terminar redibujando el mapa político” de la región.

¿Cómo analiza lo que está ocurriendo en Ecuador?

-Estamos en una situación muy crítica, la lucha que se extiende ya durante 10 días, es la insurrección más grande que ha habido en Ecuador, mucho mayor que la del 1996, la del 2000 y la del 2005; que acabaron con tres presidentes. Esta tiene una serie de rasgos decisivas, a mi juicio muy importantes, no solamente es la más larga, es la más brutalmente reprimida, es la más multitudinaria, nunca hubo tanta gente peleando en las calles, y al mismo tiempo nunca se encontró tan presente en los más diversos rincones de Ecuador como esta. O sea que hay muchas razones por las cuales estamos en presencia de un fenómeno bastante novedoso, sin precedentes en la historia de Ecuador y que puede acabar terminando con el gobierno de Lenin Moreno, que creo que es el desenlace más probable.

-¿Qué opina del pedido de diálogo que hizo Lenín Moreno el viernes a las autoridades indígenas?

-La respuesta de Moreno ante la requisitoria del movimiento popular fue un discurso de 44 segundos clavados, y eso fue todo; creo que a partir de ahí es poco o nada lo que se puede esperar de una respuesta que fue nada menos que eso. Ya no hay demasiado espacio para una negociación porque estos movimientos sociales quieren algo más que un discursito de 44 segundos pidiendo que vayan a dialogar; fue un escándalo, una vergüenza.

-¿Cómo ve la posición del gobierno argentino frente al conflicto?

-El gobierno argentino ha apoyado a Lenin Moreno obedeciendo órdenes de los Estados Unidos, obviamente. Lo mismo que el viernes el gobierno argentino acaba de romper las relaciones diplomáticas con Venezuela, al reconocer a Elisa Trotta, que es la delegada de Juan Guaidó como representante ante el gobierno argentino. Veo al gobierno argentino como un gobierno de salida, tira manotazos de ahogado, no tiene futuro, no tiene plafón; puede hacer daño y eso es preocupante, pero no veo que pueda tener ningún papel positivo interviniendo en la crisis de Ecuador porque no tiene condiciones para hacer absolutamente nada ni tomar ninguna iniciativa.

-Usted criticó a Michelle Bachelet y Luis Almagro por sus posiciones ante este conflicto; ¿Hay una doble vara?

-Ellos dos son empleados del gobierno de Estados Unidos y no estoy diciendo con esto nada nuevo, nada que no sepamos todos. Lo de Almagro ha sido un caso escandaloso, un hombre que traicionó sus principios, pero bueno su cuenta bancaria debe ser muy grande en este momento. Y Bachelet siempre fue eso, una especie de flan político acomodaticio a las circunstancias; siempre obedece a lo que Estados Unidos quiere, le da un tonito más amable, más dicharachero por momentos, pero básicamente es una operadora de Estados Unidos, nada más que eso y lo ha demostrado con el famoso informe que hizo sobre los derechos humanos en Venezuela, que fue realmente escandaloso. Y Almagro es una profunda decepción para algunos amigos uruguayos porque fue canciller del Pepe Mujica pero el hecho de haberlo sido no le da absolutamente ninguna chapa de ser un hombre de izquierda ni nada por el estilo.

-¿Lo que sucede en Ecuador y en Argentina evidencia otro fracaso de las políticas del Fondo Monetario Internacional?

-Sí, porque lo que está haciendo esta gente es aplicar las políticas del fondo, las que están aplicando acá, lo hicieron más brutalmente que en la Argentina, donde fueron un poquito más despacio, pero básicamente demuestra que esas políticas conducen a esto, no hay otra alternativa. Llevan a un aumento de la explotación de los sectores populares, del encarecimiento, la carestía, la caída de salarios reales y todo un conjunto de calamidades sociales que se producen como consecuencia de esas políticas, y la respuesta de la gente es muy clara. Creo que esto era previsible, por eso Moreno no tomó estas medidas antes, sospechaba que podía aparecer algo así; pero ahora la certeza se ha convertido en una certidumbre.

-¿Cómo ve la situación de América Latina? ¿Cree que está retrocediendo esta oleada de derecha que vino hace unos años y puede volver a consolidarse un bloque más progresista?

-Creo hay algunos indicios que son alentadores, en la Argentina por suerte hemos dado vuelta la página y esa derecha se va; vamos a ver qué hace el nuevo gobierno pero claramente ya no es Macri ni va a poder hacer lo de Macri. En Bolivia estamos en una situación un poco complicada, una elección que favorece a Evo pero no en los guarismos que uno quisiera; lo mismo que en Uruguay. Pero si estas dos cosas se resuelven por la vía favorable, y la situación en Ecuador evoluciona como yo espero, con la salida de Moreno y una recomposición del sistema político con una mayor presencia de las fuerzas de izquierda y progresistas; e inclusive lo que puede pasar en Perú, esto puede terminar redibujando el mapa político de América Latina en 4 o 5 meses y dando lugar a una presencia diferente en el sistema internacional y por lo tanto sería importante esperar el resultado de esas elecciones antes de sacar alguna conclusión.

-¿Cuál es el desafío del próximo gobierno de Alberto Fernández si resulta finalmente electo?

-Fernández va a tener que tomar unas decisiones muy duras porque le deja una herencia terrible que no la va a poder conjurar apelando a fórmulas de media tinta o algo que no sea mucho más de fondo, lo que alguna de la gente que está rodeándolo está inclinada a pensar. Creo que tiene que comenzar por hace una auditoría de la deuda externa porque una gran parte de esa deuda es ilegítima. ¿Cuál es la contrapartida de la deuda? Tenemos una deuda gigantesca y yo no veo obras públicas, ni grandes inversiones en desarrollo, ni nada; entonces habrá que ver qué pasa con eso. Y ver de qué manera elabora un sistema tributario que le permita hacer frente al pago de la deuda externa que requiere dólares y la Argentina no fabrica dólares. Los dólares están en poder de los agroexportadoras, de las mineras y de las empresas petroleras, entonces tendremos que ver cómo negocia con ellas, qué logra y en función de esto vamos a ver un poco qué es lo que pasa. 


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