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Mauricio Macri dejó de gobernar, si cabe la paradoja, con la excusa de hacer campaña por su reelección. Pero haciendo un balance de su desempeño como presidente por un lado, y los resultados que viene obteniendo en las elecciones, por otro, su fracaso ha sido categórico en todos los frentes. Hasta la "Chiqui" Legrand que afirmaba, pronto se sabrá si solo era una metáfora, que daba la vida para que no vuelva el kirchnerismo, sentenció desde su mesa: "Macri era un triunfador y ahora se ha transformado en un fracasado. Es terrible". Pero no se trata de un fracaso personal o el traspié de una individuo cualquiera. Lo terrible es que los errores y desaciertos de un presidente, los paga inexorablemente la enorme mayoría de la sociedad.
Aunque son cada vez menos quienes culpan del colapso nacional a la herencia recibida o se adelantan culpando al futuro, lo cierto es que el derrumbe del país no se produjo por imposiciones, resistencias o revueltas opositoras. El Presidente Macri, como pocos en la historia reciente de la Argentina, gozó de todas las ventajas para conducir el país a su antojo y también, como pocos, terminó destruyéndolo a velocidad de vértigo. No todos los presidentes que lo precedieran pueden decir lo mismo. Claramente nadie está incluso hoy, en un contexto de extrema debilidad política, alentando un movimiento disruptivo que haga ingobernable la transición. La apuesta de todas las fuerzas políticas y sociales opositoras, es infringirle al oficialismo una dura derrota electoral el próximo 27 de octubre, que le permita a la alianza opositora tomar el control del gobierno a partir del próximo 10 de diciembre.
Esta semana, puesto en modo candidato, el Presidente Macri visitó Jujuy, un distrito gobernado por uno de sus aliados predilectos, el radical Gerardo Morales. Si bien allí Alberto Fernández lo derrotó en las últimas PASO por 46% a 29%, el presidente se siente cómodo en una provincia donde el gobierno provincial ha hecho de la impunidad y la persecución de sus adversarios políticos, un rasgo de identidad. A pesar que el 50% de los niñxs y adolescentes de esa provincia viven en la pobreza, el presidente aseguró paradójicamente que los argentinos “queremos vivir así”. En la nota de VCF titulada “Aprietes y censura en la Jujuy de Morales” se analiza la crisis que atraviesa el estado de derecho en esa provincia.
También el Presidente Macri visitó Tucumán. En ese distrito, el presidente perdió en las últimas PASO por casi 35%. Con el objetivo de recuperar posiciones participó de la inauguración de un jardín de niños, institución que se inauguró floja de papeles, a juicio del intendente de Tafí del Valle Javier Noguera, a quien el Presidente trató de “remolón” por no habilitar el establecimiento. La respuesta del recién electo intendente tafiseño no se hizo esperar "Que el domador de reposeras me diga así llama la atención" contestó sarcástico. El apodo se viralizó en las redes sociales y solapó el resto de la visita presidencial. También la oposición aprendió del macrismo el uso de las redes.
Mientras el presidente intenta sumar en campaña para el 27 de octubre, sus decisiones presidenciales le restan, a golpe de resoluciones y decreto, todo avance en términos electorales. La resolución 557/19 terminó con el congelamiento de combustibles que se había decretado el pasado 2 de setiembre. No alcanzaron los subsidios a las petroleras ni la liberalización de precios para los canales mayoristas. Las empresas, aprovechando la suba internacional generada por el ataque a las refinarías saudíes, convencieron al gobierno de la situación y le impusieron un aumento promedio del 4%. Si hasta Daniel Vila, cuya mujer Pamela David aseguró que se iría del país si ganaba el kirchnerismo, denuncia ahora que sufrió un apriete del Presidente para favorecer al Grupo Clarín.
Una mirada más profunda a esta lógica del oficialismo, revela que para Mauricio Macri la política solo sirve para avalar, con resignación y fatalidad, los hechos. Parado como observador, solo se limita a administrar los acontecimientos y no a incidir sobre ellos para cambiar aquellos que son contrarios al bienestar de la gente. Las tormentas, el mundo volátil en el que vivimos, las cosas que no dominamos, los problemas que heredamos del gobierno anterior, la tormenta cambiaria, la historia son parte de la extensa lista de excusas de que tiene el Presidente Macri para explicar su fracaso. Lo curioso es que en ninguna aparece él como responsable. Tan grande ha sido la ausencia de política que hasta los factores de poder que se beneficiaron de Cambiemos, han tomado hoy prudente distancia del macrismo.
El Macri candidato lanzará el próximo 28 de setiembre una campaña electoral que tiene por objetivo alanzar el 35%, intentando a su vez que la fórmula Fernández – Fernández no alcance el 45%. “Si, se puede. 30 días 30 ciudades” es la designación de la nueva criatura macrista. Esto supone en la práctica que el país quedará sin gestión presidencial al menos un mes. La Marcha del SíSePuede, se asemeja a lo realizado en el año 2017. Luego de casi cuatro año de gestión, el 70% del país o más está intentando conjeturar qué es lo que SiSePuede, una consigna vacía, que apela a un voluntarismo sin sentido y pone en juego el único capital político que parece no agotarse en el macrismo: el antikircherismo. Ya lo predijo el propio Mauricio Macri en el 2010 "Esta vez nos toca. Este tren que hemos dejado pasar tantas veces y que hoy nuevamente está en la estación de la Argentina para que nos subamos... Nos vamos a subir, aunque tengamos que tirar por la ventana a (Néstor) Kirchner porque no lo aguantamos más" El odio parece ser la verdadera naturaleza del macrismo.
Alberto Fernández, mientras tanto, realizó una gira por Bolivia y Perú. El candidato del Frente de Todos, que ya es tratado con la cortesía que recibe cualquier primer mandatario, coincidió con ambos presidente en la necesidad de revitalizar el proceso de integración: “creo que la región tiene que volver a unirse. Es inevitable que frente a un mundo que se globaliza, nosotros vamos a tener que enfrentar ese desafío y es mucho más fácil enfrentarlo si estamos unidos que separados” aseguró en una entrevista otorgada a Pagina 12. “Lo que pasó en los últimos tiempos es que como consecuencia de la ruptura en la Unasur, la poca importancia que le dieron Brasil y Argentina al Mercosur, el conflicto que se armó con la indefinición del Tratado del Pacífico, todo eso fue generando que todo se divida y en esa división quedamos en una situación muy delicada” diagnosticó el candidato presidencial del peronismo.
“Has hecho una gran gestión. Es un modelo en Latinoamérica. Siento una gran admiración por vos”, se sinceró Alberto Fernández frente a Evo Morales. Como viejos conocidos que son, coincidieron que es urgente recrear un espacio de integración regional que fortalezca la región en el sistema internacional. “Somos hermanos latinoamericanos y trabajamos por la integración de nuestros pueblos" expresó Evo Morales, quien el 20 de octubre buscará una nueva relección.
Alberto Fernández se reunió también con el presidente de Perú, Martín Vizcarra, un moderado de centro derecha, dispuesto a encontrar una salida política al problema venezolano, rechazando el injerencismo político y militar en la región. También el candidato del Frente de Todos, en una entrevista otorgada a Página 12, declaró “Yo le expresé que lo primero que tenemos que reconocer es que en Venezuela hay un problema y lo segundo es que la solución no es la intervención, sino ayudar a que Venezuela encuentre esa solución”. Sin dudas que nuevos aires comienzan a soplar la región y crecen las esperanza de que vuelva a producirse una inflexión histórica que ponga en el poder a las fuerzas políticas progresistas.
Mendoza con aires de primavera. Para el peronismo mendocino, llegó la primavera. “Vuelve primavera” fue el spot utilizado esta semana por el peronismo nacional y local, para dar cuenta del regreso de la principal fuerza política opositora en Argentina al gobierno nacional. Del mismo modo Anabel Fernández Sagasti promete, una mejor vida para las y los mendocinos en caso de llegar a ser la próxima gobernadora.
A una semana de las Paso, la candidata del Frente de Todos continúa cosechando apoyos de gobernadores, intendentes, y fundamentalmente de Alberto Fernández que vendrá por tercera vez en la campaña a Mendoza este martes. Esta vez estará en Luján de Cuyo, bastión del oficialismo local, pero el peronismo, bajo la candidatura de Omar Parisi, augura achicar la brecha de las Paso.
El próximo 29 de septiembre las miradas del país estarán puestas en Mendoza. Es la cuarta provincia con mayor cantidad de electores, y es un bastión del oficialismo. De aquí salieron los armadores de la alianza Cambiemos en 2015: Alfredo Cornejo y Ernesto Sanz. La incertidumbre está en si la gran oleada albertista podrá también arrebatarle Mendoza al oficialismo, en una elección desdoblada pero que probablemente tienda a nacionalizarse.
En las elecciones primarias Suárez, se impuso en su interna con 29,46% de los votos por encima de Omar de Marchi y Fernando Armagnague. De ese modo superó a Fernández Sagasti con el 43%, en total, por sobre el 35% que cosechó el Frente de Todos. Pero, después de las victorias de los intendentes peronistas en sus municipios, y el contundente triunfo de Alberto Fernández, todas las proyecciones cambiaron y ahora incluso en el oficialismo hablan de una diferencia de tres puntos, lo que equivale a un empate técnico en términos estadísticos.
Rodolfo Suárez se dedicó a hacer una campaña en silencio. El candidato radical pareciera en general no tener un conocimiento integral de los temas de Mendoza, y dista mucho de parecerse a su antecesor Alfredo Cornejo, quien se caracteriza por ser contundente en sus discursos y en su posición sobre temas centrales de la provincia.
El jueves pasado asociaciones empresarias realizaron un debate. Suárez fue sin duda el perdedor. Optó por acudir a las maniobras políticas de Cornejo y Macri: Recordó la situación estatal en 2015 tras el gobierno de Paco Pérez, magnificó el “orden de las cuentas públicas” y del estado, mencionó en todo momento a Portezuelo del Viento, a pesar de que hay dudas si llegará el desembolso (que es una mínima parte en relación al total del costo de la obra), y no habló de la deuda millonaria contraída por la Mendoza en dólares, ni de la crítica situación social y económica que a traviesa la provincia: “Buenos gobiernos tras buenos gobiernos es el camino para fortalecer buenas instituciones”.
“Podemos invertir en infraestructura en la medida que tengamos un Estado ordenado y que gaste bien. Podemos invertir en las grandes infraestructuras, gracias a los créditos que podemos conseguir de organismos multilaterales. Portezuelo del Viento es un claro ejemplo de continuidad del gobierno. Sería una lástima que si no hay continuidad, que esto se trunque”, fue otra de las frases del intendente de la Capital.
Mientras tanto, en Mendoza la inflación de agosto fue la mayor en el país. Los índices registrados por el Indec fueron del 4,0%, y el acumulado de los ocho meses del año es del 30%. El IPC del Gran Mendoza en agosto fue del 4,2% mientras que el acumulado enero-agosto es del 29,8% y el interanual es 56,5%.
En tanto, según un informe que publicó VCF la composición de la deuda provincial aumentó brutalmente después de la devaluación del 30 de agosto: Antes de las Paso era de $ 24.290,82 millones en moneda nacional más $ 32.048.936 millones equivalente al endeudamiento en moneda extranjera. De marzo a agosto la deuda aumentó $12.592,43 millones.
Anabel Sagasti, persistente, continúa recorriendo cada rincón del territorio provincial con los candidatos y candidatas a legisladores e intendentes. El lanzamiento del Instituto de Formación Política y Gestión Pública del Partido Justicialista, en un marco imponente de público y dirigentes permitió que, en las últimas horas del viernes, el peronismo mendocino diera una muestra potente de organización y movilización. Anabel Fernández Sagasti, Guillermo Carmona, Presidente del Partido Justicialista; Héctor Daer, Secretario General de la Confederación General del Trabajo, Francisco Cafiero, y una nutrida asistencia de legisladores, candidatos y militantes se convocaron bajo el lema “Con Anabel, preparados para gobernar” . En la nota de VCF “Anabel Fernández Sagasti: "Estamos preparados para gobernar Mendoza" se detalla la crónica de esa jornada. El peronismo apunta a ganar en el Gran Mendoza Las Heras, Maipú, y achicar significativamente las diferencias en Luján, Capital, Guaymallén y Godoy Cruz. Además, prometen ganar el sur provincial, San Rafael, Malargüe y hay una disputa pareja en General Alvear. En las paso la diferencia fue de 74 votos a favor del oficialismo.
Esta elección no será una más. El triunfo del peronismo a nivel nacional significará para la Argentina un cambio rotundo de modelo en el que se buscará reactivar el poder de consumo de toda la sociedad, y de asistir al 35% de personas que están bajo la línea de pobreza. La industrialización, es para el peronismo la base del trabajo y la producción, frente a la reprimarización de la economía que propone Cambiemos. Las nuevas relaciones geopolíticas que ya viene construyendo Alberto Fernández nos llevarán a posicionarnos ante el mundo sin el sometimiento que implican las relaciones carnales con el Fondo Monetario, y Estados Unidos, y la reconstrucción de un bloque fuerte ante el mundo en Suramérica. Mendoza deberá decidir si pretende seguir perteneciendo a un modelo político que atrasa o ir de la mano con un país que ha decidido cambiar de rumbo.