Entrevistas // 2019-08-30
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“Pensar políticas de mediano y largo plazo se ha convertido en una urgencia”
La socióloga Maristella Svampa dialogó con VCF y reflexionó sobre la situación del neoextractivismo y la sociedad argentina. Los modelos actuales de uso y explotación de recursos naturales ponen en jaque la sostenibilidad de la vida sobre el planeta. ¿Cuáles son los desafíos a futuro para nuestro país?


Maristella Svampa está en Mendoza para presentar su nuevo libro “Chacra 51. Regreso a la Patagonia en tiempos de fracking”. Svampa es Licenciada en Filosofía por la Universidad Nacional de Córdoba y Doctora en Sociología por la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales (EHESS) de París. Actualmente es investigadora Principal del Conicet y Profesora Titular de la Universidad Nacional de La Plata. Miembro del colectivo de intelectuales Plataforma 2012.

En 2006 recibió la Beca Guggenheim y el premio Kónex al mérito en sociología (Argentina); en 2014 el Kónex al mérito en Ensayo Político y Sociológico y en 2016 el Premio Kónex de platino en Sociología. Durante este año, Svampa recibió el Premio Nacional Ensayo Sociológico.

La socióloga, escritora e investigadora dialogó con VCF para contar detalles sobre su libro y analizar la situación actual en Argentina y América Latina. Del fracking a los incendios en el Amazonas, qué hacen los gobiernos y las sociedades por el cuidado del medioambiente. Los neoextractivismos ponen en debate una falsa dicotomía sobre el desarrollo económico de nuestra región.

A continuación, la entrevista completa de VCF con la socióloga Maristella Svampa.

VCF- Viene a Mendoza para la presentación de “Chacra 51…”, cuéntenos acerca de este ensayo sobre neoextractivismo en clave personal…

He venido a Mendoza a hacer una serie de presentaciones de mi último libro. Es un libro que interpela a la sociedad mendocina en virtud de que hay muchas semejanzas entre lo que está sucediendo en el Alto Valle de Río Negro y lo que está sucediendo en Mendoza.

En principio, porque Mendoza es una economía regional muy fuerte, basada en la vitivinicultura y la fruticultura, que hoy está sufriendo el avance del fracking. Esto se da sobre todo en la zona sur, pero se proyecta también hacia otras geografías provinciales.

En esa línea, el Alto Valle de Río Negro se ha dedicado hace casi 100 años a la plantación de peras y manzanas. Desde 2011 en adelante, sufre el avance de la explotación de hidrocarburos no convencionales mediante el fracking. El gobierno, en un principio, mintió diciendo que se trataba de estimulación hidráulica, cuando las mismas empresas decían que estaban haciendo fracking.

En segundo lugar, sostienen el discurso de una supuesta convivencia entre la actividad hidrocarburífera y la actividad frutihortícola. Lo que hemos visto desde 2013 en adelante, son los impactos que están generando en una economía regional golpeada.

Los impactos son los avances sobre el territorio que cuando es ocupado por la explotación hidrocarburífera no se puede volver a ocupar para otras actividades. Además, los impactos sobre el agua, la contaminación del suelo, plantas que se han secado, impactos también sobre la salud de las poblaciones que viven en la cercanía de los pozos de fracking.

Hay poca información y no se sabe exactamente el número de pozos que hay, es muy difícil obtener información fehaciente. La utilización intensiva del territorio y la disputa por el agua es algo muy claro. En el casode Mendoza que es una provincia con escasez hídrica también es importante.

VCF- La gestión del agua ha marcado parte de la historia de Mendoza…

Es una disputa histórica y que de alguna manera signa el desarrollo y las luchas mendocinas. Aquí se luchó primero en relación a la megaminería y ahora contra el fracking.

El libro es parte de una historia personal donde lo biográfico y lo local aparecen articulados. Lo que sucedió es que la chacra de mi abuelo, que es la Chacra 51, fue alquilada por un primo mío sin autorización de la familia a una empresa petrolera. Y de esa manera se transformó en una locación hidrocarburífera. La locación hidrocarburífera más importante de Allen (Río Negro)porque tiene 6 o 7 pozos petroleros, 4 de ellos son de fracking.

A partir de este tema personal, me interesa contar lo que está sucediendo en la zona. No solamente en Allen, sino también en Vaca Muerta. Todo esto tiene que ver con la Cuenca Neuquina; esa cuenca abarca no solo Neuquén, sino que también parte de Río Negro, La Pampa y Mendoza. Ahí es donde se están desarrollando lo que llamamos con el Observatorio Petrolero del Sur “las energías extremas”.

Estas son energías que tienen un costo económico mucho mayor, un riesgo mucho mayor y enormes costos ambientales.

VCF- Cuando se plantea la necesidad de la implementación de energías renovables las respuestas de los diferentes gobiernos es que eso se debe hacer, pero es a largo plazo. En cambio, prefieren estas apuestas a corto plazo con todos los riesgos que se asumen ¿Cómo analiza este fenómeno?

Lo que está sucediendo en el Amazonas nos deja una lección, no se debe prender más fuego en un planeta que ya se está incendiando. El fracking ilustra también este tipo de posicionamientos, todo Vaca Muerta es una potencial bomba de carbono en términos de emisión de gases de efecto invernadero.

De hecho, la ONU ha llamado la atención y le ha pedido a la Argentina que deje bajo tierra esos recursos. Hay informes a nivel internacional que muestran que Vaca Muerta no es competitiva tampoco a nivel económico-financiero.

No es solo la cuestión ligada a los impactos territoriales y socio-ambientales, los impactos sobre la salud y las comunidades de pueblos originarios. No hay una rentabilidad, eso aparece evidenciado por la política vergonzosa de subsidios estatales a las empresas petroleras.

VCF - ¿Qué se debería hacer entonces?

Lo que tenemos que ir pensando son políticas a mediano y largo plazo, no podemos seguir pensando en políticas a corto plazo que garantizan la destrucción de los ecosistemas. Pensar políticas de mediano y largo plazo se ha convertido en una urgencia. Eso tiene que ver con el desarrollo de las energías renovables, que se ha demostrado a nivel global que son rentables también económicamente. Argentina tiene una gran potencialidad con sus vientos y también con la energía solar.

Si bien ha habido una tibia introducción de energías renovables, este gobierno apuntó de manera decidida a aumentar la matriz energética basada en los combustibles fósiles. Con lo cual, ese doble discurso no engaña a nadie, la apuesta del gobierno ha sido Vaca Muerta, no han sido las energías renovables.

VCF - ¿Cuál es el papel del Estado?

Es fundamental. Ningún cambio de matriz energética se ha hecho sin intervención del Estado.

VCF - ¿De qué hablamos cuando decimos “crisis socio-ecológica”?

Muchos científicos hablan de una nueva era geológica, el Antropoceno. Esta crisis socio-ecológica tiene un alcance planetario. De esta manera, se coloca en el centro la idea de que la humanidad se ha convertido en un factor de cambio geológico que amenaza la reproducción de la vida, la sobrevivencia del planeta como tal.

Este consenso que existe entre los científicos coloca en un llamado de alerta a la humanidad. De hecho, el Antropoceno señala o instala que el cambio climático ha llegado para quedarse. Para ello debemos tomar medidas que impliquen la protección del ambiente, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, que impliquen la protección de la biodiversidad y el cese de la deforestación.

Entonces, se exigen políticas pro-ambientales decididas y contundentes porque lo que está en vilo es el sostenimiento del planeta como tal. No se trata de algo abstracto, lo que está sucediendo en la Amazonía es un punto de inflexión, esto afecta la vida cotidiana de todos nosotros y está muy relacionado con los modelos de mal desarrollo como pueden ser el fracking, la megaminería, los monocultivos con sus fumigaciones.

Estos modelos de mal desarrollo aumentan aún más la crisis socio-ecológica. Es necesario repensar a nivel local y territorial estos modelos de desarrollo.

VCF – En estos nuevos escenarios sociales ¿Cómo considera usted que el colectivo de mujeres, como actor político, interpela a los diferentes sectores?

Yo siempre digo que, al comienzo del ciclo progresista en América Latina, la narrativa que más nos interpeló fue la narrativa indigenista. Con categorías como las de “buen vivir” o “derechos de la naturaleza”. Sobre todo, en los países andinos, pero también aquí en Argentina, forman parte ya de la narrativa global. Estos valores y categorías nos obligan y nos impulsan a pensar otras relaciones entre sociedad y naturaleza.

Hoy en día, al final de ciclos progresistas y con la emergencia de derechas radicales y autoritarias sin duda son las mujeres las que han tenido un gran protagonismo en estas luchas y tantas otras que promueven no solo una crítica al patriarcado sino un nuevo modelo de relacionamiento entre sociedad y naturaleza.

La interdependencia, la vida como eco-dependencia, la relación entre mujer, cuerpo y territorio que observamos sobre todo en las luchas contra el neoextractivismo, lo que hacen es poner en agenda la ética del cuidado como una nueva ética ambiental.

En ese sentido me parece que es un aporte fundamental el que hacen los feminismos populares en América Latina, sobre todo. Promoviendo estas narrativas relacionales que implican otra relación y otro vínculo con la naturaleza.

VCF - ¿Cuáles son los desafíos a partir de estos planteos?

Uno de los grandes desafíos es establecer conexiones entre lo que es el feminismo urbano de corte más anti patriarcal con los feminismos populares del sur, que en los márgenes de nuestra sociedad están luchando contra diferentes formas de neoextractivismo.

Además, vehiculan estos otros lenguajes de valoración del territorio y asientan por sobre todas las cosas la defensa de la vida y la sostenibilidad de la vida.


 


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