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Vivimos en una época donde existen muchas personas que se han preguntado si la monogamia es la única forma en la que se puede tener una relación sentimental con otra persona.
“Algunos estudios han revelado que las relaciones no monogámicas están funcionando tan bien como aquellas en las que sólo están presentes sólo dos personas. En todo caso, lo más importante es entender que en todas las opciones están en juego los sentimientos, así como la integridad de otro ser humano, por lo que siempre debe existir confianza, completa honestidad y, sobre todo, consentimiento”, explica Rocío Cardosa, project manager de AdoptáUnChico.
Ante este panorama tenemos la oportunidad de conocer nuevos conceptos y formas de relacionarse, por lo que te presentamos 4 formas de amar más allá de la monogamia:
Poliamor
A diferencia de lo que se cree, el poliamor no consiste en tener muchos encuentros sexuales, sino que se basa en el compromiso, pues consiste en sostener una relación romántica con más de una persona al mismo tiempo. La prioridad es la intimidad y la conexión, pues se requiere dedicarle esfuerzo, tiempo, respeto y amor a cada uno de los vínculos que tengas con alguien.
Relaciones abiertas
Suele confundirse las relaciones abiertas con el poliamor, pero la diferencia es que mientras en este último existe una conexión romántica que conlleva un compromiso, en una relación abierta sólo se permite los encuentros sexuales fortuitos. Lo esencial en este trato es el consentimiento, pues es lo que lo vuelve diferente a una “infidelidad”.
Swinging
El swinging hace referencia a parejas románticas comprometidas que deciden de manera consensual intercambiar pareja sexual. La idea principal de esta práctica que es considerada por algunos como “un estilo de vida”, es que las relaciones sexuales son compartidas, además de casuales, lo que quiere decir que vives con tu pareja una experiencia conjunta en la que cada uno obtiene placer.
Anarquía relacional
En esta forma de dinámica, las personas optan por no priorizar las relaciones románticas sobre las que no lo son como las de amistad, familiares, sexuales, etc. Parte de una filosofía que propone cambiar la organización social para modificar las jerarquías y privilegios para dotar de la misma relevancia a todos los vínculos en la vida de una persona.
“Sea cual sea la forma de dinámica que más te guste, el propósito es que te sientas bien contigo mismo, pues así podrás ser coherente con los demás. La monogamia ha sido la forma en la que a la mayoría nos han enseñado a querer, pero tenemos la oportunidad de expandir nuestros horizontes y darnos cuenta que el amor se trata de acuerdos e interés”, concluye Rocío Cardosa.