Argentina // 2019-06-02
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Informe Especial
Massa y Macri, los principales casilleros vacíos de cara a octubre
El Frente Renovador abrió la puerta para un acuerdo con el peronismo y el kirchnerismo. Sergio Massa en tiempo de descuento. Macri, con su candidatura cada vez más cuestionada, suma dificultades. El factor Lavagna y la recta final hacia las PASO. Un final abierto y con adrenalina garantizada.


 La elección presidencial de octubre mantiene dos interrogantes principales: si Sergio Massa logrará construir su “gran frente opositor” confluyendo con el peronismo y el kirchnerismo; y cómo quedará constituída la fórmula de Cambiemos, después de que el radicalismo decidiera mantener la alianza con el Pro y la Coalición Cívica (CC) pero con un fuerte cuestionamiento a la figura del presidente Mauricio Macri.

La necesidad de definiciones se aceleró en sólo cuatro días, entre el lunes y el jueves de la semana pasada. Y tuvieron un mismo escenario: el centro de convenciones porteño de Parque Norte. Allí sesionaron, por separado, un partido de la coalición oficialista y otro de la oposición. Pero tuvieron algo en común (y paradójico): el mismo canto. El “hit del verano” con insultos al Jefe de Estado.

Mientras la Convención Nacional de la UCR confirmó el lunes la continuidad del partido en Cambiemos, el Congreso del Frente Renovador llamó tres días después a construir una nueva mayoría para evitar la reelección de Mauricio Macri, abriendo la puerta a una impensada (pocos meses atrás) alianza con el el PJ y el kirchnerismo.

Ambas fuerzas políticas hicieron, al menos hasta acá, recorridos similares. Estuvieron muy cerca de confluir en las elecciones presidenciales de 2015, cuando por un estrecho margen la Convención radical de Gualeyguaychú permitió a Ernesto Sanz acordar con el Pro y la CC y no con Sergio Massa, como pretendía el sector liderado por Gerardo Morales, quien hoy impulsa la reelección de Macri pero gobierna Jujuy junto al Frente Renovador.

Tampoco se alejaron demasiado cuando Macri fue ungido presidente, ya que mientras la UCR se sumaba al Poder Ejecutivo desde algún ministerio y una relativa participación en la política del nuevo gobierno, Massa acompañaba desde el Congreso de la Nación y lograba un fuerte acuerdo con María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires, que se mantiene hasta hoy.

Aún en la divergencia, radicales y renovadores vuelen a coincidir ahora en un mismo interrogante: qué hacer con Macri. Los primeros se resignan, con distinto grado de resistencia, a un nuevo mandato del jefe del Pro, aunque buscan condicionarlo colocando al futuro vicepresidente en la fórmula del oficialismo.

En tanto el massismo cree, igual que el sector que quedó en minoria en la cumbre radical, que el presidente cumlió su ciclo y llama a construir un “gran frente opositor” para un “nuevo gobierno”, acordando con Alberto Fernández y Cristina Kirchner. Sin embargo, nada es tan sencillo. Nunca lo fue.

Un gran frente opositor

“Sergio ratificó que quiere armar un nuevo gobierno y un frente opositor bien amplio. En el congreso hubo dos posturas: una que planteó la confluencia con el peronismo y el kirchnerismo y otra que prefiere no perder centralidad y apostar por la tercera vía a través de Alternativa Federal, que quedó más debilitada”, graficaron desde el massismo a Va Con Firma apenas terminado el cónclave en Parque Norte.

La misma fuente señaló que si bien todo “depende se Sergio” y que “sólo él sabe lo que puede llegar a pasar”, sí hay algunas certezas.  Por ejemplo, que un acuerdo electoral con Vidal en la provincia de Buenos Aries, como especulaban algunos, sería funcional a Macri, por lo que en la noche del miércoles quedó definitivamente descaratado.

“También se debilitó lo de Alternativa Federal, porque no se ve vocación de poder cuando uno de sus principles referentes (el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti) dice que no es el macho alfa, convoca a una cumbre y al día siguiente se va de vacaciones”, apunta el vocero.

Así el camino aparece despejado para un acuerdo con el PJ y el kirchnerismo. “Aunque no va a ser fácil ni rápido”, anticipa la fuente. “Sergio no va a ceder protagonismo y va intentar abrir la fórmula o buscar un mecanismo que no le reste centralidad. En un escenario polarizado las minorías son fundamentales”, se entusiasma.

Desde esta perspectiva lo más probable, evalúan desde el massismo, es que “Sergio acuerde con Alberto participar de las PASO, lo que le permitiría, aún en un probable escenario de derrota, mantener identidad, autonomía y mostrar sus diferencias con el kirchnerismo, que todavía existen”.

A seguir conversando

El anuncio de la fórmula Axel Kicillof-Verónica Magario para disputar la gobernación de la provincia de Buenos Aires, realizado en la previa al congreso del Frente Renovador, aceleró los tiempos.

Los casilleros se ocupan y el ex intendente de Tigre puede quedarse sin nada, lo que aumenta la presión sobre Massa por parte del tropa propia. Intendentes y concejales del Frente Renovador en territorio bonaerense ven mermar sus posibilidades sin un acuerdo con el PJ. Y actuaron en consecuencia.

Julio Zamora, intendente de Tigre, hizo pública una reunión con Alberto Fernández para expresarle su adhesión a la fórmula que integra con Cristina y llamó a apoyar a Kicillof-Magario un día antes del congreso partidario en Parque Norte.

“Aunque la fórmula ya está definida se sigue conversando con Sergio, que siempre dijo que no quería ser candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires. El anuncio fue una señal, pero no es nada definitorio”, dijeron a Va Con Firma desde el despacho de un intendente del conurbano en cuyo distrito ya se trabaja codo a codo con el massismo.

“Sergio va a resolver sobre el límite. Todo está en la cabeza de él. Mucha gente de él ya está articulando con nuestros intendentes en el territorio y eso le mete mucha presión. Igual creo que sólo él sabe qué es lo que va hacer”, explicó a Va Con Firma un dirigente del peronismo bonaerense.

Desde La Cámpora tampoco cierran las posibilidad de un acuerdo con el ex Jefe de Gabinete. “Axel (Kicillof) es el que más mide en la provincia, pero lo que queremos es que haya una unidad lo más amplia posible para derrotar a Macri y a Vidal en octubre, lo importante es garantizar el triunfo”, dijeron a Va Con Firmadesde el despacho del diputado y flamante candidato.

Además, especulan que “si hay acuerdo con Massa va a ser parte de un pacto más amplio, como ocurrió en Santa Fe y Entre Ríos: acuerdo en la fórmula presidencial y acuerdo en la fórmula para gobernador; es imposible que se cierre en la provincia de Buenos Aires nada más”.

El acuerdo, si finalmente se produce, va a ser en una mesa de tres: Alberto Fernández, Máximo Kirchner y Sergio Massa. Las hipotesis, no confirmada por las partes, son varias. O todas juntas: desde ministerios y una futura Jefatura de Gabinete para el massismo hasta abrir la fórmulas que ya definió el peronismo, aunque esto último fue descartado por el propio Fernández el viernes pasado, cuando dijo que ninguna de las dos ya definidas va a sufrir cambios.

“Yo creo que hay que esperar, que se va a resolver el 21 de junio a la noche (el 22 cierra el plazo para presentar candidatos a las PASO), creo que se va saber qué va a pasar, y cómo, sobre el filo”, suman intriga desde el peronismo bonerense.

Sergio y Roberto

La semana había empezado con cierto alivio para la Casa Rosada por el resultado de la Convención radical. Una cosa es tener que poner cara de póquer ante los cánticos contra el presidente o frente al paraguas para guarecerse de la “lluvia de inversiones” que lució una convencional en Parque Norte. Pero otra es la “radicalización” de Massa, quien pasó  de restarle votos a la fórmula Fernández-Fernández a sumárselos.

A números de hoy, con Alternativa Federal en baja, con cada vez menos gobernadores y conformada sólo por el peronismo amigo, la factura la paga la candidatura de Macri. Escenario que puede ser todavía más desfavorable si Roberto Lavagna lanza su postulación por fuera de cualquiera de los espacios justicialistas.

Según los sondeos, en alianza solitaria con socialistas y “margaritos”, el ex ministro de Economía le resta más votos al oficialismo que al peronismo opositor. Si bien hasta ahora a Lavagna le cuesta perforar el techo del 10 % de intención de voto, unos pocos puntos pueden sellar la suerte de Macri, quien tiene dificultades para retener la totalidad del tercio del electorado que apuntala sus posibilidades de reelección.

“Roberto no es parte de la interna de Alternativa Federal, al menos por el momento”, dijeron a Va Con Firma voceros del ex ministro de Economía. “Hoy por hoy es candidato de Consenso 19, integrado por el partido socialista, el GEN, sectores del justicialismo y del radicalismo, el MID, fuerzas provinciales y miembros de la sociedad civil”, abundaron.

Sobre un acuerdo con Alternativa Federal señalaron que “diálogo hay, pero nosotros insistimos en que debe haber consenso en torno a la formula presidencial para hacer más competitiva una tercera vía y romper con la polarización entre el macrismo y el peronismo kirchnerista”.

“Puede ser Roberto el que encabece o puede ser otro, siempre que se respete la lógica de construir consensos, que es lo que estamos planteando”, explicó la fuente, que sobre el Congreso del Frente Renovador indicó: “Sergio tiene que definir qué hacer y Sergio es impredecible”.

“Sin dudas que lo que resuelva Massa va a condicionar el perfil que va a tener Alternativa Federal y también un frente más amplio, en caso de que haya acuerdo con nosotros”, añadieron. “Pero hasta el 22 de junio hay tiempo y todavía puede pasar cualquier cosa”.

Con Massa adentro, el candidato que más mide y de perfil más opositor en la llamada tercera vía, las chances de Lavagna de ser presidente disminuyen. Con Massa afuera de Alternativa Federal crecen las del economista dentro de ese espacio pero disminuyen en general, tornándose mucho más difícil la posibilidad de hacer una buena primera vuelta para llegar al ballotage en noviembre. Este úlitmo escenario es también el que más preocupa al macrismo.

Y a mi por qué me miran

En el escenario que se terminó de configurar está semana las miradas están puestas, más que antes, en Mauricio Macri. Si bien en la Casa Rosada están evaluando la encuesta que le pidieron a Jaime Durán Barba, las posibilidades de reelección parecen estancadas.

Con Macri confirmado resta definir su compañero de fórmula. Con Macri en duda de lo que se trata es de barajar y dar de nuevo. El reemplazo del presidente por Vidal en la cabeza de la fórmula no es tan sencillo como parece.

La gobernadora también carga sobre sus espaldas el malhumor social por la situación económica. Además, Cambiemos debe enfrentar en la provincia de Buenos Aires a una fórmula competitiva, que puede potenciarse si hay acuerdo con el Frente Renovador.

Durán Barba volvió a sorprender durante esta semana y reconoció, en una entrevista al diario brasileño O Globo, que Macri puede bajarse de sus aspiraciones a la reelección.

“Macri decepcionó”, dijo Durán Barba, pero enseguida aclaró que como “Cristina asusta” tendría posibilidades de reelegir. Para el consultor ecuatoriano el miedo es peor que la frustración.

Más allá de lo intrincado del razonamiento dejó abierta la puerta para que el presidente siga los pasos de su antecesora y protagonice su propio renunciamiento. “Si piensa que su candidatura no es buena no tendrá problemas en renunciar”, sentenció. El laboratorio del Pro trabaja a destajo.


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