_
La muerte de dos operarios de la contratista Pecom en Fortín de Piedra, área operada por Tecpetrol, puso en relieve el debate por la seguridad en la industria petrolera, que en los últimos 15 meses acumula 8 víctimas, la cifra más alta de las últimas décadas.
La conmoción causada por las dos nuevas muertes, esta vez en el área estrella de Vaca Muerta, generó una crisis que derivará en cambios en una actividad de alto riesgo. El miércoles, el Sindicato de Petróleo y Gas Privado bajó la orden de que los operarios de mantenimiento no pernocten más en los yacimientos. La medida, pese a que se venía discutiendo, sorprendió a las empresas y es un síntoma de la crudeza con que se conducirán las negociaciones.
El titular del gremio, Guillermo Pereyra, aseguró que se trata de un reclamo iniciado el año pasado quedo fue atendido por las compañías. Explicó que los trabajadores de mantenimiento tienen un esquema por el cual trabajan 12 horas y las otras 12 horas - desde las 20 a las 8- duermen en el yacimiento pero que su descanso es interrumpido cada vez que se requiere sus servicios. Indicó que eso implica riesgos para el trabajador que no descansa con normalidad porque ve obligado a realizar tareas nocturnas. Señaló que se deben contratar dos trabajadores más: uno para cubrir el turno de noche y otro para hacer las rotaciones. El reclamo se suma a la pretensión de cambiar los diagramas de trabajo.
La medida significaría sumar costos a las operaciones, cuando las petroleras habían ganado terreno en la baja del costo laboral mediante la concreción de la adenda al convenio colectivo para los trabajadores que se desempeñan en los yacimientos no convencionales.
Además los gremios acordaron con las productoras y las compañías de servicios especiales, un aporte único de 7.175 pesos por única vez por trabajador para destinarlo a capacitaciones y asistencia social.
Como sucede en situaciones de crisis, todo el sistema se pone en cuestionamiento. Pereyra hizo una autocrítica al señalar que el gremio debió estar más pendiente de lo que venía sucediendo en materia de seguridad, y copó el centro de la escena. A instancias suyas, se realizará el lunes próximo un encuentro el lunes en la Casa de Gobierno con representantes de los gremios, de la provincia y las petroleras.
Hay muchos factores que influyen en la seguidilla de muertes que se registra en la cuenca neuquina. Hay quienes cuestionan la multiplicidad de tareas y flexibilización que trajo la adenda, con obreros sobre exigidos, sin embargo varios casos se registraron en yacimientos tradicionales que no están alcanzados por ese régimen. Otras voces ponen énfasis en que el incremento de actividad genera más accidentes, aunque hace cinco años atrás había más equipos que hoy.
También se pone foco en la falta de mano de obra capacitada por un recambio generacional, con trabajadores inexpertos que ingresan por primera vez al petróleo que son empleados por las empresas de servicios, y en la poca de aprensión a los protocolos de seguridad de las contratistas para ganar tiempo en las operaciones.
Si bien la industria petrolera se rige con los más altos estándares de seguridad, los cuales han evolucionado mucho en las últimas décadas y se destacan por sobre el resto de las actividades económicas, se verá obligada a realizar una profunda revisión que determine dónde se está fallando. Porque si Vaca Muerta logra cumplir con los pronósticos, la cantidad de operaciones crecerá exponencialmente en los próximos años y con ella los riesgos.