El lunes se llevó a cabo la audiencia pública convocada por el Enargas para definir las tarifas semestrales que pagarán los usuarios de gas por redes.

Camuzzi Gas del Sur, la distribuidora del sur de la provincia de Buenos Aires y de la Patagonia, presentó pidió que se aplique una suba promedio del orden del 37,7 % a partir de abril.

Según sus estimaciones, un usuario promedio de Neuquén pasará de pagar 748 pesos a 1030 pesos por mes, con lo cual el aumento será de 282 pesos.

Sin embargo, no presentó las cifras para el invierno, época en la que se disparan las demandas. La región cuenta con un tratamiento diferencial al resto del país -un subsidio del 50%- por el alto consumo producto de las bajas temperaturas.

El nuevo tarifazo se explica por dos grandes variables: el precio del gas en boca de pozo (que significa el 60% de la factura) y la inflación.

El valor del gas para el próximo semestre se definió días atrás mediante una subasta electrónica a través de la cual las distribuidoras cerraron contratos en dólares con las productoras.

Esta vez hubo cambios para evitar que una eventual devaluación produzca un descalabro en el sector como sucedió el año pasado cuando el dólar pasó de 20 pesos a más de 40 y las distribuidoras no pudieron trasladar la variación del tipo de cambio a los usuarios. El conflicto significó con el primer gran papelón de Javier Iguacel frente del Ministerio de Energía y terminó con el Estado absorbiendo la millonaria deuda que en un principio intentaron trasladar al bolsillo del consumidor.

Para las nuevas tarifas, el Enargas estableció que el tipo de cambio de los contratos de gas se tomará sobre el promedio de la cotización del Banco Nación durante la primera quincena del mes anterior a la entrada en vigencia de las tarifas.

Como las petroleras no confían en que haya estabilidad cambiaria durante los próximos seis meses, una forma de blindarse que encontraron fue subiendo los precios de la subasta, que fueron superiores a los esperados por el secretario de Energía, Gustavo Lopetqegui, quien confiaba en que no deberían subir las tarifas más de un 30%.

Pero además manifestaron su malestar al Gobierno. La Cámara de Exploración y Explotación de Hidrocarburos (CEPH) que nuclea a las productoras presentó una carta al presidente del Enargas, Mauricio Roitman, donde pidió que se dé marcha atrás con la pesificación de los contratos del gas

Las empresas aseguraron que es importante para la industria mantener los contratos en dólares con precios que reflejen el tipo de cambio a la fecha de pago.

Por otro lado, las nuevas tarifas contemplan la adecuación semestral de las tarifas de distribución y de transporte que se realizó teniendo como referencia el Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM), es decir la inflación mayorista, que tuvo una suba interanual de más del 60% y que las empresas piden que sea contemplada en las boletas de los usuarios desde el 1 abril.