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Los aumentos del transporte público son notorios. La media y larga distancia no quedaron exentas, nuevamente. Desde el lunes, con partida y llegada, a modo de referencia de la Terminal de Ómnibus de Mendoza, los pasajes costarán: General Alvear – Mendoza: de 258 a 375 pesos; San Rafael – Mendoza: de 180 a 261 pesos; Tunuyán – Mendoza: de 114 a 165 pesos; San Carlos - Mendoza de 124 a 180 pesos; y Malargüe – Mendoza: de 358 a 520 pesos. Sí, leyó bien: 520 pesos de ida y 520 pesos de vuelta a Malargüe.
En el caso de la Zona Este, los incrementos del boleto treparán en los diferentes departamentos de la siguiente manera: La Paz –Mendoza pasará de 120 a 174 pesos; Rivadavia de 57 a 82 pesos; y San Martín de 45 a 65 pesos.
Los primeros y principales afectados son trabajadores y estudiantes que utilizan los servicios de media distancia, sobre todo, a diario. Los aumentos dispuestos elevan los precios de los boletos que ya eran altos, a muchísimo más, lo que lo hará casi inaccesible la movilidad para un sector importante de la población del interior de la provincia. Venir a Mendoza desde algún distrito lejano puede llegar a ser un lujo.
Desde VCF reunimos algunas experiencias, opiniones, dificultades y perspectivas en la cotidianeidad de quienes utilizan el servicio de media distancia:
Gustavo, de La Colonia, Junín:“Soy metalúrgico. Vivo en Junín pero trabajo en la Zona Industrial de Godoy Cruz. Desde Junín pagaba 45 pesos de micro, con abono me quedaba en 37, 50 pesos. Me bajo en el Carrefour de Acceso Este y me tomo otro micro. Entre el aumento del urbano de 11 a 18 pesos y el aumento de la media distancia, sería algo de 56 pesos más por día que cuesta venir a trabajar, aplicando los descuento del abono”.
Edgardo, de Centro, Rivadavia: “Al no contar masivamente con pago mediante sistema de tarjeta similar a Red Bus o Sube, ya que sólo los abonos poseen esta característica y recién desde el 2018, no existen los trasbordos. Los redondeos del precio de los pasajes siempre son a favor del chofer. Hoy, el pasaje de Rivadavia a Mendoza cuesta 57 pesos, pero casi siempre termina siendo 60 pesos, todo librado a que el chofer tenga monedas para darte vuelto. Monedas que él mismo debe conseguir ya que la empresa no se la provee. Al llegar a Capital, tenemos que pagar el boleto completo. No tenemos trasbordo. Y el nuevo sistema de MendoTran no contempla a los usuarios que venimos del interior provincial, ya que para movilizarnos a distintos puntos de interés, sea universidad, casa de Gobierno, etc., debemos movilizarnos varias cuadras en una zona que no es de las más seguras, menos en horarios nocturnos”.
Luciano, de Centro, Tunuyán: “Laburo en el aeropuerto y en ese lugar no se puede ni comprar tarjeta ni cargarla. La mayoría de los turnos de mi trabajo son rotativos, por lo que es habitual salir de noche. La información que figura en maps de MendoTran dice que la mayoría de los colectivos que te llevan al centro salen desde una calle de Las Heras que está a 10 cuadras del aeropuerto. Mi hermano es estudiante universitario y a partir de la suba va a ver menos a su mamá y a su papá que viven en Tunuyán”.
Pablo, de Centro, San Rafael: “Es una banana viajar a Mendoza cada vez que lo tengo que hacer. Actualmente sale 180 pesos el pasaje. Ida y vuelta suma 360 mangos. A eso súmale que todas las empresas de acá que van a Mendoza tienen una demora de tres horas. A la empresa Iselín, la última vez que me subí le sacaron hasta el café. Otro garrón más, ya no te dan ni el café. Dice el mensaje ‘Señores pasajes por razones de recorte no le vamos a dar el café’. San Rafael – Mendoza es una distancia que tampoco es tanta para el tiempo y para la guita que demanda. En el casco urbano, el pasaje es otro garrón, porque las tarifas en nada se parecen a las del Gran Mendoza. El pasaje en la Etapa 1 está a 11 pesos y recorre exactamente sólo 25 cuadras. Imagínate la pobre gente que tiene que viajar a distritos”.
Carolina, de Las Catitas, Santa Rosa: “Estudio en la UNCuyo. Antes el pasaje me salía 75 pesos. O en ocasiones, haciendo trasbordo, me salía 86 pesos. Hoy en día, haciendo trasbordo me va a salir 126 pesos llegar hasta Mendoza. ¡Ni hablar de usar el colectivo para andar por el centro! Eso también es muy costoso. Estamos jodidos. Además del lío de las variaciones de los colectivos en Mendoza. Se hace difícil para quienes viajamos todos los días desde el Este: La Paz, Santa Rosa, San Martín, para llegar a la ciudad. Algunos no pueden, he escuchado a varios compañeros míos que van a abandonar porque el aumento de los pasajes les representa un gran problema”.
Darian, de Chapanay, San Martin: “Soy estudiante universitario. Este año creo que puedo contar con el plan Progresar y las becas de la facultad. A veces tengo que hacer tres trasbordos. Para llegar directamente a la facultad tengo que salir a las 9.30 o 10 hs desde mi casa para llegar al mediodía. Pero a veces no lo alcanzaba, y debía tomar uno a la terminal de San Martín y desde allí a Mendoza. Eso me generó muchos conflictos porque ya el colectivo era muy caro. No tenía forma de conseguir el dinero. Me gastaba entre 2500 y 3500 pesos al mes en colectivo nada más, sin contar que tenía que almorzar en la facultad. Los horarios a veces no coinciden. Es complicado. Es mucho dinero sólo en pasaje”.
Bebe, de Jocolí, Lavalle: “Es una vergüenza lo que sale el micro de Jocolí a Mendoza. De 40 a 58 pesos lo van a aumentar. Los micros siguen siendo los mismos, sin aire, sin calefacción, y los caraduras de Prestaciones Lavalle te lo aumentan como si fuera un buen servicio. Son unos caraduras”.
Virginia, de Palmira, San Martín: “Por suerte ya no tengo que viajar a diario para estudiar, pero es una barbaridad. Eventualmente tengo que viajar a Mendoza. Hasta ahora nos salía 33 pesos a Mendoza. No tenemos sistema Red Bus, no corre el trasbordo. Además mi pareja es de Guaymallén y se nos hace cada vez más difícil y costoso vernos”.
Iván, de Ciudad, Mendoza: “Trabajo en San Martín. A mí no me afecta el aumento del 45% porque gano bien, no me da para irme en auto todos los días. A mí lo que me molesta es que los choferes se queden dormidos. Hay cabeceos de los choferes mientras manejan. No me importa el aumento, con lo que gano no me importa. Pero no me quiero morir en la ruta. Lo lamento por la gente que no llega a fin de mes, soy consciente de eso. ¿Pero se puede quitar subsidios en un tiempo de crisis?”