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Emmanuel Álvarez Agis, ex viceministro de Economía de Cristina Kirchner, sostuvo que el principal desafío para el próximo gobierno “va a ser renegociar el acuerdo con el fondo” para “obtener más espacio fiscal y generar algún tipo de paliativo, sobre todo a la producción y el desempleo”.
“Cambiemos recibió un país desendeudado y devuelve un país endeudado y con un acuerdo con el fondo que casi que nos ata de pies y de manos”, remarcó el economista en este diálogo con Va Con Firma y aseguró que la segunda tarea va a ser “reperfilar la deuda pública” para que le dé al país “el tiempo razonable para poder crecer y generar los recursos para pagar esa deuda”.
Para Álvarez Agis, el “programa de ajuste” que aplica Cambiemos “va a hacer que la economía se meta en la trampa del ajuste”; que implica que “cada vez va a ser necesario un ajuste mayor porque la caída en la actividad económica va a hacer que la recaudación nunca se ponga a tono con el gasto y que el déficit fiscal siga empeorando”.
En cuanto a cómo llega Cambiemos a las elecciones, indicó que “la única buena noticia que tenía el gobierno para presentar eran las PPP y ahora producto del fracaso del programa económico y la suba del riesgo país que genera el propio acuerdo con el fondo, eso ha quedado en el olvido”.
-¿Cuáles fueron los desajustes más graves en la economía de este 2018?
-Fundamentalmente lo que pasó es que el experimento de libre mercado fracasó rotundamente y eso tiene que ser una enseñanza a futuro. Cambiemos pensó que ganando las elecciones cambiaba toda las dinámicas estructurales que ha tenido la economía argentina a lo largo de su historia. Pensaron que devaluando no subían los precios y subieron, que abriendo los importaciones las pymes no cerraban y las pymes cerraron, pensaron que abriendo la cuenta capital desregulando el mercado cambiario había lluvia de dólares y la verdad que llovió de abajo para arriba porque los dólares se fueron. Sometimos a la economía argentina a uno de los períodos de más intensa y rápida especulación financiera, los capitales vinieron durante dos años, se valorizaron a tasas de interés realmente muy altas y ante el primer desbarajuste a principios de este año se fueron y nos dejaron con una recesión que va a ser la peor desde el 2001 y una inflación que va a ser la peor desde la salida de la híper.
-¿Cómo ve el escenario de aparente estabilidad del dólar? ¿Cree que se va mantener esta calma?
-Creo que el problema y la trampa en la que está la Argentina es que la tasa que estabiliza el dólar es tan alta que al mismo tiempo te desestabiliza financieramente. Si la tasa que necesitamos para parar el dólar que al principio fue del 74% y después del 59%, es tan alta al final horada la credibilidad de la política monetaria. Ese tipo de niveles de tasa no es sostenible más allá de períodos cortos de tiempo donde uno busca estabilizar el dólar. Ahora querer parar la estampida contra el peso con la tasa de interés es como querer parar un tren haciéndole señas, es muy difícil que resulte bien. El problema es que Cambiemos tiene más ideología que pericia en materia de política económica, una economía como la Argentina no puede tener un mercado financiero como el suizo, no puede tener un nivel de regulación financiera como una economía desarrollada. Tenemos que tener una regulación financiera y de cuenta de capital adecuada a nuestra economía, que es tiene un nivel de desarrollo medio. Querer someter a la economía argentina a trabajar con leyes y regulaciones de economías súper desarrolladas hace que seamos uno de los países emergentes que más sufrió en el 2018 después de Turquía.
-¿Cómo analiza lo que ocurre con el riesgo país?
-El riesgo país, lejos de lo que dice el gobierno, no refleja que en el 2020 llega Cristina, si no que se va al fondo en el 2020. Refleja que los dólares que nos provee el fondo para un paquete que en principio era para cuatro años, al final del día el 90% Argentina se lo va a consumir en los primeros dos años, o sea, 2018 y 2019. Con lo cual el riesgo país y el acuerdo de bono soberano están reflejando que Argentina a partir del 2020 tiene muchas obligaciones en dólares y pocas fuentes de financiamiento en dólares. Ahí si vamos a poder hablar con cierta justicia de pesada herencia. En la medida en que el acuerdo con el fondo no se plantee en términos más razonables y no contemple los problemas estructurales que tiene la economía argentina, paradójicamente, cada vez que renovemos el acuerdo con el fondo el riesgo país en lugar de bajar va a seguir subiendo.
-¿Cree que hay alguna política como para que mejore la economía en 2019?
-Sí, pero dudo que Cambiemos tenga la versatilidad como para aplicarla. Incluso sin ir a ningún extremo me parece que el propio fondo ha tenido políticas muy distintas en otros países que le vendrían un poco mejor a Argentina y la diferencia no es el fondo sino son los gobiernos de esos países que han adoptado políticas distintas. Uno puede ver como es la aplicación del déficit cero en España y ahí se planteó en un horizonte de ocho años mientras que en Argentina se lo hizo en un horizonte de seis meses. Y además se planteó una ley de déficit cero que tiene una cláusula de vacas gordas y vacas flacas; o sea que cuando la economía anda mal España puede tener un poco más de déficit y compensarlo cuando la economía anda bien. Otro caso bastante paradigmático para estos momentos es el de Portugal, que tiene un acuerdo con el fondo que duró cuatro años y haciendo exactamente lo contrario de lo que le pidió el fondo pudo salir de la trampa de la austeridad, pudo subir las jubilaciones, bajar el impuesto a las Ganancias, pudo subirle los impuestos a las empresas y de esa manera canceló el crédito con el fondo en el tiempo estipulado y es una de las economías europeas que más crece en la actualidad. El problema no es tanto el fondo sino las ganas de Cambiemos de aplicar un programa de ajuste que va a hacer que la economía se meta en la trampa del ajuste, que es esto de que cada vez va a ser necesario un ajuste mayor porque la caída en la actividad económica va a hacer que la recaudación nunca se ponga a tono con el gasto y que el déficit fiscal siga empeorando.
-¿El gobierno va a poder presentar alguna mejora económica para las elecciones?
-No, porque de cara a las elecciones la única buena noticia que tenía el gobierno para presentar eran las PPP y ahora producto del fracaso del programa económico y la suba del riesgo país que genera el propio acuerdo con el fondo eso ha quedado en el olvido. Lo único a lo que puede aspirar el gobierno para el año que viene es a estabilizar el dólar, a no tener una corrida y si la tiene poder intervenir para parar esa corrida y por lo menos transitar la campaña electoral con el mercado financiero estabilizado. Si la transita con el mercado financiero con las inestabilidades que hemos visto en estos últimos meses ahí va a ser muy difícil que el gobierno pueda tener un buen desempeño electoral. No obstante si el mercado financiero está estable y si el gobierno puede ser capaz de estabilizarlo usando herramientas que por lo menos hasta hoy el fondo le prohibió usar; si ese fuera el caso, Cambiemos puede plantear una campaña que le quede un poco más cómoda donde la economía y sobretodo el dólar pueda estar fuera del eje de campaña, y se discutan más cuestiones que no tienen que ver con la economía porque me parece que en el plano económico el gobierno no tiene ningún logro para mostrar, eso está claro.
-¿Qué país va a recibir el próximo gobierno y cuál puede ser la estrategia para salir de esta situación?
-Paradójicamente Cambiemos recibió un país desendeudado y devuelve un país endeudado y con un acuerdo con el fondo que casi que nos ata de pies y de manos. En ese sentido el desafío del próximo gobierno va a ser como primera medida renegociar ese acuerdo con el fondo para obtener un poquito más de espacio fiscal para poder generar algún tipo de paliativo, sobre todo a la producción y el desempleo que van a ser las variables que más van a sufrir en 2019. El gobierno entrante se va a encontrar con un país con un desempleo muy alto y una utilización de la capacidad instalada muy baja, es decir, con una industria en recesión; y van a ser necesarias políticas que puedan empezar a revertir esa situación. Pero aplicarlas va a depender de que el fondo sea permeable a un acuerdo mucho más razonable. Y en el mediano plazo el desafío va a ser reperfilar la deuda pública de manera que Argentina tenga un perfil de vencimientos un poco más espaciado y que le dé el tiempo razonable para poder crecer y generar los recursos para pagar esa deuda sin que el pago de la deuda dependa del nivel de ajuste fiscal que pueda soportar la economía, que ya está en el límite de lo que se puede soportar.