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El ahora ex juez de la Séptima Cámara del Trabajo, Gustavo Estrella, había sido denunciado el 17 de mayo del 2014 por María Benedicta Ortiz, en ese momento su pareja. Fue al día siguiente de haber recibido una brutal golpiza y años hostigamiento psicológico de parte del magistrado.
El fallo del tribunal del Jury de en Enjuiciamiento fue unánime y tuvo lugar anoche luego de un extenso cuarto intermedio a los fines de que sus integrantes deliberaran la sentencia. Durante la audiencia el Procurador Alejandro Gullé, que es quien actuó como fiscal en el juicio político, había pedido que Estrella fuera destituido del Poder Judicial.
En consonancia con lo que alegó el querellante Fernando Peñaloza a lo largo del debate y a la luz de las pruebas, Gullé sostuvo que Estrella "tuvo un total desprecio por las normas que protegen a las mujeres" y agregó: "me pregunto cómo respondería si tiene que analizar, en su condición de juez, un caso de estas características”. Lo que marca un precedente en el devenir del Poder Judicial de Mendoza porque hasta el momento la perspectiva de género permanecía solapada en las causas que terminaban dirimiéndose en el ámbito del máximo tribunal.
En seguimiento de las pericias y la cruda declaración que, por última vez en este largo proceso, aportó la denunciante, María Benedicta Ortiz, Gullé entendió que "la conducta de Estrella es absolutamente coherente con el perfil que se describe en la causa. Tiene un rol de autoridad e impotencia, como así también escasa tolerancia”.
Estrella enfrentó el Jury de Enjuiciamiento sobre la causal de “desorden de conducta” que obtuvo, de parte del tribunal, el voto unánime para que finalmente se concrete su destitución: “en este debate se acreditaron las conductas que configuran hechos de violencia de parte de Gustavo Estrella”, sentenciaron.
“Lo importante es que este juez no es más juez”
“Estamos más que conformes con el veredicto, fue unánime, veintiún miembros votaron a favor de la destitución y creo que lo destacable es que se ha considerado que fue un hecho de violencia de género”, consideró el representante de María Ortiz, el abogado Fernando Peñaloza, quien entre otras querellas en causas ceñidas a la violencia machista integró la del juicio contra Mariano Luque, asesino y responsable de la desaparición de la adolescente Johana Chacón en Lavalle.
“Más allá del tiempo que ha corrido desde que se denunció ante el jury, nos satisface que un tribunal constitucional haya sostenido la acusación y que se votara, repito, por unanimidad”, ese es el punto que el abogado destaca cuando compara con las trayectorias que tuvo la causa, y al poner sobre la mesa el fallo benévolo con el que la justicia penal, tiempo antes, había “perdonado” al ex magistrado con una probation.
“Lo que importa es que está más que ratificado que Estrella agredió y lesionó físicamente a María Ortiz, un hecho que se enmarcó en violencia de género y que este juez no es más juez, dijo Peñaloza a VCF.
María relató su verdad por última vez ante un tribunal rebasado de varones.
María Benedicta había denunciado la violencia que recibió de Estrella, cuando todavía eran pareja, apenas ocurridos los hechos. Lo hizo ante la justicia y poco a poco fue contando la situación ante la prensa. Desde ese momento María fue llamada a declarar y a repasar el tormento de palizas, insultos e humillaciones que vivió entre 2006 y 2014, especialmente las de la noche del 17 de mayo, en distintas salas, cámaras e instancias.
El fuero penal permitió en 2016 que Estrella acordara una reparación económica con María Ortiz mediante una suspensión de juicio a prueba por el delito de "lesiones leves agravadas por el vínculo", por lo que no hubo condena. El abogado Fernando Peñaloza siempre rechazó esta instancia, pero la denunciante no tuvo más remedio que aceptarla ante las dificultades materiales de superviviencia que enfrentaba. De esta forma, el ex juez actualmente cumple una "probation" hasta el 2021 y antes de su destitución percibía la mitad de su salario.
Para llegar a ese punto fue necesario que a finales de 2014 el Jury de Enjuiciamiento suspendiera a el victimario en su cargo y le quitara los fueros, un paso obligatorio para que los jueces puedan ser investigados en el marco del delito.
El juez de la doble moral
María Benedicta Ortíz y Gustavo Estrella se conocieron hace 12 años en Malargüe, cuando ella tenía 29 años y el 44 años, fue en un set de box donde la joven trabajaba. El juez estaba casado, aun así, decía proyectar una nueva vida junto a María, por lo que la relación pocas veces tuvo momentos de tranquilidad.
Tiempo después de aquella primera vez juntos, María llegó a la Ciudad de Mendoza para estudiar la licenciatura de Higiene y Seguridad, había conseguido una beca de ayuda económica.
En Mendoza, la historia continuó con altibajos y ya empezaban a evidenciarse las situaciones de maltrato. Según declaró la denunciante, Estrella, muy ligado a la fe católica, la obligaba “a rezar y a arrepentirse” cada vez que mantenían relaciones sexuales. “Yo no me sentía arrepentida”, dijo durante el juicio, aun así, la manipulación del ex juez la empujaba a confesarse.
En 2011 la escalada de violencia se hizo palpable para María. Estrella la acusaba con virulencia de querer quedarse embarazada: hubo golpes, le tiró del cabello, empujones y control sobre su menstruación. Esto llevó a que ambos se alejaran y en 2013, cuando Estrella se separó de su esposa, retomaron el noviazgo.
Para ese momento María continuaba viviendo en la residencia universitaria de la Universidad Tecnológica Nacional. En este marco, hacia mayo de 2014, decidieron la convivencia que días después tuvo el peor desenlace.
Fue cuando Estrella, mientras miraba la televisión y ella se prepara para acostarse a dormir, le preguntó si dentro de diez años “lo iba a seguir queriendo”. La mujer respondió que no lo sabía, él insistió con la pregunta en medio de agresiones como verbales como “negra de mierda”, “loca autista” y una tormenta de palizas. La golpeó en la cara, en la boca, le dio una piña en el ojo, otra en el pecho, tomada del pelo la estrelló contra una pared y la arrastró por la casa. Por último, la tiró en la calle al grito de que no volviera.
María no tenía a donde ir, como pudo, con lo puesto y los golpes a cuesta, se dirigió a la fiscalía donde radicó la denuncia. Las lesiones fueron constatadas y tuvo un refugio provisorio.
Nunca guardó silencio. Ya en junio de 2014 el movimiento de mujeres de Mendoza y un grupo de senadoras reclamó el juicio político contra Estrella.
El tiempo trajo el resarcimiento económico para la víctima, lo que le permitió, aunque a costa de frenar la investigación penal, culminar sus estudios universitarios, pero el daño psicológico se sentía irreparable. La destitución de Estrella enmarcada en violencia machista es la instancia que comenzó a arrojar aires de justicia para la nueva vida que emprende por estas horas María.
Les integrantes del Jury de Enjuiciamiento fueron los ministros de la Suprema Corte Jorge Nanclares, Julio Gómez, José Valerio, Mario Adaro, Dalmiro Garay, Pedro Llorente y el subrogante de Omar Palermo, Gustavo Colotto (juez de la 3º Cámara de Apelaciones); los diputados Jorge López (UCR), Jorge Albarracín (UCR), Analía Jaime (UCR), Pablo Priore (PRO), Daniel Rueda (PJ, reemplaza a Carina Segovia), Helio Perviú (UC, ocupa el lugar de Jorge Tanús) y Mario Vadillo (Protectora); y los senadores Juan Carlos Jaliff (UCR), Marcelo Rubio (UCR), Adrián Reche (UCR), Miguel Bondino (UCR), Patricia Fadel (PJ), Samuel Barcudi (PJ) y Alejandro Abraham (UC).