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Agustín D´Attellis, economista y docente de la Universidad de Buenos Aires se refirió a la corrida cambiaria del día de ayer y sostuvo que “el gobierno tiene muy pocas herramientas para controlar el dólar” ya que “las pocas que tenía las fue utilizando y cada vez se va encontrando con un camino más angosto y con menos herramientas al alcance de la mano”.
“El Banco Central cuenta con un nivel de reservas que no es muy holgado para enfrentar este tipo de crisis”, agregó en diálogo con , y remarcó que “el mecanismo de subasta de 50 millones de dólares por día que vende el Central, que son los dólares que ingresaron por el fondo monetario, no alcanzan para calmar una plaza que en momentos de convulsión llega a operar más de 1.000 millones de dólares por día”.
El dólar se disparó ayer, luego de una calma de alrededor de un mes, un 3,1% y cerró a 29,59 pesos según el promedio que realiza el diario Ambito.com.
Para D´Attellis, el Banco Central logró “una estabilidad artificial” el último mes, ya que no resolvió en “ningún momento la corrida cambiaria que tuvimos hace un tiempo atrás”.
“Lo que ocurrió este último mes fue que con la llegada de Luis Caputo al Banco Central, como desembarcó en una situación muy complicada en materia cambiaria, necesitaba generar una estabilidad”, explicó el economista, y agregó que “en combinación con los bancos, de una manera muy artificial, muy manipulada, subiendo muchos la tasa de interés y llevándola a niveles insostenibles cercanos al 50%, logró contener al dólar en el muy corto plazo”.
D´Attellis advirtió que “los problemas de fondo nunca se solucionaron y bastaba con que cualquier señal, cualquier problemita interno o externo active un comportamiento otra vez hacia el dólar para que la corrida vuelva a tomar fuerza y aparezca nuevamente en escena”, como ocurrió en el día de ayer.
Consideró que la corrida de la divisa estadounidense fue “una combinación de factores externos” que se dio “más que nada por una situación complicada en Turquía” que afectó a Argentina; que está en situación vulnerable por la decisión “eliminar todo tipo de regulación sobre los flujos especulativos internacionales”.
Y a esto se le sumó “el conflicto interno que estamos viviendo por estos días con las denuncias cruzadas que terminan generando mucho ruido”, y que en un contexto de “un mercado interno debilitado, en una economía muy frágil, muy atada con alambre, encontraron la excusa para que los inversores retomen su comportamiento de refugio en el dólar”.
Sobre cuándo puede terminar esta escalada de la moneda estadounidense, el economista consideró que “es muy difícil de predecir porque cuando estas corridas cambiarias están lanzadas no suele haber un límite”.
Y agregó que “a no ser que aparezca alguna situación inesperada como podría ser un acuerdo de préstamo con el tesoro de Estados Unidos o alguna cosa que no estamos viendo en el escenario pero que permita un ingreso de dólares que calme un poco las expectativas, me parece que las cartas están echadas y estamos en una situación que indudablemente va hacia una crisis”.
Escenario económico
D´Attellis indicó que la economía “ya empezó a mostrar algunos indicadores muy malos”, como la caída del 5,8% en la actividad económica que informó el Indec, el desplome de la industria de 8,1% de junio, que “es la caída en el indicador industrial más fuerte de los últimos 16 años”, y la reducción de 5,8% en las ventas minoristas que publicó la Confederación Argentina de la Mediana Empresa y que marca el pulso del mercado interno.
“Estamos en una recesión que está lanzada, que va a seguir con este camino de caída en lo que resta del año y la gran duda es qué va a pasar el año que viene”, destacó el economista, y sostuvo que “el gobierno insiste en que el año que viene va a haber una recuperación pero yo no veo ningún motor de la economía que explique que esa recuperación va a ocurrir”.
Agregó que el único factor que “puede ocurrir es que pasada la sequía, se recupere un poco por el lado de la producción agropecuaria pero no es un motor que permita impulsar el crecimiento económico y tampoco que genere derrame hacia la economía interna y hacia el bienestar económico de la sociedad argentina”.
Y graficó el escenario económico futuro como una L, ya que se va a producir “una caída en la actividad muy pronunciada de acá a fin de año” y luego “un amesetamiento en una situación mucho peor que la que tenemos hoy para el año que viene”.