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No fueron cientos de mujeres las que llegaron a la Plaza Independencia desde la mañana del denominado “8ª”. Fueron miles. Todas diversas en sus formas pero bajo un mismo sentido: mostrarle al país la fuerza generada estos últimos meses por la conquista del derecho a decidir.
Al mediodía se montó una pantalla gigante a través de la cual se siguió el debate completo del Senado. Un gran acierto de las organizadoras del evento, pues los manifestantes fueron de cien en cien rodeando la transmisión con una atención inédita para este tipo de actividades callejeras, más si se tiene en cuenta la masividad de la convocatoria. Cánticos, aplausos y abucheos se fueron intercalando según la versa del senador que hacía uso de la palabra.
Hacia los costados de la plaza el verde, más que mera decoración, detonaba en expresiones artísticas que fueron desde mini recitales, teatro, lectura de poesías, danzas de todos los géneros, dibujantas en vivo, medios comunitarios con transmisiones abiertas, y un sector destinado a las estudiantes secundarias que sin dudas se volvieron el motor de la lucha feminista de este tiempo, y la principal ganancia en lo que va de esta batalla.
“Los derechos se conquistan en la calle”, “Ajusten sus salarios pero no nuestros derechos”, “Estado laico y democracia feminista”, “Nosotras decidimos”, “Somos las hijas de los pañuelos blancos y las madres de los pañuelos verdes”, “El aborto es un derecho como el pan y como el techo”, “Senadopark”, “Ni una muerta más en clandestinidad”, “Aborto legal en el hospital”, “Misoprostol para todas”, apenas un puñado de consignas que lucían en las pancartas teñidas de verde. Un reflejo de cómo a lo largo de estos meses de análisis y militancia por la IVE cada una dijo lo que tenía para decir.
A partir de la media tarde y hasta entrada la media noche se vivió el pico de explosión festiva en la vigilia de los encuentros entre mujeres donde no faltaron los abrazos y los saltos, las niñas, las jóvenes, las madres y las abuelas. No faltó ninguna. Todas estuvieron allí, desde las que le han puesto el cuerpo y la cabeza a esta causa desde hace 20 años hasta las que se sumaron hace tres meses.
El símbolo de la Plaza Independencia fundida en verde fiesta pese al rechazo parlamentario del obstinado y vital proyecto de la Campaña Nacional Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito delinea la profundización de una lucha que no terminó la madrugada de este jueves. Alguien dijo una vez “los feminismos todo lo transforman” y la evidencia que marcó esta vigilia es que para las mendocinas organizadas ya no hay un paso atrás.