Las canchas de fútbol ya no son lo que eran. Los metros no son iguales, los terrenos cambiaron y los intereses también. Cada equipo está conformado por cientos de agentes que buscan apoyar a un bando, convirtiendo en títeres a los jugadores.

Si cambiamos las "canchas de futbol" por países, "cada equipo" por Estado y "jugadores" por líderes políticos tendríamos la definición clara de lo que pasa en los países subdesarrollados o en vías. 

En la Argentina, la soberanía se perdió y estamos bajo el mando de ordenes de un grupo de señores que dicen saben administrar el dinero, pero solo saben recaudarlo para ellos, poniendo en jaque el rol del Estado y haciendo actuar a los funcionarios públicos.

También, se puede analizar aquí, en Kiev, en donde hace algunos meses las calles estaban llenas de sangre y muertes, mientras se debatía ideas políticas con palos. 

Las percepciones antagónicas entre un país más europeizado (este de Ucrania) frente a los pro rusos (oeste, limitando con Rusia), que sería el resabio de lo que fue la URSS, dividieron al país, donde Putin hinchó por un bando. 

En el 2010 asume en el poder un personaje llamado Víktor Yanukóvich que años después, en noviembre del 2013, dejaría el poder por un levantamiento social en donde afirmó tener miedo por lo que le pase a su familia, dejando un saldo de cientos de muertos y su sillón vacío. 

Los habitantes de Crimea, en un 80% rusoparlantes, movilizaron en 2014 para hacer un referéndum y salir de Ucrania para pasar a pertenecer a Rusia. Putín ayudó con su ejercito y se generó rápida la posición, pero no fue así en dos lugares que actualmente no tiene un estado presente y también querían unirse: Luhansk y Donetsk. Estos dos últimos, a comparación de Crimea, no tienen ni petroleo ni están en el Mar Negro. Qué casualidad. 

He llegado hasta aca, intentando hacer un punteo de un conflicto que lleva años, para explicar por qué es que no hay nada relacionado a Rusia y su mundial. Los bares no tiene publicidad y no leí en ningún lado: Rusia 2018. Es más, en la ciudad hay remeras con la cara de Putin tachada y Papel higiénico con su rostro.

El fútbol se transformó en otra cosa, porque la realidad está transformándose a cada momento y los intereses acompañan al fútbol. No sé qué hubiese pasado si Ucrania clasificaba, ¿hubieran hecho un boicot? ¿No hubieran ido? Son dos supuestos que siguen alimentando una división política, apoyada por agentes de los dos lados: de uno Putin y del otro la OTAN (donde Estados Unidos tampoco clasificó a la Copa del Mundo).

La realidad es que Kiev no se siente rusa, no le gusta Putin y no ve el mundial. Algo que me hará salir disparado cuando puedo conocer Chernobyl.