_

el miedo al morir nació la maestría de la inteligencia. Hace algunos años, papeles amarrillo y bocas ejercitadas mantuvieron viva la historia de Sherezade. Una mujer que creó una historia cada noche para no perder su cabeza. Una tras otra, hasta llegar a las “Mil y una noches”.
Ahora, nuestros hijos, con yemas jóvenes y bocas artificiales, tendrán la responsabilidad de mantener viva la historia de Zahra Khosknavaz, una mujer iraní que domingo a domingo se reinventa para cumplir su objetivo.
Un día de noviembre del 2017, un terremoto le avisó que podía perder su vida en cualquier momento y se preguntó: “¿Por qué morir y no realizar mis sueños?”. A partir de ese momento, el Persépolis Fútbol Club tuvo un nuevo hincha. Sí, “un”, ya que aquella mujer se tuvo que cortar el pelo, poner barba y esconder su identidad para hacer eso que tanto quería: ir a ver a su equipo.
Rodeada de hombres se rompió en llanto al ver el césped del campo de juego. Lo que todavía no sé es que si esas lágrimas fueron por una hierba nacida del suelo o por sentirse, solo por un instante, por primera vez en igualdad de condiciones después de tres décadas de vida.
Se lo quiero preguntar. Por eso la estoy buscando por alguna callecita de aca, de San Petersburgo, pero no creo encontrarla. O sí. Espero que sí. Yo tengo fe.