Argentina // 2018-05-27
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Leopoldo Moreau
“Terminar con esta pesadilla en 2019 se transformó en un clamor”
El diputado nacional de Unidad Ciudadana dijo que es necesario avanzar en un acuerdo electoral para el año que viene y destacó que “se perfila un gran espacio para que la oposición lo ocupe con inteligencia”. Afirmó que se llega al pacto del gobierno con el FMI por “el fracaso estrepitoso de una política suicida”.


Pasado poco más de un día de la multitudinaria marcha opositora del 25 de mayo en la avenida 9 de julio de Buenos Aires, que tuvo expresiones similares en otras ciudades del país, el diputado nacional Leopoldo Moreau sostuvo que los partidos políticos y las organizaciones sindicales que participaron “deben avanzar en un acuerdo electoral” porque ya “se ha transformado en un clamor en la Argentina, terminar con esta pesadilla en el 2019”.

El legislador por Unidad Ciudadana indicó en este diálogo con Va Con Firma que el pacto del gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI) “es el fracaso estrepitoso de una política suicida que nos llevó a esta situación” y agregó que “el problema es que la sociedad fue víctima de una gran estafa”.

Sobre la posible candidatura de María Eugenia Vidal a la presidencia en 2019, Moreau manifestó que “el estrepitoso fracaso de esta política inhibe a cualquier figura de Cambiemos para ser una alternativa en el 2019”, y remarcó que la gente “sabe que Macri y Vidal son exactamente lo mismo”.  También afirmó que “todavía” aspiro a que el radicalismo “tenga un momento de lucidez” y se retire de la alianza gobernante.

-¿Qué opina de lo que dijo Hernán Lombardi, qué detrás de la marcha del viernes estaba el kirchnerismo duro?

-Se ve que ni siquiera se preocupó por ver la marcha o debe haber leído Clarín, que no la publicó en tapa y por lo tanto no tuvo detalles. Fue una marcha precisamente que se distinguió de otras por ser tener mucha espontaneidad, con una enorme cantidad de familias que no estaban encuadradas en ninguna organización política. Me hizo acordar al acto del 9 de diciembre de 2015 cuando Cristina Kirchner dejó el gobierno. Y además fue una marcha que no contó con ningún tipo de promoción publicitaria, salvo las redes sociales, porque no se hicieron afiches ni spots publicitarios, y eso le da mucho más significado porque se juntaron cientos de miles de argentinos.

-¿Cree que el arco opositor que participó de la marcha, representantes de partidos políticos y de organizaciones sindicales, pueden avanzar en un acuerdo electoral para el 2019?

-Yo diría que deben avanzar en un acuerdo electoral porque ya se ha transformado en un clamor en la Argentina, terminar con esta pesadilla en el 2019. Y todavía falta transitar un largo camino de esfuerzos y de sacrificios que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional le va a imponer a la mayoría de la sociedad argentina. En ese sentido se va perfilando un gran espacio para que la oposición lo ocupe con inteligencia y con convicciones y con resistencia. Porque la unidad no se va a dar con fotos de los dirigentes sino como se dio el viernes en la calle, o la semana pasada en el Parlamento.                   

-¿El acuerdo con el FMI implica que el gobierno se quedó sin respuestas económicas y políticas?

-Es el fracaso estrepitoso de una política suicida que nos llevó a esta situación. El país en diciembre de 2015 estaba en un escenario de estabilidad y de equilibrio social, aunque no exento de dificultades. El gobierno de Macri demolió todos esos equilibrios, rompió el tejido social, destruyó el consumo, pulverizó el aparato productivo y se empachó endeudándose, a punto tal de que en enero de este año los propios acreedores dijeron ‘no va más’ y por eso esto desembocó en una corrida que termina arrojándonos a los brazos del FMI. El problema es que la sociedad fue víctima de una gran estafa, los grandes medios de comunicación, la derecha argentina, la derecha de Israel, la derecha de Estados Unidos y los capitales financieros internacionales pavimentaron el camino de la llegada de Macri al gobierno, cabalgando sobre la mentira y el odio. Hoy solo queda el odio porque la mentira se derrumbó. Nunca hubo una ‘pesada herencia’, la construyeron ellos destruyendo el país. Si hubiera habido un país desquiciado después del gobierno de Cristina nadie le hubiera prestado 100.000 millones de dólares como se lo prestaron al gobierno de Macri. El problema fue ese, que Macri se endeudó en 100.000 millones de dólares y los acreedores vieron que el gobierno no podía repagar la deuda, y lo obligaron a ir al Fondo Monetario Internacional; lo que implica fuertes recortes que van a afectar la salud, la educación y la calidad de vida de todos los argentinos. 

-¿Cree que el ajuste fiscal y de los gastos del Estado que propone el FMI resuelve los problemas económicos de la Argentina?

-De ninguna manera, los va a agravar. El problema económico de la Argentina no es el déficit fiscal, es el déficit del sector externo. No es que sobran pesos en la Argentina, faltan dólares. Y faltan dólares porque esta política en primer lugar desreguló los mercados financieros de modo tal que la circulación de capitales no tuviera ninguna restricción. En segundo lugar provocó un déficit comercial del orden de los 8.500 millones de dólares el año pasado, y este año apunta a los 10.000 u 11.000 millones de dólares. Hay un déficit en la balanza de turismo de otros 10.000 millones de dólares. Es decir hay un déficit del sector externo tremendo. El déficit fiscal además se amplió porque el gobierno hace una trampa cuando habla del déficit primario sin incluir los intereses de la deuda que ya hay que empezar a pagar. Pero si se los incluye, se duplicó el déficit fiscal. Además inventaron un déficit cuasi-fiscal con las Lebacs, que es una bola de nieve infernal que está provocando un pago de intereses imposible para un país que en algún momento va a explotar como una burbuja. Todo apunta a que las condiciones van a ser aún peores que las que atravesamos.

-Decía usted que la mentira se cayó. ¿Le parece que el gobierno se quedó sin discurso, sin el relato que tenía hasta ahora?

-Absolutamente. Yo creo que lo único que le queda al gobierno y a los grupos dominantes es el odio. El odio que se expresa en la estigmatización de la oposición, en la persecución político-judicial y de los medios hegemónicos sobre determinadas figuras políticas en la Argentina; es lo único que les queda como herramienta. Espero que no estén pensando en apelar a la herramienta de la represión masiva.

-Parecería que Cambiemos ya está pensando en María Eugenia Vidal para el 2019. ¿Cree que puede ser así, que Macri está desgastado?

-Creo que el estrepitoso fracaso de esta política inhibe a cualquier figura de Cambiemos para ser una alternativa en el 2019. La gente sabe que Macri y Vidal son exactamente lo mismo. Ya no se engaña con esto. En todo caso si en algún círculo están especulando con esa posibilidad, es porque están al borde de una implosión. Yo todavía aspiro a que el radicalismo atine a tener un último instinto de supervivencia y se retire rápidamente de esta coalición que no es una coalición de partidos políticos sino es una coalición que conducen los CEOs. Acá no hay proyecto de país, acá hay plan de negocios. Todavía aspiro a que el radicalismo tenga un momento de lucidez y trate de salvar en términos históricos la identidad que lo caracterizó siempre, y se retire a tiempo antes de ser cómplice del último acto trágico de una obra teatral que se inició en diciembre de 2015 con la asunción de Macri.


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