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Federico Bernal, titular del Observatorio de la Energía, Tecnología e Infraestructura para el Desarrollo (Oetec) destacó, en relación al tarifazo, que es “cada vez más grave” lo que hace “esta administración ultraneoliberal” y “cada vez lesiona más los intereses de la población”.
Sobre los beneficiados por el aumento de las tarifas de servicios públicos, Bernal manifestó en diálogo con Va Con Firma, que son “un puñadito de empresarios” que son “los socios de este Poder Ejecutivo” y que son “o parientes cercanos de Macri como Caputo o socios capitalistas” de Cambiemos.
El director del Oetec sostuvo que la gestión del ministro Aranguren al frente de la cartera de Energía es “brillante desde el punto de vista de los intereses de Shell” y agregó que los resultados de YPF en los dos últimos años fueron “calamitosos”.
-¿Qué opinión tiene sobre el pago en cuotas y con intereses del tarifazo que lanzó el gobierno?
-No me sorprende a esta altura nada de lo que haga esta administración ultraneoliberal, es cada vez más grave lo que está haciendo y cada vez lesiona más los intereses de la población. Porque el servicio público, que es un derecho humano, deba pagarse en cuotas porque la ciudadanía no lo puede pagar y además se cobren intereses y se omita todo lo que fueron estos dos últimos años de incrementos tarifarios, de precarización del pueblo argentino, de inflación descontrolada, de ganancias exorbitantes de las empresas; todo esto suma a que sea realmente grave e indignante.
-¿Desde el Oetec expresaron la necesidad de volver a plantear lo que dijo la Corte Suprema, que los servicios públicos son un derecho humano?
-Sí, porque otra de las cosas que desoyó este tarifazo en cuotas más interés es el fallo de la Corte Suprema de agosto de 2016 que precisamente, entre los muchos conceptos medulares que transmitió, es el de considerar los servicios públicos esenciales derechos humanos y en el caso de justificarse un incremento de la tarifa debía ser razonable, justo, gradual y progresivo. No es ni justo, ni gradual, ni progresivo; absolutamente nada. Por donde se lo mire es indignante.
-¿Quiénes son los ganadores del tarifazo, los que se benefician con esto?
-Se benefician un puñadito de empresarios, ni siquiera todos, que son los socios de este Poder Ejecutivo, que además son, o parientes cercanos como Caputo de Macri o socios capitalistas. Digo socios capitalistas porque contribuyen y habrán contribuido a la campaña de Cambiemos. Son grandes contribuyentes a este proyecto político. Estos son los grandes beneficiados, Nicolás Caputo, Marcelo Midlin, Rogelio Pagano, Eduardo Eurnekian y un par de nombres más del sector energético; no más de cinco. El ministerio está cooptado por las propias empresas, como los entes reguladores, donde hay hombres que responden a las empresas. En el caso del ENRE (Ente Nacional de Regulación Energética), por ejemplo, está el anterior subsecretario de Coordinación de Política Tarifaria que fue diez veces testigo de parte de energéticas contra la Argentina ante el Ciadi (Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones). Preside el ENRE y antes era el que había definido la política tarifaria de Aranguren y Macri en 2016 y 2017. El anarcomercadismo energético es pavoroso y escandaloso.
-¿La producción de gas viene en caída?
-En 2017 la producción de gas cayó un 1%; desde 2014 es la caída más grande. Venía de una reversión de las tendencias declinantes desde la recuperación de YPF, cerró 2015 con un 3,6% de crecimiento y ese crecimiento se prolongó en 2016 porque creció 4,9%. De ese 4,9%, un 90% corresponde a Vega Pléyade, un yacimiento que se puso en marcha en 2013 pero que recién comenzó a producir gas en febrero de 2016. El incremento de 2016 producto de las políticas de Macri fue un 0,5%. Si no fuera por este yacimiento que corresponde a la famosa pesada herencia, la producción de gas hubiese registrado una fortísima desaceleración en 2016. Y en 2017 lo que vemos es finalmente una caída porque Vega Pléyade no llegó a compensar la profundización de la caída de todos los yacimientos que ya venía desde 2016.
-¿Cómo definiría la gestión de Juan José Aranguren al frente del ministerio de Energía?
-Brillante, desde el punto de vista de los intereses de Shell. Brillante, porque por ejemplo la cuota de mercado de Shell en combustibles, naftas y gasoil en el mercado interno creció un 20% entre 2015 y 2017, y la de YPF cayó un 7%. Es la principal empresa importadora en un mercado desregulado, es la que fija el precio y quien actúa como empresa testigo porque tiene el poder de importar; y ese poder de importar está concentrado en Shell y en su socia holandesa Trafigura. Es la principal importadora de GNL, además el gas que importamos de Chile lo hacemos directamente a través de Shell, porque Shell se lo provee a Chile. La producción de Shell en gas está aumentando en Vaca Muerta como nunca desde el 2014. Shell está haciendo pingues negocios, está creciendo en todos los segmentos de la energía y eso es consecuencia de tener como ministro a quien fue 10 años su presidente, además de que sigue siendo accionista. Porque dice haber vendido las acciones, pero las tiene en dólares o en libras en algún banco de Europa a la espera de que cuando termine su mandato volver a comprarlas, porque es lo que se hace en estos casos cuando tienen el poder realmente. Se desprenden de las acciones, pero despúes las vuelven a comprar. O alguien vio algún documento firmado por Aranguren en la Oficina Anticorrupción donde se compromete a no recomprar las acciones una vez que termine su mandato. Entonces hay que medirlo por lo que es, no por lo que creemos que debería ser en una función ministerial. Aranguren renunció, pero no abandonó la dirección de Shell y voy a evaluar la gestión como lo que es, el presidente de Shell y su accionista.
-¿Trajo algún beneficio para Argentina la liberalización del precio de combustibles, como prometieron cuando tomaron esa medida?
-Absolutamente ninguna. La producción de petróleo cayó, no acumulado, un 10% en 2017 respecto del 2015, la producción en las cuencas productoras, fundamentalmente en la neuquina y en la del Golfo San Jorge, que son las que usamos para refinar el petróleo que sale de ahí, se vino abajo también. Pagamos el precio de combustible más caro que Chile, que es un país que importa el 100% del petróleo que refina, y ahora estamos sujetos a la vulnerabilidad y a la crisis internacional que atraviesa el sector, que siempre fue vulnerable porque el petróleo y los combustibles son factores guiados por la geopolítica y por la especulación financiera también.
-¿Cómo ve la situación actual de YPF?
-YPF está a merced de Aranguren, por lo tanto, de Shell. Los resultados de YPF en estos últimos dos años fueron calamitosos, cayó la producción de gas, de petróleo, cayó su cuota de mercado en materia de combustibles. De los nuevos combustibles que se venden entre un año y otro YPF, está participando con menos del 20%. Las inversiones que realiza son exiguas, ha disminuido su participación en las provincias más importantes. Y además se plegó a las políticas de ajuste y de flexibilización laboral contra los trabajadores petroleros.