El futuro es mujer", "La revolución será femenina o no será", "Matria o muerte"; reminiscencias de eslóganes setentistas que brotan con un sentido nuevo y quizás más subversivo, inquietante.

Las consignas son contundentes. Están por todos lados, cada cartel es una manifestación de principios indiscutibles, una afirmación que repercute disparando reflexiones acerca de situaciones establecidas que se resquebrajan.

Las consignas son la evidencia, una de las evidencias, además obviamente de la presencia de miles de mujeres, de la consistencia del movimiento de mujeres. Un movimiento que ha ido creciendo como ningún otro a base de militancia, trabajo, discusión, organización y mucha construcción teórica aplicada a la acción.

La jornada del 8M, aunque esperada, no deja de deslumbrar, impactar  y deja la fuerte sensación de que ya nada será como fue".