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Leandro Santoro sostuvo que “el gobierno tomó una decisión desde hace mucho tiempo que es favorecer a los fuertes y perjudicar a los débiles” y en ese camino que está empezando a recorrer“va a tener segundos y terceros capítulos de intento de ajuste estructural”.
Para el electo diputado de la ciudad autónoma de Buenos Aires por Unidad Ciudadana, Cristina Kirchner “va a decir las cosas que hay que decir en el tono que hay que decirlo” a partir de su llegada al Senado, y su presencia en el Congreso, junto a los sindicatos “en la calle” son “la única garantía para garantizar la defensa de los derechos adquiridos”.
Santoro remarcó en diálogo con Va Con Firma que desde el gobierno de Cambiemos “usan a la justicia para apretar a la gente” y que “el Estado de derecho está absolutamente lesionado” ya que “es más importante el enjuiciamiento mediático y la condena mediática que la condena judicial”.
-¿Cuál es la importancia y el papel que va a pasar a jugar Cristina Kirchner en el Senado?
-Todos tenemos mucha esperanza que Cristina ponga el debate en los términos y en la clave que hay que ponerlo. En la clave económica, en la clave política, dejar de discutir el “puterío” desde la superficialidad para pasar a discutir el corazón de las políticas de este proyecto que cuentan lamentablemente con un blindaje mediático muy fuerte. Cristina va a poner los puntos sobre las íes y va a decir las cosas que hay que decir en el tono que hay que decirlo, para alertarle a los argentinos que hayan votado o no a este gobierno acerca de los cambios que seguramente le va a proponer al Parlamento en los próximos años. Con Cristina ahí va a ser más difícil sacar la reforma laboral, o profundizar una segunda reforma laboral o impositiva o incluso una segunda reforma previsional, porque creo que este gobierno no nos dio todo lo que tiene pensado darnos. Está empezando a recorrer un camino en espiral lamentablemente, que va a tener segundos y terceros capítulos de intento de ajuste estructural porque ellos vienen a cambiar la matriz económica, social, productiva y política de la Argentina y para eso, como dijo Marcos Peña, piensan avanzar en sucesivas reformas estructurales y sucesivas oleadas de reformas. Que Cristina esté en el Senado como que esté la CGT en la calle creo que es la única garantía que tenemos para garantizar la defensa de los derechos adquiridos y para defender los derechos de los trabajadores.
-¿Por qué cree que se aprobó la reforma previsional y el pacto fiscal en el Senado con una amplia mayoría, cuando que está claro que perjudica a los jubilados?
-Básicamente el gobierno lo que está buscando es un ahorro presupuestario de 120.000 millones de pesos y lo hace a costa del salario de los jubilados y de todas aquellas personas que cobran algún tipo de prestación desde la Anses; ya sea pensionados, pensiones no contributivas, pensiones por discapacidad, asignación universal por hijo o asignación familiar. Quiere decir que para cerrar la ecuación económica y para asistir financieramente a María Eugenia Vidal por el Fondo del Conurbano Bonaerense que le permita hacer obra pública, y para compensar la pérdida que le va a generar a las provincias la reducción de Ingresos Brutos, el gobierno tomó la decisión de perjudicar a los sectores más vulnerables de la sociedad.
-¿Por qué lo aprobaron los senadores si está bastante claro que perjudica a los jubilados?
-El gobierno tomó una decisión desde hace mucho tiempo que es favorecer a los fuertes y perjudicar a los débiles. Y lo que hace en el marco del parlamento es extorsionar a los gobernadores, tanto con la obra pública como con determinado tipo de asistencia financiera, para que obliguen a su vez a sus diputados y a sus senadores a que legislen, no en función del interés general, sino en función de las premisas que el gobernador le pone como consecuencia de la extorsión del gobierno nacional.
-¿Cómo analiza el papel de los senadores peronistas o en el caso particular de Miguel Ángel Pichetto, que votaron a favor de la reforma previsional?
-No creo que la gente que apoya a este proyecto lo haga pensando que le hace un bien al país, creo que lo hacen como consecuencia de ésta extorsión. En el caso de Pichetto, encontró un lugar en el sistema político administrando los intereses de los gobernadores en Buenos Aires y generando un puente de comunicación entre el gobierno nacional y esos gobernadores. Encontró un rol importante que le permite a él tener cierta gravitación en el sistema de decisiones nacionales; pero es un burócrata del Estado que lo que hace es operar en función de intereses que no necesariamente tienen que ver con los intereses ni del Partido Justicialista, ni de Unidad Ciudadana, ni del interés general de la gente, sino que tiene que ver con preservar su posición de poder a partir de esa suerte de relación de pivote que ha construido.
-¿Le parece que el nivel de blindaje mediático al gobierno llegó a un punto muy alto, pensando en que los diarios Clarín y La Nación no mencionaron siquiera la movilización de 300.000 personas al Congreso el miércoles?
-Hace dos años que el gobierno tiene un blindaje mediático increíble, y me parece que la explicación de por qué la gente se banca este tipo de ajuste, con todo lo que esto significa, con un proceso de endeudamiento externo que va a complicar mucho más las cosas en el futuro, con todo un proceso de desmantelamiento del Estado de bienestar y de desprotección de la gente, es porque hay un sistema de medios de comunicación que manipulan y modelan la subjetividad de las personas a beneficio de la elite dominante que está gobernando. Este proyecto económico no se sostiene sin un proyecto cultural incentivado por los medios de comunicación.
-¿La única forma de que el gobierno pierda credibilidad es después de un desastre económico?
-Si eso llegara a ocurrir de esa manera, seguramente generaría un salto en la conciencia de la gente y un proceso de aprendizaje histórico importante. Igual yo aspiro a que la política cumpla un papel a la hora de advertir y alertar sobre los riesgos que estamos corriendo como sociedad por estar gobernados por un grupo de gente que lo único que le importa es echarle letras a la bicicleta financiera para que ganen los bancos, a costa del endeudamiento externo y del empobrecimiento general de la población. La política tiene un rol ahí, no necesariamente una crisis económica va a hacer que estos sectores perjudicados abran los ojos; yo espero que lo hagan mucho antes como consecuencia de la acción política de Unidad Ciudadana.
-¿Cuál es el panorama que se viene en Argentina después de lo que ocurrió con Santiago Maldonado o Rafael Nahuel?
-Uno cree, porque la experiencia histórica así lo indica, que este tipo de programas económicos cierran solamente con represión. Una represión que va a estar focalizada en los sectores sociales más perjudicados; seguramente el año que viene vamos a acostumbrarnos a ver a estatales protestando y siendo reprimidos por la policía. Pasa lo mismo con los pueblos originarios que reclaman territorios, tal vez volvamos a presenciar las manifestaciones de los jubilados como estábamos acostumbrados en los ‘90, con el recuerdo de Norma Pla y probablemente el gobierno tome en algún momento la iniciativa de reprimir al movimiento estudiantil, que es el actor que uno espera que se ponga a la vanguardia de los reclamos, porque son los estudiantes, los pibes, los que tienen que tener una situación más comprometida. Y cuando esto ocurra, que va a ocurrir porque por este camino lamentablemente las consecuencias sociales de la Argentina van a ser nefastas, seguramente el gobierno va a estar dispuesto a demostrar que hay que garantizar el control de las calles y el orden público a sangre y fuego, porque hasta acá lo que ha venido haciendo es advertir que el camino es ese.
-¿Cómo ve la situación del Estado de derecho en la Argentina?
-El Estado de derecho está absolutamente lesionado, es más importante el enjuiciamiento mediático y la condena mediática que la condena judicial. Me parece que la justicia es un ariete del poder político y del poder mediático, que lo único que hace es laburar y sacar sentencias para garantizarle al gobierno nacional la gobernabilidad o para mandarle mensajes a determinados sectores. Cuando te meten en cana a un sindicalista no hay atraso en la vocación de justicia, ni un “mani pulite” en la Argentina, lo que hay es un mensaje a otro sindicalista que tiene aceptar la flexibilización laboral y sentarse a pactar con el gobierno o ese va a ser su destino. Usan a la justicia para apretar a la gente, me parece que de esto nos damos cuenta todos. Hasta el mismo diario La Nación ha dicho en una columna que reconocían las operaciones del gobierno con el juez Lijo, y reconocían también que el juez Lijo incluso había tenido la chance de zafar a su hermano de un jury como consecuencia de que es el juez que queda a cargo de la causa de investigación al correo, que es la que afecta a la familia Macri. Con lo cual es evidente que la manipulación sobre la justicia y la vulneración del Estado de derecho en la Argentina está en niveles que nunca antes habíamos visto.
-¿Qué importancia le da a la reorganización sindical, a partir de la Corriente Federal de la CGT y las CTA, y luego de la movilización contra las reformas?
-No sé si este tipo de movilizaciones sirven para revertir el programa económico, creo que es muy difícil; este gobierno tomó la decisión de avanzar en una dirección. Lo cierto que sin este tipo de movilizaciones el ajuste sería mucho más brutal, mucho más despiadado. De hecho lo que el gobierno dice es que estamos frente a un proceso de reforma o reformismo permanente y lo que se marca es una tendencia y la intención es seguir avanzando en la profundidad de estas medidas a partir de que las condiciones políticas se vayan generando. Si la CGT y la política, Unidad Ciudadana y los partidos de izquierda no ocupamos la calle lamentablemente esta agenda que hoy nos parece retrógrada va a parecer reformista al lado de las propuestas que este gobierno va a tener de cara al 2018 y de cara al 2019; porque ya anunciaron que su destino es el de tratar de equilibrar las cuentas públicas sobre la base del hambre de la gente. Y ni hablar el día que tengan que devolver la deuda externa que están tomando porque cambien las condiciones internacionales, ahí el ajuste va a ser feroz. El rol de los sindicatos, de los partidos políticos y del pueblo en la calle básicamente es ponerle un freno a este proceso político y tratar de contener el máximo que se pueda el daño que este gobierno quiere causar.