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Estimado Ricardo,
Esta carta está dirigida a vos como principal aunque no exclusivo destinatario ya que en el mismo momento de enviártela la abriré al conocimiento público por cuanto medio tenga a disposición. La escribo y la difundiré motivado por conocer tu labor científica a partir de la interacción que mantuvimos mientras estuve en la gestión pública provincial, por la experiencia de haber participado en el debate previo a la sanción de la Ley de Protección de Glaciares y por la información que he obtenido sobre las circunstancias que rodean al caso que motiva el escarnio público al que hoy estás siendo sometido.
Con enorme consternación y profunda tristeza he tomado conocimiento de la impensada y evidentemente injusta decisión del procesamiento en tu contra dispuesto por el juez Sebastián Casanello en el caso en el que se investiga la contaminación del río Jachal provocada desde la minera Barrick Gold. Sorprende e indigna que, en lugar de buscarse entre los directivos de la empresa contaminante a los responsables, el Juez arremeta contra quien ha aplicado criterios técnicos y científicos, reconocidos como válidos en el mundo, para la preservación del ambiente en áreas glaciares y periglaciares.
Al ponerse en el banquillo de los acusados a un científico se está sometiendo a la ciencia misma al triste lugar de principal y casi exclusiva sospechosa de las responsabilidades que caben a las multinacionales depredadoras y contaminantes que protagonizan estos graves incidentes. Esas empresas se llevan la riqueza de nuestro subsuelo, dejan los pasivos ambientales y eluden con enorme facilidad las responsabilidades civiles y penales que deben asumir por los daños ambientales que provocan. La eliminación de las retenciones mineras y la desregulación de los mecanismos de inversión y repatriación de utilidades son algunos de los síntomas que demuestran la absoluta permeabilidad del gobierno a los designios de esas multinacionales. El sobreseimiento del gerente general de Veladero y la atribución de presuntas responsabilidades mediante el procesamiento de operarios de la mina por parte de la justicia sanjuanina es una muestra de hasta dónde llega el poder de las multinacionales mineras sobre la política y el poder judicial.
No solo sorprende la decisión judicial del Juez Casanello. La celebración de su fallo por algunas ONGs ambientalistas consolida mis sospechas acerca de la penetración de tales instituciones por intereses espurios que nada tienen que ver con la preservación del ambiente. El ambientalismo funcional a los intereses de las grandes trasnacionales se refleja hoy en el Congreso Nacional de la mano del PRO a través de diputados oficialistas que callan sistemáticamente ante las aberraciones cometidas por el actual ministro de Ambiente y ante las atrocidades planificadas por el presidente Macri para dejar sin efecto aspectos centrales de la Ley de Glaciares. Son los mismos que cuestionaban durante el debate del proyecto de ley el papel asignado al Ianigla y que desde entonces han buscado degradar su credibilidad. Ahora, devenidos en funcionarios o legisladores oficialistas son los que impulsan los recortes al Conicet y la destrucción del sistema científico y técnico argentino en instituciones fundamentales como son el INTA, INTI, Fadea e Invap, para solo mencionar algunos de los organismos y empresas públicas más afectados por las políticas en contra del desarrollo de conocimiento nacional.
Tu procesamiento, Ricardo, me confirma en la convicción de que hay fuertes intereses representados por actores públicos y privados que buscan cargar contra aquellos que impulsaron la sanción y aplicación de la Ley de protección de Glaciares, contra el Ianigla y el Conicet y contra los científicos que trabajan en el Inventario Nacional de Glaciares, con la cada vez más explícita finalidad de demoler el sistema legal e institucional de protección del ambiente en favor de la eliminación de restricciones a las multinacionales mineras.
A través de esta carta quiero dar mi testimonio acerca del papel central que tuviste en el debate previo a la sanción de la Ley de Protección de Glaciares. Todos deben saberlo: sin la acción decidida y clarificadora de Ricardo Villalba la República Argentina no tendría una Ley de Protección de Glaciares. Sin el compromiso del Ianigla y el CCT Mendoza del Conicet no habría una legislación protectora de los glaciares y las áreas periglaciares en nuestro país. Estoy seguro que en el gobierno nacional lo saben y que por eso presionan y arremeten contra quienes han sido y son pilares en la sanción y aplicación de esta ley que nos enorgullece como argentinos en el mundo.
También quiero recordar y destacar tu enorme aporte a la gestión ambiental en Mendoza. Durante mi gestión como Secretario de Ambiente pude comprobar que tu solidez científica estaba acompañada por un compromiso sincero con el cuidado del ambiente y el desarrollo sustentable de Mendoza y de la Argentina. Nos sentimos honrados al saber que un hombre de nuestra provincia integraba el Panel Intergubernamental de Cambio Climático que había sido galardonado con el Premio Nobel de la Paz. Pudimos trabajar juntos iniciativas valiosísimas que hoy naufragan en una Mendoza en la que parece solo importar lo que aparece en vidriera. Es así como el Plan de Gestión Ambiental, la Agencia de Cambio Climático, la Ley de Ordenamiento Territorial y Usos del Suelo y tantas otras iniciativas positivas que recibieron tu generoso aporte y que hoy han sido transformados en mi opinión en instrumentos en desuso, una perversa forma de dejar que todo siga siendo como era y como es en favor de los intereses económicos de los dueños de Mendoza. Se trata de la misma lógica que quieren aplicar con la Ley de Protección de Glaciares y con los instrumentos que creó: cuestionar los términos y alcances de la ley y desprestigiar a quienes la aplican para, en la práctica, poder actuar como si no hubiera ley. Perversidad, cinismo y depredación conjugadas en favor del capitalismo de amigos que en estos tiempos la política y los gobiernos promocionan y favorecen.
Desde que decidí en mi adolescencia asumir un fuerte compromiso político tomé progresiva conciencia de que debía asumir el riesgo de que la honorabilidad personal se viera mancillada por el accionar canalla de quienes hacen de la sospecha y la denuncia fácil un ejercicio cotidiano. En tiempos recientes he visto cómo de manera creciente no solo los políticos estamos sometidos a esas reglas inexorables de la vida pública. Lamento mucho que quienes no están directamente vinculados con la política padezcan cada día de forma más frecuente esas circunstancias que afectan gravemente la vida personal, familiar y social. Me entristece profundamente que una situación de esta naturaleza esté ocurriendo con vos porque conozco tu honorabilidad, tu honradez y tu estilo de vida marcado por la austeridad y la sencillez.
Hago votos para que en el proceso al que estás siendo injustamente sometido finalmente se haga Justicia. Desde mi lugar en el Congreso Nacional sostendré públicamente la defensa de tu actuación y la de los científicos del Ianigla y exigiré un funcionamiento independiente del Poder Judicial en esa investigación que, por ahora, es una muestra de la más flagrante parcialidad, arbitrariedad e injusticia.
Un fraternal abrazo.
Guillermo Carmona