Entrevistas // 2017-06-21
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Atilio Borón - Parte 1
“En esta elección se hubiera podido propinar una derrota al oficialismo que lo obligue a detener este rumbo”
En diálogo con VCF, el crítico intelectual latinoamericano, opinó que la unidad del campo popular es fundamental ya que “el objetivo principal es defender esta ofensiva brutal del macrismo”. Y agregó: “Observo el proceso electoral con mucha preocupación porque se da al margen de toda participación ciudadana, sin discusión de los grandes temas que afectan al país.”


En el marco de las 3° Jornadas de Sociología de la Universidad Nacional de Cuyo, el intelectual latinoamericano Atilio Borón, brindó una entrevista a VCF en la que incursionó en el proceso electoral argentino. El analista político que en la misma institución mendocina años atrás anticipó el triunfo de Macri, en esta oportunidad brindó un diagnóstico del estado de la derecha regional, de los movimientos progresistas latinoamericanos y analizó el declive del neoliberalismo globalizado y de la hegemonía estadounidense.

- ¿Cómo observa el proceso electoral que actualmente está transitando la Argentina?

- Lo observo con mucha preocupación porque es un proceso que se da al margen de toda participación ciudadana, que vuelve a producirse a puertas cerradas, sin una discusión efectiva de los grandes temas que afectan al país, en donde parece que lo único que importa es ver qué alianzas se van a hacer, con quién, especulaciones de cargos y nada más. Entonces pienso que seguimos muy atrasados en el proceso de crear una cultura democrática en la Argentina. Las PASO tenían esa intención, es decir, de suscitar una discusión, un examen en profundidad de los grandes temas nacionales, pero evidentemente no funcionaron como se esperaba.

Ahora hay un caso crucial que es el de la provincia de Buenos Aires, donde a mi entender, la fragmentación de lo que era el kirchnerismo en tres partes - una parte con Massa, otra con Cristina y otra con Randazzo-, me parece que es una ofrenda de los dioses una vez más al gobierno de Macri y al gobierno de María Eugenia Vidal. Por más de que Cristina gane, va a ser difícil que obtenga más de un 35 ó 38%, lo cual para ella, como ex presidenta, es un triunfo que tiene sabor a derrota. Hubiese sido distinto que ese espacio se hubiese unificado, no ahora, sino mucho antes. Me parece que se podría haber llegado a una situación más promisoria, porque acá el objetivo principal es frenar esta ofensiva brutal del macrismo y de esta manera no veo yo que se la pueda detener.

- ¿No cree que las PASO hubiesen sido, en esta ocasión, un instrumento algo peligroso? En el sentido de que Cambiemos hubiese ido a votar contra Cristina en las internas abiertas de un posible gran frente en provincia de Buenos Aires.

- Si, podría ser, pero creo que hay un problema de implementación de la norma. O sea, las PASO quieren decir Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias. Y tienen que ser obligatorias aunque exista lista única. Pero en la Argentina, la institucionalidad republicana (para usar una palabra muy manoseada) es muy débil, vos tenés una ley que declara la obligatoriedad de las PASO y los partidos no las cumplen. Y no hay ningún fiscal que diga señor, usted tiene que convocar a las PASO.

Creo además que hay otros problemas, por ejemplo se obliga a los partidos políticos a definir alianzas sin saber quién está adentro, quienes son los candidatos. Hay muchas cosas que revisar, es necesario hacer una reforma política profunda en la Argentina, y debe extenderse hasta la Constitución, porque la misma se sancionó en 1994, y en más de un sentido tiene que ser revisada. Es tributaria, una concepción democrático liberal que no se compadece con las necesidades del ordenamiento democrático del mundo actual.

Hay que revisar la parte dogmática de la Constitución que no fue revisada, una Constitución que refleja los valores e ideales que había a mediados del siglo XIX. Estamos ya en la segunda década del siglo XXI y todo aquello permanece incólume.
Sin embargo, ahora no está dado el contexto para una revisión de ese tipo.

- ¿Cómo observa en la actualidad la construcción hegemónica de Cambiemos?

- La construcción de Cambiemos es difícil valorarla. Porque en la Argentina hay 24 jurisdicciones, y en cada una de ella se dan diferentes marcos de alianzas. Es el caso de la relación de Cambiemos con los radicales, en algunos lugares este último está incluido en la Alianza, en otros no. En el marco de las fuerzas del kirchnerismo lo mismo. O sea, el problema es que este país es federal en el peor sentido de los términos, entonces no hay una estrategia global de ningún partido. El kirchnerismo no tiene una estrategia de alianzas de carácter nacional, tiene una estrategia para la provincia de Buenos Aires, otra para CABA, otra para Santa Fe, etc. Y lo mismo pasa con Cambiemos, tienen alianzas muy transitorias, muy efímeras en algunos casos circunstanciales.

Hasta ahora esta situación les ha servido para ganar, y yo lo qu temo es que si vuelven a prevalecer ahora, aunque no logren una mayoría, porque si vuelven a tener un caudal del 35% de los votos en provincia de Buenos Aires, y si lograran sacar aunque sea un punto más que Cristina allí, -estamos suponiendo que Cristina va, cosa que todavía no sabemos -, simbólicamente va a ser una gratificación plebiscitaria muy importante para el gobierno de Macri. Lo cual no soluciona los grandes problemas que tiene la Argentina, pero le da aire a un gobierno que está con muy poco oxígeno. Yo creo que en esta elección se hubiera podido propinar una derrota muy fuerte que lo hubiera obligado a detener este rumbo, y no creo que vaya a ocurrir.
 


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