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En la Parrala, restaurante típico de la política mendocina y principalmente de la que sucede en el departamento de Godoy Cruz., Elbio Rodriguez Licenciado en Economía dialogó con VCF.
Elbio Rodríguez es el principal encuestador de la provincia. Licenciado en economía y recibido a los 35 años, durante la época de la dictadura cívico militar de 1976.
¿Cómo fueron sus inicios en el ámbito de las encuestas?
La verdad, ya era grande para dedicarme a la economía. Entonces, como me gustaba mucho la estadística investigué sobre el tema y encontré gente en Europa que trabajaba con estadísticas exploratorias. En vez de comparar la realidad contra modelo comparan parte de la realidad, con la realidad total. Ósea las sub-poblaciones con la población total. Y a partir de ahí, tome este método como propio. En fin soy un economista que llegó tarde a la economía y me especialiceéen análisis estadístico.
¿Qué elementos garantizan una buena encuesta, y cuáles disminuyen el margen de error?
Las encuestas tienen una lógica interna, quien contesta una pregunta de determinada manera, va a responder tal pregunta de tal manera. Esto no quiere decir que eso se ajuste a la realidad, porque muchas veces pasa que uno hace las encuestas en base a la lógica de uno, y no de la lógica de las cosas. Entonces para mí es muy importante saber lo que piensa la gente, cuáles son sus interrogantes. Es importante en base a entrevistas en profundidad elaborar luego el formulario de la encuesta. La segunda cuestión tiene que ver con el diseño de la muestra, hay una distribución del voto, y no conocer eso, te lleva a hacerlo al azar. Yo armo estratos, homogéneos, con la misma semejanza de distribución de voto. Y esto es uno de los problemas grandes de las encuestas telefónicas, porque vos no sabés de donde viene el dato y perdés el control del mismo. En cambio con las de campo, tenés un control de quién y dónde es entrevistado.
Usted es uno de los encuestadores que ha logrado mantener un margen de error bajo. Incluso en el año 2013 el resultado de sus encuestas dieron casi exacto con el resultado electoral. ¿Cuál es el secreto?
Uno trabaja con márgenes de error, y con imponderables que pueden suceder en momento de las encuestas, y en las elecciones. Un 2% de gente que modifique su actitud en una elección son 4 puntos electorales, no es tan simple. Esto se vincula directamente con la estabilidad de la muestra que tomás cuando haces la encuesta. Es acá donde el formulario se vuelve lo más importante. Para evitar variaciones del individuo debemos armarlo en relación a la lógica de los electores y no del encuestador.
Hoy por hoy, existe un voto definido de alrededor de un 45 %, un 35% indefinido, un voto que mezcla lo nacional con lo provincial, donde las figuras pesan, entonces es ahí donde la gente entra en confusión. Y nosotros pensamos muchas veces que la gente entiende la política o habla de política como nosotros, y no es así. Hemos realizado encuestas que muestran que solo un 33% habla todos los días de política con su grupo familiar en la semana, un 24% muy de vez en cuando, y un 30% muy pocas veces, y un 10% que nos dijo nunca. Entonces, ahí podemos ver como el voto de la gente tiene un comportamiento particular y necesita de una etapa de análisis.
¿Qué ocurrió con la elección a gobernador en la provincia de Buenos Aires, donde todas las encuestan daban ganador a Aníbal Fernández y finalmente terminó perdiendo?
Primero, el diseño de la encuesta tiene que ser descriptivo y estar asociado al por qué del voto. Entonces es allí cuando podemos analizar la intención de voto, que es al fin y al cabo un comportamiento y no una opinión. Ante eso toman mucha importancia los registros que tienen los votantes que son estimulados por elementos externos. El caso de provincia de Buenos Aires fue una característica típica, yo estoy convencido que la elección no la gana Vidal, sino que la pierde Aníbal. Como te digo, cuando hay dos estímulos, dentro de los registros se produce una evocación, la gente evoca, y eso es lo que hay que buscar.
¿Hasta dónde las encuestas determinan el accionar de la política y hasta qué punto definen candidatos?
Primero la encuesta la pide generalmente un político que va a ser candidato, por lo tanto, yo creo que siempre se le busca el lado positivo. Ahora, si hubiera un “colegiado” que determinara según las encuestas quien sería candidato, ahí sí sería distinto. Pero la encuesta, es solo una encuesta. Y el sentido de la encuesta debe ser para la planificación de la campaña más que para definir candidatos. Pero muchas veces se utilizan las encuestas en política para negociar y no para medir los comportamientos o los valores de la sociedad, y en base a eso elaborar un programa, o campaña electoral. Entonces, el accionar depende del político, no de la encuesta. Porque hay que tener en claro, que las encuestas no traen respuestas, sino que generan buenas preguntas, pero es la política la que tiene que dar las respuestas.
Usted es uno de los que resalto el fenómeno de la izquierda. ¿Cómo surgió en la provincia y en qué consiste su “triunfo” electoral?
Ellos leyeron bien un segmento de la población, que respondía para mí, emocionalmente al kirchnerismo, pero había sufrido un golpe muy fuerte por no encontrar todas las respuestas en ese espacio. Acá en Mendoza hubo un gobierno peronista muy lejano a la gente, del punto de vista simbólico. Eso les dio a ellos un espacio, y “ganan” con una consigna puntual, que un diputado gane igual que un maestro. Plantean un cuestionamiento, no a toda la política, sino a marcar la diferencia de que ustedes son diferentes a nosotros.
En Cambia Mendoza ya firmaron su salida el Partido Demócrata, y el Frente Renovador si no hay desdoblamiento. ¿Imagina una alianza entre ellos?
El Frente Renovador tiene un problema, ha quedado como el queso del sándwich, no digo el jamón porque es más caro. Lo que quiero decir es que es como si jugara el domingo Boca y River, y el Frente Renovador habla de la formación de Huracán. No entra en el escenario fundamental de la política, no logra significar un rol determinado en el enfrentamiento entre el PRO y el FPV-PJ. Inevitablemente debería optar por un lado o por otro, lo cual lo lleva a tener algún grado de diferenciación del lado que elija. Necesita crear el Frente Renovador una Identidad Propia.
A la hora de medir, ¿Qué vinculación tiene la gestión y la imagen con la intención de voto?
Primero, la gestión sirve nada más que para el oficialismo. Yo no mido imagen, abordo las encuestas desde la profundidad, y la imagen no refleja el comportamiento electoral y no sirve como análisis. Yo mido intención de voto, simulo situaciones y mido propuestas concretas. Entonces por medio de la simulación de hipotéticas situaciones, evaluás las propuestas y su grado de aceptación en la sociedad.