_
El Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/2023, que expuso sintéticamente el presidente J. Milei, en cadena nacional, acompañado por su equipo ministerial y el Lic. Federico Sturzenegger, es una clara demostración de discapacidad institucional. En primer término, la magnitud y potenciales efectos del DNU fue y es materia de discusión que registra aval y rechazo de los diferentes actores de la economía nacional.
Un número reducido de empresarios, pero de gran peso económico, no escondió su beneplácito por la mayoría de los artículos que integran el decreto. En la vereda de enfrente una porción de la ciudadanía consciente de las consecuencias de la aplicación de la normativa que emitió el presidente, expuso su malestar en distintas ciudades del interior y en varios barrios de CABA, eligiendo las adyacencias al Congreso de la Nación el lugar del encuentro y protesta.
Argentina desde sus inicios como nación soberana, promovió la separación de poderes (ejecutivo, legislativo y judicial) base fundacional para la convivencia de sus ciudadanos, regla solo alterada por golpes de estado articulados por un núcleo selecto de hombres de negocios y militares, apoyados por potencias extranjeras con objetivos específicos en la región.
Independientemente del recorrido institucional-político nacional, es necesario destacar que los habitantes del suelo argentino reconocen y aceptan un marco de convivencia política, encuadrada en un set de normas jurídicas surgidas del poder legislativo. Mas allá de argumentos falaces de los integrantes del partido político gobernante, la sociedad experimento una serie de frustraciones que potenciaron las posturas de lo antipolítico. La combinación de eventos negativos para la ciudadanía, fuertemente difundidos por un segmento de los medios de comunicación y la necesidad de buscar una solución fuera de los representantes de la política tradicional, dio la posibilidad a un emergente con escaso tiempo en la arena política transformarse en presidente de los argentinos.
La publicación del DNU dio lugar a todo tipo de especulaciones y conforme se adentra en su lectura analítica, se asemeja a una docena de elefantes recorriendo una cristalería, cualquier movimiento mal calculado o no contemplado seguro genera una crisis. Ante semejante escenario lo esperable es una secuencia de eventos de alta incidencia en la economía nacional.
Argentina y la realidad internacional
La jura de Milei como presidente de Argentina estuvo inserta en una exagerada puesta en escena de un apoyo internacional que a la luz de los eventos se podría calificar de escasa significación, la ausencia de los dignatarios con mayor injerencia en el contexto mundial, que incluye a los presidentes de las dos mayores economías de Latinoamérica como Brasil y México, fue la respuesta a las dudas que J. Milei infunde desde un discurso o comportamiento desorganizado en sus distinta entrevistas selectivas. China y Brasil fueron catalogadas por el presidente argentino de comunistas y donde la corrupción era el denominador común. Evidentemente ante tal aseveración ambos países recalibraron las futuras relaciones con Argentina que en los once meses del presente año son destino de buena proporción (en conjunto un 25,6%) del flujo total exportado[1] (Brasil USD 10.831 millones y China USD 4.921 millones).
El futuro postguerra Rusia – Ucrania
La aun no concluida “blitzkrieg[2]” (guerra relámpago) entre Rusia y Ucrania ha determinado precios más altos de productos básicos como los alimentos y la energía, que elevan la inflación, como así también perturbaciones en el comercio internacional y las cadenas de abastecimiento. El presente no-accionar de la cúpula del gobierno nacional argentino imposibilita el diseño de una hoja de ruta conjunta entre empresas y funcionarios de cancillería, que posibilite aplicar una estrategia comercial frente a este nuevo contexto internacional. Cuando de relaciones comerciales se trata, Argentina o cualquier nación-estado no debería estar influenciada por una concepción ideológica “pro” o “anti”, sino por una visión integral cuyo mayor activo será la certeza.
En el presente año, Brasil desplazó a Canadá para ubicarse en la novena posición entre las mayores economías del mundo, además el FMI recientemente informo que el Producto Interno Bruto (PIB) real de China podría crecer un 5,4% en 2023. Ambos datos muestran claramente que el presidente J. Milei y sus colaboradores desconocen o ignoran el volumen y dinámica de estas dos naciones cofundadoras de los BRICS.
El presente económico de Argentina (la tercera economía de Latinoamérica) se identifica con una caída del 2,5% según CEPAL, ante dicho escenario es razonable pensar que si las medidas propuestas por el gobierno se instrumentan, la estanflación o incluso la recesión económica está a la vuelta de la esquina.
La desregulación económica impuesta vía decreto ignorando los instrumentos institucionales, no solo incurre en la falaz conceptualización de la adquisición de mayores libertades individuales, sino que sumerge a la casi totalidad de la sociedad argentina en una experiencia ya registrada a partir de la promulgación del decreto 2284 de 01/11/1991 impulsado por Carlos S. Menem y Domingo F. Cavallo.
Las consecuencias de los errores del pasado económico argentino parecen carecer de valor para un segmento de la ciudadanía que solo registra frustraciones recientes, pero es necesario destacar que, sin una adecuada interpretación de los eventos presentes, el futuro será idéntico al pasado.
[1] INDEC, Dirección Nacional de Estadísticas del Sector Externo y Cuentas Internacionales.
[2] Blitzkrieg es un vocablo alemán que literalmente se traduce como «guerra relámpago»