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Jaime Andrés Alba Nortes se encuentra imputado por asociación ilícita en carácter de organizador, en concurso real con cohecho activo agravado en calidad de autor por cuatro hechos, todos a su vez en concurso real con abuso de autoridad en calidad de partícipe primario por cuatro hechos.
La pena por los delitos que se le imputan al abogado de 50 años pueden ir desde los 5 años a los 42 años de prisión, y actualmente goza del beneficio de prisión domiciliaria.
La estrategia defensiva de Alba apuntó a negar una relación directa con el suspendido juez, y cuestionó al fiscal general Dante Vega.
En ese sentido, indicó que "la hipótesis delictiva en la que se basa la acusación del fiscal Dante Vega existe sólo en su imaginación".
La jueza Gretel Diamante, presidenta del Tribunal Oral Federal 2, llamó al orden a Alba por lo menos en tres oportunidades por los improperios vertidos contra el representante del ministerio público.
El abogado detenido argumentó que tanto él como otros detenidos en la causa, "somos un daño colateral necesario para que esté sentado acá Walter Bento, porque él sólo no podía estar acusado", y en ese sentido dijo que se les caería (a los acusadores) la figura de asociación ilícita.
En su defensa, Alba sostuvo ser "totalmente inocente", y agregó no tener "absolutamente nada que ver con los hechos que me imputan, porque son falsos desde el inicio al fin".
"Nunca tuve relación con el doctor Bento. Tuve muy pocas causas en su Juzgado y siempre me fue mal. Nunca obtuve ningún beneficio para ningún cliente", afirmó.
Alba, que actualmente goza de prisión domiciliaria, sostuvo que mientras estuvo detenido en la alcaldía de los Tribunales Federales fue sometido a diferentes tipos de presión psicológica para acogerse al beneficio de "arrepentido" y declarar en contra de Bento.
Y como ejemplo sostuvo que pasó 37 días detenido en una celda de 4 metros y que tuvo que dormir sobre un colchón que estaba lleno de chinches por lo que sufrió más de 100 picaduras.
Reconoció tener trato con el despachante de aduanas, Diego Aliaga, asesinado en 2020, con quienes se conocían de chicos, y que fue la punta del ovillo de esta megacausa, de quien dijo que "le sacaba plata a los perejiles".
Tras un cuarto intermedio, declaró otro de los imputados, Eugenio Nasi, condenado a mitad del año pasado en una causa de contrabando.
Eugenio Javier Nasi Pereira se encuentra imputado en esta megacausa por cohecho activo agravado por un hecho en calidad de coautor respecto de su propia situación como sobornador.
Nasi esgrimió una estrategia defensiva que fue en la misma línea a la de Alba, donde aseguró que sufrió aprietes para acogerse a los beneficios del arrepentido, pero que se negó a ello.
“Necesitan de mi caso para acusarlo al doctor Bento. Me negaron la excarcelación por riesgo de fuga, pero nunca me fueron a controlar a mi casa. Si me hubiera querido ir, ya me hubiera ido. No lo voy a hacer porque quiero terminar con esta etapa de mi vida", aseguró Nasi.
El suspendido magistrado federal de Mendoza Walter Bento está acusado de liderar una asociación ilícita que pedía dinero a cambio de favores en las causas que instruía, junto a otros 31 imputados.