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En las últimas semanas, distintos candidatos presidenciales han ido recorriendo diferentes partes del país y haciendo promesas en el marco de las campañas para las elecciones de este 13 de agosto.
Desde la desaparición total de las retenciones por parte de Milei a la suspensión que propone Larreta, la distancia es amplia y tiene matices. En las últimas horas, con la visita de Sergio Massa a Mendoza, se confirmó que el oficialismo también tendría la intención de eliminar las retenciones al sector vitivinícola.
Los sectores de la economía con mayor poder de presión saben que la campaña es el momento de pedir a los candidatos. Ante este contexto y en un marco de inflación galopante, ¿cambia esto sensiblemente la realidad de quienes buscan llevar el alimento a sus hogares? ¿Qué propuestas se escuchan para el mercado interno? ¿Y el otro campo?
Los reclamos de los campesinos
El pasado 19 de julio, se realizó una Jornada Nacional por las Emergencias Campesinas. En la convocatoria promovida por la Federación Nacional Campesina y Apepro Cuyo, entre otras organizaciones, los campesinos detallaban que “los agricultores y obreros rurales venimos sufriendo una crisis económica y productiva que cada vez se profundiza más y no llegamos a fin de mes”.
Las heladas, la sequía, los insumos dolarizados y los bajos precios para sus producciones atentan contra este sector. En ese marco, Babel dialogó con Malvina Luera, quien es coordinadora de Apepro Cuyo para analizar la situación en Mendoza.
“La protesta tenía que ver con visibilizar cuál es la situación de la agricultura familiar. Fue una jornada nacional impulsada por la Federación Nacional Campesina, donde sigue planteando las penurias y las dificultades que siguen atravesando los agricultores”, detalló Luera.
El reclamo fue realizado a nivel nacional y se realizó en casi todo el país. Según explicó la referente del sector, la intención es que “el gobierno nacional mire este sector de la agricultura familiar que es el que produce alimento. Mientras tanto se abren otras puertas para otros sectores económicos o productores, sectores concentrados y a la agricultura familiar se la sigue dejando de lado”.
La aparición de dólares diferenciados para cada sector productivo que exporta, “el dólar maíz”, “el dólar soja”, “el dólar malbec” y cualquier otro dólar que aparece con el fin de apoyar los pedidos de estos sectores chocan de frente con las dificultades para comprar insumos importados por parte de productores de “sectores no beneficiados” y que producen para el mercado local.
En cuanto a Mendoza, “acá en la provincia todavía ha sido mucho más dura, porque hay una dificultad muy grande. Si los agricultores no tienen el RUT no pueden ingresar absolutamente ningún tipo de programa que tengan en la provincia”, explica Luera.
“Hay una gran cantidad de productores hortícolas y no solamente hortícolas sino también de otras producciones que no están recibiendo los pocos o poquísimos programas que están habiendo”, explica la referente campesina.
Qué necesita el sector
El tema de la quita de retenciones, como el tema más resonante en la campaña, no cambia nada a la agricultura familiar. “El sector con el que nosotros trabajamos es el que produce los alimentos para acá, para el mercado interno”, señaló la entrevistada.
Las retenciones van a ser para un sector de la economía más concentrada y no vinculada a este sector. Pese a tratarse de un número importante de productores y fundamentales en la economía del día a día, los productores ni siquiera reciben promesas de cambio en la campaña.
“En general nosotros, o al menos entre los de los 15.000 o 20.000 agricultores con los que venimos trabajando a nivel nacional, destinamos la gran mayoría de la producción al consumo interno”, apunta.
En cuanto a la respuesta brindada por parte del Gobierno Nacional, Luera subraya que “tenemos un Instituto de Agricultura Familiar que tiene proyectos y programas parados del 2022. Entonces, ¿cómo puede ayudar? Y para mí un tema importante es que el Instituto de Agricultura Familiar hoy tenga presupuesto y que pueda funcionar, que pueda llegar a la mayor cantidad de agricultores en las distintas provincias”.
En ese sentido, la referente campesina asegura que “el zapallo, a un productor, le pagan 40 pesos el kilo y voy acá a Beltrán, al pueblito, y sale 300 pesos el kilo”. Son los intermediarios quienes se quedan con la mayor tajada entre el productor y el consumidor.
Apepro Cuyo propone la creación de un lote de compra por parte del Estado para poner a disposición en distintos mercados y tender, de esta manera, a reducir la brecha que ponen los intermediarios. “Efectivamente tiene que haber un acompañamiento por parte del Estado, sino eso se cae, un espacio que achique la brecha, ya sean ferias más pequeñas o algún tipo de comercialización donde acorte la brecha entre el agricultor y el consumidor”, apunta Malvina.
Por otro lado, desde los organismos campesinos locales, apuntan que la informalidad del sector se debe, en gran parte a que en Mendoza fue muy castigado desde el año pasado con las heladas, con las tormentas, con el granizo; “y ese sector, que hoy no está con el papelito formalmente, no recibe ninguno de los programas que se armaron a nivel nacional”, advierten.
“Ese es el sector que está siendo expulsado del campo, es el que cada vez va dejando las fincas y va generándose la concentración no solamente de la producción sino de las tierras”, subraya la entrevistada.
En cuanto a la provincia, Luera señala que “en Mendoza no hemos tenido respuesta, ningún tipo de respuesta, a ninguna de las problemáticas de los agricultores. Ha habido una total negación por parte del gobierno provincial”.
A pocos días de las elecciones PASO a nivel nacional, los agricultores no reciben respuestas, las familias pagan cada día más por sus alimentos y los niveles de informalidad van en aumento. Tal vez las respuestas a los problemas de todos se encuentren entre quienes menos tienen.