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En la siguiente entrevista conoceremos a Nicolás Guillén, uno de los primeros precandidatos a la Gobernación de Mendoza. Abogado y sociólogo de profesión, asegura estar en las antípodas del candidato radical, Alfredo Cornejo.
Babel: ¿Como te definís?
¿Quién soy? Simplemente un militante… soy sociólogo y abogado. Todo lo que sirva para
transforma, lo tomo. Si sirve, lo sumo y no me banco las injusticias. Cuando era estudiante, me sumaba a las luchas por becas para aquellos que las necesitaban, por el comedor, contra los cupos y la elitización de la educación. Luego, como militante social me metí a colaborar con los trabajadores metalúrgicos y los rurales, lo que me valió un procesamiento del juez Bento, que no se bancó que personas que no éramos obreros rurales estuvieramos solidarizándonos en su pedido de un plan intercosecha.
Ahora he estado colaborando desde mi profesión, defendiendo la educación en las zonas rurales, dando a conocer la insalubridad en la refinería Lujan de Cuyo y peleando por el derecho a la organización gremial de los obreros vitivinícolas de las grandes bodegas, hoy muy perseguidos.
Tengo diferencias muy profundas con Cornejo por su concepción elitista de la sociedad.
Babel: La idea es ir en la interna del Frente de Todos ¿Sos kirchnerista?
No, no soy kirchnerista, no vengo de ahí. Pero sí valoro las grandes conquistas de la época,
acordate que en el 2001 tambaleó el sistema y de ahí surgieron los Kirchner. Pero eso es historia, si lo comparás con lo que vino después, la etapa de Mauricio Macri y la derechización de una propuesta que quiere eliminar los derechos laborales que costó 100 años conseguir.
Eso me preocupa mucho más que si me tildan de k o de zurdo, estoy enfocado en batallar contra esa división y el odio que algunos generan entre los argentinos, entre los que tienen un poquito más contra los que tienen un poquito menos, entre los pueblos originarios y los criollos y así generan grietas todo el tiempo.
En vez de unir, fomentan el odio. Esa creo que es la batalla cultural que tenemos por delante, la de reconocernos como un pueblo diverso, con un objetivo común. Para empezar, yo diría, el poder alimentarnos, comer las cuatro comidas diarias, tener energías accesibles, un bienestar que hoy, la verdad, no se está logrando.
Babel: ¿Qué opinás del gobierno de Alberto Fernandez?
Sirvió como un punto de confluencia, pero se quedó corto en cuanto a audacia… yo estoy
convencido de que es posible sacarnos de encima al FMI, y esos recursos volcarlos a un desarrollo autónomo. Ahora los vencimientos se nos vienen encima, es mucho dinero, veremos qué pasa…
Babel: ¿Y por qué te lanzás a Gobernador? ¿Crées que tenés chances?
Con mis compañeras y compañeros de militancia, con Lorena Martín, mi compañera de fórmula, venimos viendo la falta de una propuesta clara para la Mendoza de las mayorías, de los iguales, de los comunes, de la Mendoza laburante. Te soy sincero, el punta pié viene de una realidad que sentimos en la piel, creemos que Cornejo cuatro años más es infumable, deteriora la democracia, la elitiza, y divide lo que hay que unir, y entonces nosotros, sin más tiempo que perder, levantamos una muralla, de militancia, de organización, y también electoralmente.
Lo más interesante me parece, como él ya gobernó, es ir a un debate con Alfredo o con quién él mande, para ver los números de su gestión, para ver si es verdad lo que él dice -que estamos mejor-, lo espero gustoso a un debate sobre el modelo de Mendoza que cada uno expresa.
Babel: ¿Cuáles serían tus prioridades como Gobernador?
Poner en el centro al ser humano, a los dos millones que somos los mendocinos. Para eso hay que aumentar el presupuesto social, en los salarios y equipamiento de salud y educación, poner en discusión los sueldos de los magistrados de la Corte Suprema y proponer el voto directo de esos cargos.
En el plano económico, para generar riquezas genuinas y poder sostener ese presupuesto social, la prioridad es concretar tres empresas estratégicas: de Alimentos, de Medicamentos (y
Cannabis medicinal), y un fuerte impulso a la vivienda social.
Esto se complementa con una reforma impositiva, porque la plata no cae del cielo, donde los que más acumulan paguen más y a los jubilados que tienen una sóla propiedad le eliminemos el impuesto inmobiliario, por ejemplo. Eso es posible, tenemos los números sacados, pero hay que animarse a discutirlo con el poder real de Mendoza. Hemos armado un equipo de trabajo muy importante en cuanto a cuadros, y en cuanto a despliegue territorial, con el Evita, Somos, Nuestraamérica y el PTP.
Las elecciones PASO de junio están a la vuelta de la esquina y estos movimientos sociales, con mucha militancia barrial, entran a disputar territorio en una Mendoza que el radicalismo gobierna hace 8 años. ¿Podrán ganarse un lugar en la discusión ante las grandes estructuras?