Argentina // 2021-12-23
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La tímida autocrítica del FMI no conformó al gobierno
El Fondo emitió un informe donde explica “los errores” del caso argentino. El organismo de crédito brindó el préstamo más grande de su historia y asegura que los fondos “se fugaron”.


El FMI emitió un comunicado que dio que hablar en la Argentina. Según el mismo, "la experiencia Argentina reciente de un desmantelamiento rápido de controles, antes de que haya un escenario macroeconómico estable, terminó en una crisis seria y proveyó un contraejemplo que resalta los riesgo”.

Entre otras evaluaciones, los directores del FMI lamentaron que el programa de 2018 no cumpliera sus objetivos de restaurar la confianza del mercado, reducir los desequilibrios externos y fiscales, reducir la inflación y proteger a los segmentos más vulnerables de la población. Consideraron que la estrategia y la condicionalidad del programa no eran lo suficientemente sólidas para abordar los problemas estructurales profundamente arraigados de Argentina, incluidas las frágiles finanzas públicas, la dolarización, la alta inflación, la débil transmisión de la política monetaria, un sector financiero interno pequeño y una base exportadora estrecha

Lo que no sabías del préstamo del FMI

Según las propias palabras del ex ministro Nicolás Dujovne, el préstamo tuvo fundamentos políticos y trató de ayudar a la gestión de Macri. En ese marco, CEPA emitió un informe que se llama “Lo que no vas a leer en la revisión del FMI sobre el préstamo otorgado”.

En ese sentido, es importante destacar el papel de algunos actores políticos en particular. “Estados Unidos no sólo tiene un asiento propio, sino que además posee el 16,51% de los votos totales, lo que le permite en la mayoría de las decisiones importantes retener el poder de veto, al impedir sólo con su voto que se alcance el 85% necesario de consenso. Ningún otro país o asiento del Directorio Ejecutivo supera el 6,5% de los votos, siendo la mayoría de ellos compartidos por varios países. Argentina (destacado abajo a la derecha) comparte asiento con varios países de América del Sur (excepto Brasil), reteniendo colectivamente el 1,6% de los votos dentro del organismo” señala.

En cuanto al tamaño de préstamo otorgado a la Argentina, se trata del monto más grande de la historia del organismo. Solo al compararlo con lo que recibieron algunas regiones en conceptos de “ayudas” durante la pandemia.

Según explica el informe de CEPA, “el monto desembolsado en la Argentina para rescatar al gobierno de Mauricio Macri de su propio modelo económico supera el total otorgado a todos los países que se encuentran fuera de la órbita del hemisferio occidental (según las categorías regionales del FMI)”. 

En ese contexto, “el compromiso monetario del FMI con la continuidad del gobierno de Cambiemos es superior al compromiso del organismo con otros 64 países para hacer frente a la crisis desatada por la pandemia. Es quizás la demostración más contundente de lo insólito del acuerdo stand-by firmado en el año 2018 y su posterior ampliación”.

De esta manera, si se hubiesen cumplido todos los desembolsos del acuerdo ajustado en octubre de 2018 que totalizaban aproximadamente USD 57.000 millones se hubiese superado la mitad de lo que el FMI desembolsó durante la pandemia a 85 países. 

Ante este panorama, el presidente Alberto Fernández expresó en ocasión de una visita oficial a México: “Fueron la campaña política más cara de la historia de la humanidad y la tenemos que pagar los argentinos”.

Tal como señalaba Dujovne, “fue un apoyo político mundial a un proceso de cambio que había comenzado en el país”. Y no se equivoca al decir que el préstamo se dio en marco de un panorama “excepcional”.

Según advierten los especialistas de CEPA, “el préstamo otorgado por el FMI al gobierno de Cambiemos presenta una serie de características que lo convierten en excepcional. No solamente su magnitud fue inédita para la historia del organismo, sino que además se vulneraron buena parte de los procedimientos formales para su implementación”.

Con este panorama, más del 40% de los montos comprometidos en programas de apoyo financiero del organismo se encontraron concentrados en la Argentina, como surgió de los Estados Financieros publicados por el organismo. En efecto, los montos otorgados a la Argentina superaban a los 4 mayores deudores siguientes del organismo. 

“Se trata de un caso extremo de exposición al riesgo crediticio soberano por parte de un organismo que debería velar por la salud del sistema financiero global”, asegura el informe de CEPA.

Las inconsistencias

Además de tomar un préstamo histórico sin que sea evaluado por el Congreso, hay otra serie de inconsistencias que caracterizan a esta decisión tomada por Nicolás Dujovne y compañía en 2018. 

“Incumplimiento del art. 61 de la Ley de Administración Financiera Argentina (Ley N° 24.156), el cual indica que ‘en los casos que las operaciones de crédito público originen la constitución de deuda pública externa, antes de formalizarse el acto respectivo cualquiera sea el ente del sector público emisor o contratante, deberá emitir opinión el Banco Central de la República Argentina sobre el impacto de la operación en la balanza de pagos…’”, advierten. 

Sin embargo, no hay constancia del dictamen previo del Banco Central de la República Argentina sobre cómo el crédito que se pretendía tomar iba a impactar en la balanza de pagos. Se trató de un acto de irresponsabilidad sin precedentes.

Por otro lado, tal como ha señalado el gobierno nacional, el FMI es corresponsable de la debacle a la que llevó el préstamo. Se tomó un préstamo histórico por su tamaño, se fugó, no se fortaleció la economía ni se frenó la inflación.

Argentina sigue con una inflación que ronda el 50% anual, no tiene acceso a crédito y está endeudada como pocas veces.

El FMI, por su parte, tiene una serie de cláusulas que cumplir y tampoco se cumplieron: 1) El país miembro debe enfrentar una crisis de balanza de pagos que no pueda solventarse mediante el acceso convencional. 

2) La deuda pública debe encontrarse en un sendero de alta probabilidad de repago en el mediano plazo. 

3) El país miembro debe tener una perspectiva favorable en torno a su regreso a los mercados internacionales de crédito en un plazo y monto que permita el repago de los fondos obtenidos por el organismo. 

4) El programa propuesto por el país miembro debe poseer una perspectiva de éxito lo suficientemente fuerte no sólo en términos técnicos, sino también en términos de capacidad institucional y política para llevarlo a cabo. 

Según analiza CEPA, “al menos 3 de los 4 criterios necesarios para habilitar el uso del acceso excepcional a los fondos provistos por el organismo fueron de dudoso cumplimiento, violando las normas internas del FMI”. 

En ese sentido, solo está fuera de discusión el punto 1, debido a que Argentina atravesaba una crisis de balanza de pagos que excedía las posibilidades de un acceso convencional. Sin embargo, el problema no eran los montos de financiamiento, sino las políticas aplicadas.

El Fondo Monetario Internacional lanzó una crítica al gobierno de Mauricio Macri por las medidas tomadas ante la toma de deuda. Sin embargo, poco dice de su propia responsabilidad al respecto y la característica geopolítica del préstamo. 


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