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La semana política comenzó el sábado con dos eventos que concitaron la atención de quienes siguen su pulso: la Fiesta de la Ganadería de zonas áridas en el Departamento de Alvear y el Plenario de la Corriente Nacional de la Militancia, en la sede de la Unión Ferroviaria.
Los discursos de los ganaderos y del oficialismo mendocino estuvieron sincronizados. Críticas a la gestión nacional, que es el eje de campaña elegido, y exabruptos entrelazados con los acostumbrados pedidos de bajas de impuestos y obras para favorecer a su sector. El tono fuertemente opositor estuvo garantizado: el nuevo ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Julián Domínguez, no fue invitado. El anfitrión Andrés Vavrik, presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Ganadería local, hizo una verdadera profesión de fe neolibaeral, saliéndose de los márgenes habituales para darle al discurso el tono de campaña adecuado. Habló de que no se premia a los “más capaces y eficientes” (ellos), se “discrimina a la provincia” a tono con la letanía radical y hasta se animó a comparar las políticas oficiales, que no toman en cuenta “la catástrofe cubana y la destrucción de Venezuela”, “relativiza la propiedad privada y le da la espalda al campo que lo hizo grande”; cerrando con una convocatoria a “refundar la democracia” sobre los valores liberales. La arenga fue interpretada no sólo como apoyo a la lista de Cornejo-Suárez sino como la irrupción del propio Vavrik en la escena política regional, subiéndose al caballo por derecha como buen dirigente “del campo”.
Por su parte el gobernador mendocino hizo el complemento adecuado afirmando que la provincia mantiene una senda de “desendeudamiento”, seguramente referido al rolleo de la deuda hacia presupuestos futuros, y que no se cuenta con herramientas para hacer política económica, que la “macroeconomía está enferma” y que existe “trato discriminatorio en la asignación de recursos nacionales”, no premiando a los que “mejor hacen y mayor disciplina fiscal tienen” (Mendoza?), a quienes dejan ”al fondo de la tabla”. Se puso la camiseta de los anfitriones al afirmar que hizo el reclamo por el “cepo a las exportaciones” del sector.
Mientras, en la capital mendocina se desarrollaba el plenario de la Corriente conducida por el Secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Guillermo Carmona. En esta reunión se dieron cita los principales candidatos y candidatas del FDT: Anabel Fernández Sagasti, Adolfo Bermejo y Martín Aveiro. Su visita al evento tuvo una importante carga simbólica, ya que el sector que conduce Carmona, si bien estuvo muy activo recorriendo toda la provincia, había sido marginado de la campaña frentista en las PASO. Pese a ello, fue un signo de unidad y una convocatoria a la movilización militante con vistas a las generales de noviembre. El tono opositor a la gestión del gobierno provincial y la defensa de las políticas nacionales en materia de trabajo, producción e inclusión serán el eje discursivo de este tramo final de la campaña.
Las intervenciones del presidente Alberto Fernández y del gobernador Rodolfo Suárez en el 57° Coloquio de IDEA, el foro empresarial más trascendente del país, fue seguido con atención. Allí se mostró un claro contrapunto. Alberto hizo hincapié en las políticas públicas relacionadas con la revitalización del empleo, la mejora del poder adquisitivo de los salarios y la baja de la inflación. "Cambiar planes por empleo. Ese debe ser nuestro primer objetivo. De ese modo estaremos combatiendo frontalmente a la pobreza que hoy ha sumido a millones de familias argentinas”. La asistencia a los más desfavorecidos debe entenderse como un paliativo para sobrellevar las penurias en momentos difíciles, reflexionó. Ya el Papa Francisco había hecho referencia a este punto, al afirmar que los subsidios no pueden ser la única respuesta a la pobreza.
Bajo el lema “Logremos una Argentina sostenible", este año el Coloquio tuvo como objetivo colocar al empleo del sector privado como tema central de los debates con el fin de promover el crecimiento y desarrollo del país. Con una agenda que incluyó temas ambientales, sociales y por supuesto económicos, el encuentro también sirvió, entre otras cosas, para que tanto gobierno como oposición bajaran línea política.
En tanto Suárez, fue previsible y disciplinado en su retórica, repitiendo que las provincias no poseen instrumentos económicos para enfrentar variables tales como inflación, falta de confianza en la moneda y falta de inversión. Se vanaglorió de tener un manejo de la pandemia adecuado, criticando al gobierno nacional: “desde Mendoza siempre hemos levantado la voz y confiamos en la responsabilidad social de nuestros ciudadanos para cuidar la economía, la educación presencial y también las libertades que había que proteger”.
No se privó de repetir que es discriminado en el reparto de fondos discrecionales de origen nacional por razones políticas, y planteó abrir la discusión de un nuevo régimen de coparticipación federal. Estuvo bien en no mencionar los recursos totales, puesto que el Gobierno de Alberto Fernández envió $ 77.071 millones a Mendoza entre enero y julio de este año, lo que implica un crecimiento real del 14,1% respecto a los fondos transferidos en igual período del 2020. Este monto está compuesto por $ 72.466 millones de transferencias automáticas y $ 4.605 millones de “no automáticas”. Tampoco dijo nada del puntual aporte del Estado al fondo fiduciario de Portezuelo del Viento. Además, bueno es recordarlo, el 57% del Presupuesto provincial se financia con recursos nacionales.
En el mismo escaparate, Rodríguez Larreta, luciendo el modo presidente, aprovechó el convite para hacer un llamado a terminar con la grieta y buscar consenso. Pero sin olvidar las elecciones del próximo 14 de noviembre, aprovechó su condición de local para criticar al gobierno nacional hablando de pobreza y educación sin reconocer que fue parte de un gobierno que pulverizó justamente esos derechos, como también los bolsillos de muchos empresarios pequeños y medianos que cándidamente optimista confiaron en MM.
Una de estas jornadas fue destinada a un debate entre los candidatos a diputados por la provincia de Buenos Aires. Diego Santilli, Victoria Tolosa Paz, José Luis Espert, Florencio Randazzo y Cynthia Hotton fueron los protagonistas. Con muchas chicanas y pocas propuestas los representantes de la subcultura de la derecha argentina, Espert y Hotton se disputaron el escenario compitiendo sin complejo para demostrar quién era más reaccionario. Victoria Tolosa Paz, cabeza de lista del FDT bonaerense, adelantó que cuando asuma su banca, presentará un proyecto para convertir en ley al programa “Te Sumo”, que alienta el empleo joven aliviando las cargas sociales a las empresas, ya que el “Estado tiene que ser solidario con el conjunto de quienes invierten en la Argentina”. A su turno, Diego Santilli de Juntos, propuso bajar los impuestos a los que invierten, una estrategia que rara vez beneficia a la PyMES, o alienta la inversión. De hecho, uno de los avances del gobierno nacional ha sido ir desarmando el modelo regresivo de tributación impuesto por Macri y avanzar hacia un régimen de mayor progresividad, tratando que no afectar el gasto social ni la inversión pública, que son herramientas anticíclicas fundamentales frente a la crisis.
Este viernes se produjo la visita a Mendoza del Jefe de Gobierno Porteño Horacio Rodríguez Larreta, con intención de asumir el rol de catalizador de la alianza opositora nacional. Esta aparición tuvo un claro propósito mediático ya que su primera actividad fue una complaciente entrevista en el noticiero local con más audiencia. Allí planteó la necesidad de ampliar JxC (¿Sumar a los libertarios y marginales de la nueva derecha?). Asumiendo su posible candidatura presidencial, se mostró partidario de realizar un gran acuerdo político, cuyo contenido incluya un “plan de estabilización y convergencia de equilibrio fiscal y baja de impuestos. Hay que abrirse al mundo”, afirmó.
En este contexto, el jefe de Gobierno porteño pronosticó un triunfo en noviembre. "Es la primera vez que la oposición está unida". Lo que sí no explicó es por qué este ambicioso y claro plan de gobierno no fue ejecutado en los cuatro años del gobierno encabezado por Macri, de quien él fue heredero en la CABA y su principal apoyo político.
En medio todavía de los coletazos de una pandemia de dimensiones históricas y de una economía real destruida por la gestión de MM, el gobierno de AF debe enfrentar uno de los graves problemas que, desde larga data, afecta la economía argentina: la inflación. El aumento de precios de la economía fue del 3,5% en septiembre. Tres fueron los rubros que empujaron hacia arriba el índice de precios: Salud (medicamentos y prepagas), indumentaria y principalmente alimentos y bebidas. La preocupación oficial justificó plenamente el ingreso de Roberto Feletti en la Secretaría de Comercio Interior. Su misión es altamente compleja, ya que debe negociar con el sector empresarial, fuertemente concentrado, para concretar la decisión oficial de congelar los precios de 1.247 productos por 90 días a partir del 1 de octubre. “Esto no puede seguir, la canasta alimentaria se lleva puesto al salario, no aguanta ni la paritaria", dijo. El desafío urgente es garantizar el abastecimiento y los precios para un buen nivel de consumo en el último trimestre de año.
Mientras la derecha política argentina intenta reinventarse detrás de nuevos liderazgos, el gobierno de Alberto Fernández avanza en la implementación de soluciones concretas a los problemas argentinos. El desafío es complejo: reconectarse con las demandas de los sectores populares y movilizarlos electoralmente detrás de su proyecto político.