Mendoza afronta una crisis económica de grandes dimensiones, falta de empleo, escasez de viviendas y aumentos en los alquileres, más una difícil situación en torno al acceso al crédito ponen a la provincia ante un panorama por demás complejo.

La gran cantidad de fondos que se destinan al pago de intereses por la deuda tomada durante los últimos años hacen que ese dinero no se pueda consignar a nuevos proyectos que permitan reactivar la economía provincial.

Con la idea de “levantar Mendoza con trabajo”, desde el Frente de Todos se lanzó una propuesta para la construcción de 3000 viviendas. Nicolás Guillén, presidente del PTP en el Frente de Todos y candidato suplente a diputado nacional, dialogó con Babel y analizó esta propuesta que lanzan desde el principal frente opositor en la provincia.

“Desde el Frente de Todos estamos pensando propuestas concretas para levantar a Mendoza con trabajo, por eso estamos presentando en estos días en la Legislatura Provincial un proyecto de Ley que obligue al poder ejecutivo a despertarse de la siesta. Se trata de un Plan Popular de Vivienda Única, que junto con los legisladores del Frente, lo vamos a meter en el debate del presupuesto”, explicó. 

¿De qué se trata esta propuesta? Según señaló Guillén, “el plan tiene tres pilares: primero, un fuerte impulso desde el Estado Provincial terminando con su modorra actual en políticas de vivienda; segundo, tener en cuenta la capacidad de pago real de la familia trabajadora que podría pagar su casa de acuerdo a su ingreso; y tercero, la afectación como mano de obra de los beneficiarios de los programas sociales como el Potenciar Trabajo, generando trabajo productivo”.

En ese marco, desde el FdT se busca también darle una perspectiva de género a la propuesta y destacan que entre los beneficiarios de las casas se debe priorizar a las mujeres que están en situación de violencia de género. 

Puntualmente, el plan consiste en que el Estado provincial ponga en marcha la compra y urbanización de 3000 lotes y otorga 3000 créditos para que una familia trabajadora, con ingresos inferiores a dos salarios mínimos ($58.320), pueda empezar a pagar su casa. Según destacan los creadores de este proyecto, de esta manera se generarían 10.000 puestos de trabajo en forma inmediata, y se genera un fondo con el ingreso de las cuotas que hace sostenible en el tiempo la ampliación del plan para nuevos beneficiarios. 

La crisis habitacional en Mendoza

La suba de los alquileres, la escasez de acceso a crédito para familias de clase media y media baja hacen que la propuesta para las familias sea escasa y dependa casi exclusivamente del gobierno nacional y los PROCREAR.

En ese marco, Guillén subraya que “hoy la política del gobierno provincial en vivienda es casi nula, de un ritmo de construcción promedio de 360 casas anuales con un déficit habitacional de 70.000 viviendas, y que cada año se suman 5.000 familias a ese grotesco déficit”.  

Ante este panorama, desde el Frente de Todos aseguran que “los fondos necesarios para el lanzamiento del plan son $8.000 millones del presupuesto 2022, lo que equivale a un 3% del mismo”. 

Por esto motivo, la oposición provincial apunta que “el origen de los fondos debe salir de una priorización del trabajo productivo como salida a la crisis social que vivimos. Y si el argumento para frenar este plan es la falta de fondos, nosotros le pedimos el Sr. Gobernador que convoque a una Audiencia Pública para empezar a hablar de las riquezas que toda la población contribuye a generar en Mendoza y de su pésima distribución”. 

En algo que se ha convertido en una constante en esta campaña, desde el Frente de Todos también ponen en tela de juicio en entramado impositivo de la provincia. “No puede ser que los mendocinos paguemos tantos impuestos y no haya una política activa seria para generar trabajo”, señalan.

Finalmente, Guillén asegura que esta problemática no ha encontrado un fin a su crisis debido a que se sigue apuntando a una lógica privatista, pese a que el mercado no da respuestas a la crisis. “El gobierno provincial deja en manos de cada privado la construcción de su vivienda, lo que genera nichos de buenos negocios para algunos, pero la indefensión para las mayorías que deben alquilar o vivir de prestado. Los 247 barrios irregulares que hay en Mendoza hablan por sí solos”, sentenció Nicolás Guillén.