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Como a menudo sucede, parece que el lobby se llevó puesto todo y, en la truncada sesión que la oposición dejó sin quorum ayer, otro importante tratamiento que se cayó fue el de jubilación anticipada para contratistas y obreros de viñas y, para el mismo sector, el de la ampliación de cobro de 10 a 12 mensualidades.
A inicios de julio, los plenarios de comisiones de la Cámara de Diputados de Previsión y Seguridad Social y Legislación del Trabajo habían otorgado dictamen favorable al proyecto de jubilación anticipada para los trabajadores de la actividad vitivinícola.
El proyecto se denomina, oficialmente, “Régimen previsional diferencial para los trabajadores vitícolas comprendidos en el convenio colectivo de trabajo 154/91 y a los contratistas de viñas y frutales comprendidos en la ley 23.154″.
La propuesta indica que contratistas y obreros de viñas que tengan 57 años y 25 años de aportes podrán acceder al beneficio de la jubilación anticipada, lo cual alcanzaría a unos 40.000 trabajadores, solo en Mendoza.
Tras el faltazo de la oposición a la sesión de Congreso este martes, que dejó sin quórum a la Cámara, se truncó la sanción definitiva de la ley que otorga la jubilación anticipada a contratistas y obreros de viñas.
Edgardo Lera, secretario general del Sindicato de Contratistas de Viñas de Mendoza se refirió a la afectación que provoca a los trabajadores esta postergación, tratándose de un sector fuertemente vulnerado en sus derechos laborales.
“Lo que pasó ayer en el Senado fue un hecho lamentable. Estábamos esperando la sanción definitiva de la ley, que ya tiene la media sanción del Senado y el dictamen de comisión de diputados”, repasó Lera.
Además, el titular del gremio que nuclea a esos trabajadores explicó el régimen laboral que los contempla actualmente: cobra 10 mensualidades al año en vez de 12. El motivo: “Es un trabajador atípico, porque participa de un porcentaje de la producción que va de 15 a 18 % de la cosecha en los meses de marzo y abril”, detalló Lera.
El contratista hace todos los trabajados durante el año: poda, atada, riesgo, muchas veces trabajo de tractor: se ocupa de toda la mano de obra de la finca, mientras el empleador lo surte de herramientas.
El sueldo básico promedio de un contratista de viña, que se encarga de 10 hectáreas, es de 29.000 pesos, considerando que el salario también está atado a la cantidad de hectáreas que trabajan, que pueden ser más, o, en muchos casos, menos.
Un aspecto clave que motiva la jubilación anticipada de obreros y contratistas de viñas es el padecimiento de las inclemencias climáticas y el deterioro de la salud producto del trabajo a la intemperie.
“Muchos no llegan a los 65 años. Muchos trabajadores tienen problemas en la columna, cintura. Muchos, por los trabajos esforzados, tienen problemas de huesos”, enumeró Edgardo Lera.
Para el secretario general del gremio de contratistas de viñas “hay un sinfín de cosas que el trabajador rural sufre al aire libre, por eso es importante que la jubilación anticipada se apruebe porque miles de trabajadores lo necesitan”.
La sanción de la ley específica de jubilación anticipada para este sector atendería la desventaja en la que quedaron tras la modificación del estatuto del peón rural, ya que fueron excluidos de ese derecho previsional, por enmarcarse como trabajadores vitivinícolas, aunque la exposición del cuerpo y su desgate es el mismo.
El sindicato repudió a los legisladores mendocinos de Cambia Mendoza Alfredo Cornejo, Jimena Latorre y Luis Petri que no asistieron a la Cámara no dando quórum para sesión y sanción. Lo mismo Omar De Marchi, del PRO.
El mismo gobernador Rodolfo Suarez se diferenció de sus correligionarios y abogó por la importancia de dicha norma para Mendoza: “Tienen que salir. Son fundamentales para la provincia”, dijo el mandatario.
Desde el PRO adelantaron que hay voluntad de acompañar el proyecto y que la semana que viene sí darían el quórum para tratarlo.