Pablo Arancibia, femicida de la adolescente Florencia Romano a finales de 2020 en Maipú, llegó a juicio abreviado este jueves, proceso en el cual recibió la condena de prisión perpetua.

Arancibia reconoció que mató a Florencia y que la captó a través de redes sociales, como el vasto material probatorio en su contra daba cuenta.

El juicio abreviado fue acordado entre la defensa del acusado y la Fiscalía, avalado por el juez Fernando Martínez.

El delito que se le atribuyó a Arancibia fue femicidio: homicidio agravado por la alevosía y por ser cometido en contexto de violencia de género.

El abogado querellante Cristian Vaira Leyton dijo que de esta manera Arancibia evitó enfrentar al juicio por jurado, que sería realmente un proceso complejísimo para él, con un “final anunciado”, pero la pena que enfrentaría sería la misma.

El 12 de diciembre de 2020, Florencia salió de su casa de Guaymallén y se dirigió a Maipú, en colectivo.

Su mamá, la acompañó a tomar el colectivo, y fue la última vez que se la vio con vida.

Durante días, Mendoza buscó a Florencia. Arancibia y su pareja -luego sobreseída- estuvieron, desde el principio, en el foco de la investigación. Pero sin avances concretos en la causa.

Hasta que el 17 de diciembre, un primo de Arancibia declaró que había acompañado al entonces sospechado a “tirar el cadáver de un perro”, por calle Alsina, en Luzuriaga.

Finalmente encontraron a Florencia, asesinada brutalmente, con cortes en su cuerpo y golpes en su cabeza. Su cuerpo estaba incinerado.

Al mismo tiempo, cobró notoriedad la inoperancia del CEO 911 y la policía de Mendoza, ya que el mismo día del asesinato de la adolescente de 14 años, un vecino de Arancibia advirtió de una situación de violencia en ese domicilio y una operadora de ese servicio le cortó la llamada.

Por ello, la auxiliar Soledad Herrera fue apartada de su cargo, se le inició un sumario administrativo y se la imputó por abandono de persona en concurso ideal con incumplimiento de los deberes de funcionario público en contexto de violencia de género institucional.

Sin embargo, las cabezas del Ministerio de Seguridad de la provincia, no acusaron recibo, no dieron respuestas ni presentaron explicaciones, más allá de los reiterados pedidos hechos por legisladores durante las semanas subsiguientes al caso.

Hubo masivas movilizaciones pidiendo la renuncia del ministro de Seguridad, Raúl Levrino, y del Jefe de la Policía, Roberto Munives. Incluso, se produjeron incendios parciales en Casa de Gobierno y Legislatura, en el marco de dichos reclamos.

Por eso, desde la representación de la familia de Florencio Romano continuarán con el proceso de responsabilidades que recaen sobre las fuerzas de seguridad, que por su accionar propiciaron el delito, pero que no entra en el ámbito de lo penal.

Cristina, la mamá de Florencia expresó con dolor, tras el juicio abreviado: “Se hizo justicia. Va a pagar la condena. Es un dolor muy grande lo que hizo esta persona. Que tenga perdón de Dios. A nosotras ya nos mataron”.