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Unos 400 directivos de escuelas primarias de Mendoza firmaron un petitorio que fue entregado al titular de la Dirección General de Escuelas, José Thomas, en el que plantean reclamos salariales, al mismo tiempo que advierten del ejercicio de la educación y de las situaciones que se desprenden en materia pedagógica de la presencialidad hoy exigida.
En dicho pedido solicitan el pago de un plus por dedicación exclusiva y de mayor jerarquía por el trabajo que llevan adelante en medio de la pandemia, teniendo en cuenta que directoras y directores tienen en sus manos muchas más responsabilidades, pelota que le tiraron desde la DGE.
“De 7 a 23 horas estamos pendientes de toda la problemática de la escuela, tenemos muchas horas de trabajo presencial y de trabajo virtual, docentes que nos llaman porque tienen alumnos con Covid, o ellas mismas tiene Covid”, cuenta Nancy Peralta, directora de la escuela Alfredo Chacón en San Carlos, en diálogo con Radio Nacional Mendoza.
Entre varias actividades, a las directivas les caben tareas como “las burbujas aisladas, los niños en la virtualidad que hay que atender”. “Hay una cosa detrás de la otra y no damos abasto en hacer toda esa tarea administrativa, toda esa burocracia, y para la parte pedagógica nos queda muy poquito tiempo”, cuenta Nancy.
“La problemática propia de una escuela nos lleva casi 12 horas de trabajo por lo menos cada día”, por lo que piden ese reconocimiento salarial: la dedicación exclusiva y el de jerarquía. Pero para la directiva, este ítem debería hacerse extensivo a los docentes también, ya que también están excedidos en sus horarios de trabajo.
El día a día se sobrelleva concentrado en tareas administrativas, que, de yapa, “si te equivocas en algo, te retan”, compartió la responsable de la escuela Chacón. La directiva señaló las incoherencias de la presencialidad como la plantea la DGE, forzando al funcionamiento de las instituciones educativas.
“El objetivo de una educación mejor, de calidad y que le sirva al niño, queda relegado con tanta tarea administrativa que se da en la presencialidad, porque hay muchos contagiados y le pega directamente a la escuela”, refirió la directora y subrayó el desfasaje salarial de Mendoza en materia de sueldos docentes.
El gobierno no se ha sentado a discutir salario mediante paritaria, “solo hay órdenes y órdenes, pero no nos escuchan”, contó Nancy y puntualizó que, entiende, hoy “estamos en un brete en el cual no podemos opinar, las escuelas hemos perdido total autonomía”.
Pero al margen de la situación de atraso salarial que padecen directivas, maestras y celadoras, Nancy Peralta destacó otro aspecto central de la educación abogada desde la DGE, que pretende defender mediante la lógica de la presencialidad pero que no se hace efectiva en las aulas diezmadas de docentes y estudiantes, enfermos o temerosos del contagio.
Para Nancy, actualmente, “la educación no es una construcción, es un obedecer, es un estímulo-respuesta: si no haces la respuesta, te castigo. Esto no lo puedo trasladar a mi paradigma socio-crítico. Yo estudié para otra cosa, para que la educación sea mucho más creativa, no esto”, reflexionó.