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Tras detectar 15 casos de la variante Manaos en el departamento de General Alvear, el intendente Walter Marcolini pidió reforzar las restricciones que ya rigen en el departamento sureño.
Además, serán aislados los distritos de Villa Atuel, Atuel Norte, Real del Padre y Jaime Prats. Salvo los trabajadores de actividades esenciales, nadie podrá salir ni ingresar al departamento o esos distritos por las próximas dos semanas.
Continuará el dictado de clases presenciales. Pero no se podrá circular entre las 20:30 y las 5:30, mientras que el horario de cierre de comercios será como máximo a las 19:30. Asimismo, se suspendieron las actividades deportivas, de gimnasios y se limitaron a un 10% las religiosas.
Los locales gastronómicos podrán atender presencial hasta las 19:30, de esa hora en adelante y hasta las 23, funcionarán como delivery. “En abril superamos todos los casos que tuvimos en todo el 2020”, refirió Marcolini.
Desde el Ministerio de Seguridad se encargarán de hacer los controles efectivos, dijo Raúl Levrino, el ministro de Seguridad, mientras, el ministro de Gobierno adelantó que el gobernador espera recibir el DNU para leer la letra chica del mismo antes de tomar decisiones.
Fiel a su estilo, el gobernador ni el ministro confirmaron si Mendoza está en alto riesgo epidemiológico o en alerta, de acuerdo a las categorías planteadas desde el gobierno nacional para arbitrar medidas y cuáles.
Misterio. Mientras tanto, desde AMPROS instaron a Suárez a regresar a Fase 1 por 30 días, a fin de liberar camas, descomprimir el sistema y tener capacidad de respuesta para la población ante el colapso que cada día se hace más evidente.
Hay saturación de camas tanto en el área Clínica como en las Unidades de Terapia Intensiva de todos los efectores públicos y privados, detalla AMPROS. Pero, además, resultan escasos los profesionales para atender la creciente demanda de enfermos de Covid-19 y de otras patologías.
Consideran que a la grave crisis sanitaria, se suma la falta de testeos y de vacunación. María Isabel del Pópolo, secretaria general de AMPROS, señaló: “Emergentólogos pasean como mínimo cuatro horas deambulando con los pacientes en la ambulancia”.
Y remarcó que FARO, el sistema de distribución de camas, no responde a los llamados. Pero además temen por el ejercicio profesional. Claudia Iturbe, secretaria adjunta del gremio de profesionales de la salud refirió los riesgos de mala praxis que pueden suscitarse.
“Los profesionales se encuentren al borde de incurrir en una mala praxis con los riesgos que conlleva desde el punto de vista penal, civil y de su salud física y psíquica”, advirtió la doctora en un marco de compulsivo aumento de contagios y muertes y sin definiciones políticas aún.