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Las Islas Malvinas están ocupadas ilegalmente y por la fuerza por el Reino Unido desde 1833. Desde que asumió Alberto Fernández, la posición política y diplomática respecto a Malvinas volvió a ser la que se venía sosteniendo durante décadas, antes de que Mauricio Macri echara por tierra los reclamos históricos y permitiera la explotación ilegal de recursos en las Islas y en nuestra plataforma marina. La posición de Argentina, y de la comunidad internacional que ha apoyado en innumerables ocasiones este reclamo, es lisa y llanamente, el de soberanía.
En el día de ayer, Cancillería emitió un comunicado en el que expresó su rechazo a las maniobras militares y el lanzamiento de misiles que hará el Reino Unido en el área de la Islas Malvinas, y advirtió que la "alegada condición defensiva de la base militar británica en el Atlántico Sur no solo es totalmente injustificada, sino también representa una amenaza para toda la región".
"La República Argentina rechaza en los términos más contundentes la realización de maniobras militares y el lanzamiento de misiles en particular, en territorio argentino ilegítimamente ocupado por el Reino Unido", expresó el Palacio San Martín en un comunicado.
“Esos ejercicios militares constituyen una injustificada demostración de fuerza y un deliberado apartamiento de los llamamientos de las numerosas resoluciones de las Naciones Unidas y de otros organismos internacionales, que instan tanto a la Argentina como al Reino Unido a reanudar las negociaciones a fin de encontrar una solución pacífica y definitiva a la disputa de soberanía que involucra a ambos países en la Cuestión de las Islas Malvinas".
En su protesta, el Gobierno argentino remarcó que la "persistencia del Reino Unido en la realización de ejercicios militares en el Atlántico Sur contraviene específicamente la resolución 31/49 de la Asamblea General de Naciones Unidas que insta a ambas partes (la Argentina y el Reino Unido) a que se abstengan de adoptar decisiones unilaterales que entrañen la introducción de modificaciones en la situación mientras las Islas están atravesando por el proceso de negociación por ella recomendado".
Asimismo, adelanta que "en el marco de las obligaciones y responsabilidades de nuestro país en materia de seguridad de la navegación en el Atlántico Sudoccidental, una vez que se cuente con la información precisa sobre la fecha del referido lanzamiento, el Servicio de Hidrografía Naval emitirá un radioaviso náutico informando sobre el desarrollo del ejercicio".
"A su vez, el Gobierno argentino denunciará la situación al Secretario General de las Naciones Unidas y al Secretario General de la Organización Marítima Internacional", concluye el comunicado.
Uruguay y su colaboración con los británicos
Esta semana también el gobierno argentino emitió una queja formal al gobierno Uruguay, que continúa permitiendo vuelos militares desde el vecino país a Malvinas.
En febrero del año pasado se pudo conocer en el Senado a través del embajador de ese momento, que en el último año se habían realizado 13 vuelos desde Uruguay a las Islas por parte de aviones militares británicos.
Esto viola los acuerdos con los países limítrofes, los cuales establecen que sólo se permitirán vuelos con las Islas exclusivamente por cuestiones humanitarias. Estos vuelos a Uruguay, son para abastecer a los aviones militares.
Los aviones Airbus A330 MRTT que han llegado a Uruguay son indispensables para sostener la operación en las Islas Malvinas del escuadrón de aviones de combate Eurofighter Typhoon, que protegen la base británica incrementado su alcance a través del reabastecimiento, y también para sostener un puente aéreo que abastece las necesidades logísticas de una guarnición que ocupa un territorio a más de 12.000 kilómetros de Londres.