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Cuando el pescado podrido del Mendoexit parecía ser irremontable, el diputado nacional José Luis Ramón le respondió a su par Alfredo Cornejo y lo puso nuevamente en boga tras proponer realizar una consulta popular, mediante plebiscito en las elecciones de medio término de este año, sobre la desopilante iniciativa.
“Avanzamos sobre un proyecto para llamar a un Plebiscito provincial al respecto del SER ARGENTINO o DEJAR DE SERLO. Nada mejor que el pueblo mendocino en las urnas, decidiendo sobre su futuro”, informó Ramón en su cuenta de Twitter con afán de ponerle fin a la patraña alentada desde distintos sectores.
Alfredo Cornejo, desde Juntos por el Cambio, ha sido reiterativo e instalado la idea de “independencia” de Mendoza respecto de Nación, siendo recurrente en denuncias públicas respecto de una supuesta “discriminación” para la provincia. Portezuelo del Viento fue el disparador, y desde entonces el dedo señalador de Cornejo no se ha quedado quieto.
Más allá de las acusaciones meramente mediáticas, desde Nación se han realizado los desembolsos para la obra hídrica, así como también se ha incluido a Mendoza en sendos beneficios: reducciones de aportes patronales para los nuevos empleos y continuidad del Programa “50 Destinos”, sólo en los últimos días.
Pero Cornejo no se conforma y recientemente, en medios nacionales, manifestó: “Mendoza está siendo cada vez más perjudicada. Mendoza tiene todo para vivir como un país independiente”, cuando, sabido es, la grave situación de deuda pública que afronta Mendoza tras su gestión de gobierno, entre otros problemas económicos y sociales.
Por otro lado, el ex gobernador cuestiona las decisiones del gobierno nacional y la política sanitaria encarada por y durante la pandemia.
Referentes del peronismo no tardaron es responderle, retrucándole con su propuesta separatista de Mendoza respecto de la Nación.
Además, otros usuarios reflejaron las incongruencias del diputado nacional de Juntos por el Cambio.
Ramón espera un gesto de sensatez desde el radicalismo en torno a la idea insólita abogada por Cornejo, que “alimenta grietas y fantasías absurdas”, a fin de terminar con tanto pescado podrido.