_

Catalogado por los trabajadores como histórico, vitivinícolas iniciaron hoy la primera de las dos jornadas que los convoca por mejoras salariales.
Esta vez, en la medida de fuerza participó el gremio que nuclea a la mayoría, SOEVA-FOEVA, desde donde dieron cuenta del paro que arrancó en la medianoche de este martes.
Desde las entidades que reúnen a las bodegas, grandes o chicas, se agarraron de los pelos ante la acción que mañana completará 48 hs y que apunta a un salario cercano a la canasta básica.
Además del paro, trabajadores bloquearon los egresos y egresos de bodegas durante buena parte del día, no sólo en Mendoza, sino en todo el país en el marco de un reclamo nacional.
Distintas cámaras de bodegueros indicaron, en distintos medios, que sufrieron algunos destrozos y amenazas, junto con la queja, en plena vendimia, de manifestarse de este modo.
Sin embargo, el reclamo por aumento salarial de los trabajadores de viñas y bodegas no es nuevo. Desde principios de febrero, trabajadores autoconvocados comenzaron a mover el avispero advirtiendo los bajos sueldos que perciben.
En ese entonces, SOEVA-FOEVA no se hizo cargo de las protestas que movilizaron a cientos de trabajadores a Casa de Gobierno para plantear a las autoridades su desfasaje salarial.
Al día de hoy, haciéndose eco de una situación insostenible, SOEVA-FOEVA avaló la medida de fuerza. Desde Maipú, Guido Álvarez, titular del gremio en ese departamento, detalló que los trabajadores de viñas cobran sueldos que rondan los 27.600 pesos, mientras, los de bodega, perciben sueldos de alrededor de 28.400 pesos.
Los vitivinícolas reclaman salarios que, al menos, coincidan con la canasta básica familiar, establecida por el INDEC, en 56.400 pesos.
Ante la inminencia de la medida de fuerza que se concretó hoy, las cámaras patronales presentaron el pedido de conciliación obligatoria el jueves pasado, ante en la Subsecretaría de Trabajo.
Así y todo, los bodegueros no han recibido respuestas de la autoridad provincial en lo que podría desactivar el paro que les afecta la producción, en plena vendimia.
Con una paritaria abierta, con una oferta que deja disconformes a los trabajadores y que fue rechazada: las patronales vitivinícolas ofrecieron un incremento de alrededor 30% en tres cuotas junto con el pago de 4.000 pesos no remunerativos.
Los trabajadores están solicitando un aumento del 100%. Los trabajadores rechazaron la oferta, los trabajadores están de paro.
Desde el sur de la provincia, José Pedro Gómez, presidente de la Específica de Bodegueros, dentro de la Cámara de Comercio de San Rafael, lamentó que no se haya podido alcanzar un acuerdo entre trabajadores y empresarios y consideró lamentable que hayan decidido confrontar.
Gómez entiende que el reclamo tiene aristas políticas y que a través de ello no se prioriza la búsqueda de soluciones para los trabajadores. Además señaló un aspecto clave que motoriza aún más el reclamo laboral: el gran año que ha tenido el vino argentino.
Pese a la pandemia, 2020 fue un año alentador para empresarios vitivinícolas: en materia de exportación de vinos, se comercializaron 83 millones más que en 2019, representando crecimiento del 26,7%; cercano el récord de ventas en los últimos 15 años y las más altas en 10 años.
El titular de la Especifica de Bodegueros de San Rafael explicó sobre esto, justificando el “no aumento”: “Si bien la venta de vinos ha aumento durante el año 2020, se ha hecho a menor precio”.
Además, Gómez agregó, en declaraciones radiales: “Las ventas cayeron en lo que va de este año y la situación macro de la economía ha afectado la rentabilidad, por los aumentos de los insumos”.
Por su parte, el sociólogo, integrante del PTP, Nicolás Guillen, analizó los números de las grandes bodegas y monopolios vitivinícolas en el país y de ello sacó algunas conclusiones llamativas.
“En 2020, a las bodegas no le fue mal. De los ingresos, en dólares, de una bodega, 10% se destina a sueldos. Con muy poco de su facturación, pagan salarios. Los trabajadores se han dado cuenta de que hay plata, de que hay mucho margen”, señaló el sociólogo.
Para Guillén, “margen para aumentar salarios hay”. “Lo que está en puja hoy, en el paro, que se puede llamar histórico, es que los trabajadores, unos 16.000 en blanco, se han dado cuenta de esto, de que hay margen. Ninguna empresa quebraría si duplicara el salario”, concluyó Guillén.