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Durante este 8 de marzo, las trabajadoras de la cooperativa de La Terre encabezaron la enorme movilización que reunió a alrededor de 10.000 mujeres manifestándose en las calles de la ciudad.
Las trabajadoras de la cooperativa de alimentos son la muestra de un ámbito laboral mayoritariamente encarnado por mujeres. De la planta de personal de La Terre, representan el 70%.
Además de las problemáticas propias como mujeres, desde La Terre, las mujeres se manifiestan contra la afrenta de la justicia que hace unos meses subastó la empresa recuperado en manos de sus obreras y obreros años atrás.
Las trabajadoras y trabajadores de la ex Industrias Matas pusieron a funcionar la fábrica quebrada. Entre 27 asociados y asociadas, en 2013, rearmaron el emprendimiento y consolidaron la cooperativa, que hoy reúne a 100 personas en temporada.
Con un exitoso proyecto de producción de alimentos, incluso formaron parte de campañas de donación que repartieron hasta 50.000 raciones de alimentos a merenderos y comedores, creciendo en planta de personal, capacidad de producción y comercialización.
En diciembre del año pasado, la Primera Cámara de Apelaciones en lo Civil determinó la validez del proceso de subasta de la fábrica, funcionando, y confirmó la compra de la empresa por parte de American Garlic, representada por Mariano Ruggeri en Mendoza.
Luego de años de trabajo, la fábrica recuperada por sus trabajadoras y trabajadores pasaría a manos privadas, terminando con el proceso de reconversión que años atrás iniciaron.
Este 8 de marzo, por primera vez las trabajadoras de La Terre, con sus fuentes de trabajo peligrando, se hicieron parte de la movilización por el Día Internacional de la Mujer y plantearon estas demandas.
“Nunca lo habíamos presenciado, porque siempre laburamos, siempre nos concentramos en el trabajo”, cuenta Nelly, trabajadora de La Terre, conmovida al vislumbrar la enorme concentración que marchó por el centro.
Pero además del orgullo y la emoción, “venimos con mucha bronca y mucha impotencia al ver que nuestros sueños se van derrumbando”, comentó Nelly en declaraciones a Radio Nacional Mendoza.
Con dolor, la trabajadora de La Terre cuestiona el rol de la justicia en el caso de la empresa recuperada: “Creemos que nunca se hizo lo que se tuvo que hacer. Los jueces siempre miraron atrás. Los jueces tendrían que haber visto nuestro esfuerzo, nuestro trabajo, nadie nos dio un peso, lo levantamos de cero.”
“El gobierno nos dejó de lado, los jueces, los políticos, que dijeron que nos iban a ayudar y ahora se hicieron a un lado”, demandó Nelly como vocera del sentimiento común de quienes conforman hoy La Terre.
La obrera remarca con orgullo lo que representó la campaña “Racioná”, que llevó alimentos a comedores y merenderos, como ejemplo de la tarea social y comunitaria que se animó a emprender La Terre, y cuyas capacidades productivas posibilitarían llevar a cabo a futuro.
“La sacamos en plena pandemia. Como mujeres sabemos de las necesidades que pasa una familia, por eso sostenemos esta lucha para que esto no termine acá, queremos seguir, ayudar a los comedores y merenderos”, recalca Nelly.
Con ofuscación e indignación, las mujeres de La Terre marcharon, dando ejemplo de otra economía posible, de otro tipo de organización de trabajo, cooperativa, horizontal, en manos de sus trabajadoras y con un horizonte social.
“Porque nuestro rol es fundamental en la economía solidaria. Porque supimos también compartir nuestra fábrica con otros grupos de mujeres para que pudieran desarrollar sus proyectos de trabajo”, expresan las mujeres de La Terre.
“Porque con nuestro trabajo cotidiano pusimos en funcionamiento y valor nuevamente la fábrica hasta ser la deshidratadora de alimentos más grande de Argentina”, resumió la convocatoria de las trabajadoras este 8 de marzo.