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Paola González es madre en lucha de una de las víctimas del “Instituto Próvolo”, en esta trayectoria conformó un merendero y comedor en el Barrio San Martín para asistir a vecinas y vecinos que “hoy no tienen qué comer”, señaló.
El espacio se llama “Yo sí te creo” y recibe a 220 familias entre las que se prioriza a niñes, adultos mayores y personas con discapacidad. Paola contó a Babel que cada día llegan más vecinas y vecinos a pedir asistencia alimentaria.
“Yo si te creo” se ubica en el corazón del Barrio San Martín, hoy se encuentra en emergencia debido a que la ayuda social se ha resentido. “No tenemos ayuda del Estado, dependemos de la solidaridad de la ciudadanía”.
La urgencia es al menos cumplir con la copa de leche y la ración de panificación daría, señaló Paola. También contó que en los últimos meses se agregó un día semanal para brindar platos de comida.
Sin embargo, en el último tiempo el merendero se complicó por falta de insumos. “A veces hay días en que no podemos atender, mi familia y mis amigos me ayudn para que esto no suceda”, dijo. Contó que para el “Día de la Madre” hicieron el esfuerzo de agasajar a las mamás de barrio y sus hijes con pizzas, ensalada de frutas y bombones. “Pero hay días en que debemos cerrar”, se lamentó.
La situación está cada vez peor, la solidaridad merma y aumentan las necesidades. Para Paola “Mendoza se caracteriza por la solidaridad, pero el contexto es complicado para todos”.
En este sentido recordó que gracias a la ayuda ciudadana se consiguieron camas y frazadas al principio del invierno para que los niños y niñas que dormían en el suelo pudieran descansar abrigados.
Lo que hoy se solicita es leche, huevos, cacao, sal, caldos, aceite, fideos, salsa, arroz, frutas, verduras, carnes.