El advenimiento de la pandemia, el aislamiento y la paulatina reapertura de actividades condujo a la implementación del horario corrido, resistido históricamente por el grueso de los trabajadores de comercio en Mendoza, quienes se adaptaron a la modalidad.

Con la “nueva normalidad” y la extensión de horarios de distintos rubros y actividades, el sector empresario del comercio en la provincia planteó sumarse a esta tendencia e incorporar de manera permanente el horario corrido.

Lo que nació como una opción para la reducción de la circulación y la exposición de trabajadores, comienza a tomar visos de concretarse y reafirmarse, luego de saberse hoy la extensión horaria mediante decreto que amplía la atención de los comercios de 8.00 a 21.00 hs, que será oficializada mañana.

En mayo, oportunamente, el intendente de la Ciudad de Mendoza, Ulpiano Suarez, promocionó avanzar en este “cambio cultural que necesitamos”, al decir del jefe comunal, hacia esta transformación que considera “un eslabón fundamental en la evolución de la Ciudad”.

Por esos días, en la Legislatura provincial, también se presentó un proyecto tendiente a regular, mediante una norma, el horario corrido, hoy desregulado y ajustado al escenario de pandemia y distanciamiento.

Así, el senador radical Diego Costarelli presentó un proyecto de ley que aborda “el nuevo uso horario en los comercios y entidades financieras de la provincia". De modo de sacar provecho al “cambio de hábito” propiciado por la pandemia, Costarelli plantea concretar esta iniciativa, frustrada en ocasiones anteriores.

Para Suarez como para Costarelli, para ese entonces, los beneficios del horario corrido radican en: menor movilidad de los empleados, ahorro de energía, seguridad -“ya que la gente ingresaría a trabajar de día y regresaría a su casa también con luz natural", según expresó en su momento el senador-.

Para los radicales, “el horario corrido mejora la eficacia del transporte público de pasajeros, al reducir el congestionamiento del servicio”. Y consideran: “Es conveniente racionalizar nuestros horarios tomando como ejemplo los países de economías más avanzadas y los excelentes resultados que traen aparejadas estas medidas”, al decir del legislador Costarelli.

A esta serie perspectivas favorables se sumaron las cámaras empresarias. La FEM como el CECITYS celebran la iniciativa y solicitan, además, la extensión horaria. Desde el CECITYS, Adrián Ailín, destaca la oportunidad que representa en cambio de estación y temporada, lo que repercutiría beneficiosamente para los comercios y para mantener las fuentes de trabajo.

“Muchas empresas y muchos empleados, con esta experiencia de horario corrido obligada por el Covid, la quieren mantener”, manifiesta Ailín. Por parte de la FEM, Adolfo Brennan, anticipó el interés de mantener el horario corrido y extenderlo hasta las 21.00 horas.

¿Qué dicen los trabajadores a todo esto? Desde el CEC expresan: “Hoy, en el momento más crítico de la pandemia, el gobierno de Mendoza estudia el pedido de ampliación horaria y les da crédito a las cámaras empresarias, las mismas que nos niegan el merecido y necesario aumento”.

Y es que además de la jornada de trabajo de corrido, la extensión los sobrecarga, sin la posibilidad de discutir salario aún. Además, desde la comisión directiva del sindicato destacan que la decisión de extensión horario no fue consultada ni debatida con el gremio.

“¿Cómo es posible que, al comenzar la cuarentena, el intendente de la Capital proponía el horario argumentando el aumento del tiempo para compartir con sus afectos, salir y regresar a los hogares con luz solar, brindar mayor seguridad, reducir la cantidad de viajes y la contaminación?”, se preguntan quienes hoy se ven, además, extendidos en su jornada laboral hasta las 21.00 hs.

“¿Cómo es posible que un senador provincial oficialista presentara un proyecto de horario corrido que hablaba de “la salud, la seguridad y el bienestar” como valores emergentes que nunca se trató?”, cuestionan al respecto.

Las y los empleados de comercio ven positivamente la implementación del horario corrido. No así, la extensión horaria a la que se ven empujados, con salarios congelados desde el año pasado y sin una instancia de negociación paritaria en vista.

De acuerdo a lo dicho por el titular del CECITYS, en declaraciones radiales, la implementación del horario corrido para el comercio se trabajaría de forma diagramada, “con turnos rotativos, respetando el Convenio Colectivo de Trabajo”.

Así, Ailín detalla que “se pueden conciliar turnos de 6 horas, de 8 horas, y aquel personal que considera que se le están cambiando los hábitos, lo podrán consensuar en el Subsecretaria de Trabajo”.

Desde el CEC manifiestan su disconformidad ante esta extensión horaria: “Los derechos de los trabajadores de comercio son nuevamente atropellados. Vamos a insistir y defender lo que la inmensa mayoría de los empelados de comercio quiere: horario corrido para todos”.