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El Partido Justicialista continúa su ciclo de formación “La política internacional en tiempos de pandemia y los nuevos ejes de la política exterior argentina”. Luego de los saludos del Presidente del Partido Justicialista Guillermo Carmona, se dio paso a la presentación de les expositores. Esta vez, estuvieron en el ciclo Sun Xintang, Doctor en Lingüística, Magister en Traducción y licenciado en Filología Hispánica. Luis Seara, licenciado en relaciones internacionales y secretario de Asuntos Internacionales e Integración del Parlasur. Juan Cruz Campagna, licenciado en Ciencia Política y Administración Pública, asesor, docente e investigador universitario, y Mercedes Sola, filósofa, docente e investigadora universitaria.
Política externa sobre la base de la independencia económica, soberanía nacional y justicia social
Luego de los saludos del presidente del Partido Justicialista Guillermo Carmona, la charla fue abierta por Mercedes Solá, quien señaló que “hablar de política exterior hoy es ineludible, la política externa e interna del país reposan sobre los principales ejes de las políticas públicas. En el caso del peronismo esos ejes son los principios doctrinarios de independencia económica, soberanía nacional y justicia social”.
La filósofa rescató que durante todos los encuentros de este ciclo de formación se haya tenido en cuenta el tema Malvinas: “La causa de Malvinas la defendemos como una causa regional y nacional”, señaló.
Continúo su exposición señalando que la “soberanía nacional, la integración regional y los universalismos tienen que ver con la composición de nuestro país. Nadie se salva, hoy la crisis es inusitada. Lo que podemos elegir de toda esta crisis es que justamente somos una sola humanidad y que estamos embargados en un destino común. Esta comunidad de destino habla de un universalismo que no niega las singularidades. Desde el peronismo esta es la manera de entender el universalismo”.
La tensión China y Estados Unidos
El licenciado en Ciencias Políticas Juan Cruz Campagna, quien además ha sido moderador de todo el ciclo de formación, señaló que a fines de 2019, “la contradicción en el sistema internacional era la denominada guerra comercial entre china y EE.UU. que había comenzado dos años antes de la llegada del coronavirus. Con respecto a la Unión Europea, la crisis esencial era el Brexit. Esto mantuvo al continente europeo en debate. Además, no se pueden negar otros conflictos anteriores, como la situación de deuda de Portugal, España, y Grecia.” También, recordó las situaciones de guerra constante en Afganistán, Irak, Siria y Libia.
Respecto a América Latina explicó que “había situaciones también de mucha crisis e inestabilidad, sobre todo los ataques y amenazas a los tres enemigos en América latina de Estados Unidos: Venezuela, Cuba y Nicaragua. A esto se sumaban las protestas callejeras en chile, pero también en Ecuador y Colombia, y algunas muy importantes en Argentina.”
“Hacia fines de 2019 se dio también el golpe de estado contra el gobierno de Evo morales en Bolivia, y ya veníamos de un proceso que había dejado fuera del gobierno de Brasil a Dilma Rousseff.”
En este marco, señaló que “hay que pensar cómo influye el coronavirus en este panorama de crisis, “qué cosas y qué rasgos se han venido sosteniendo a raíz de la pandemia.”
“Hace una década con la construcción de la UNASUR y la CELAC, esta unión de países de Sudamérica había iniciado una incipiente constitución de polo de poder en el sistema internacional que hoy se encuentra mucho más debilitado que en aquel momento pero que podría ser reconstituido. La pérdida de liderazgo de Estados Unidos que mantenía desde la Segunda Guerra Mundial, se había profundizado con la caída del muro de Berlín y se potenció militarmente a partir del atentado de las Torres Gemelas. Ese esquema se ha debilitado. Ese liderazgo que mantenía en cuanto a sus posiciones ideológicas solo puede sostenerse a través de su potencial bélico y armamentístico.”
“Esto nos lleva a que esta tensión entre China y Estados Unidos va a ser el centro de las relaciones internacionales durante mucho tiempo. El problema entre estas dos potencias es que no están llegando a consensos en la mayoría de los temas y mucho menos a constituir una nueva plataforma de gobernabilidad del sistema que sea capaz de incluir a otros bloques, países o pueblos en beneficio del conjunto.”
Por otra parte señaló que la disputa entre China y Estados Unidos no es solamente comercial, tecnológica, militar, sino que es esencialmente política. “En ese sentido hay una diferencia de criterios sobre cómo entablar las relaciones y la estructura en el sistema internacional a la salida de la pandemia. Ahí puede haber una clave importante para prestar atención”.
Además señaló que “es muy importante resaltar que todas las medidas que se han tomado en los gobiernos a partir de la pandemia, todas las medidas para terminar y frenar la crisis, han sido esencialmente heterodoxas. Es importante mencionar este sentido, ya que la ortodoxia, que hemos llamado neoliberalismo, ha creado un sentido común en gran parte del mundo occidental. Este neoliberalismo es antipolítico, antiestatal e insolidario, es falto de empatía.”
“Justamente las soluciones frente a la pandemia son la política, el estado y la solidaridad. El contexto nos obliga a tener nuevamente en el centro de la escena estos conceptos. La causa fundamental de los problemas del mundo actual, previo al Covid, y actualmente en pandemia, es justamente el modelo depredador que explota tanto a la naturaleza como a los seres humanos. Es decir que en el plano internacional es posible trabajar, desde Argentina, a favor de nuevas formas de globalización, que en términos generales priorice por un lado la producción y el trabajo por sobre el capital financiero, por otro lado, que defienda la dignidad humana y en otro sentido que proteja y defienda el medio ambiente.”
“Es importante construir una plataforma de gobernabilidad que incluya otras voces, otros protagonistas válidos en el sistema internacional. Hay que reconstruir la integración regional de América latina. En especial a través dos elementos importantes, uno es el Banco del Sur, necesario como herramienta financiera para ayudar al desarrollo de los países de América latina. El otro elemento es darle importancia a la cooperación Sur-Sur, y a los BRICs. Deberíamos ver la forma en que Argentina pueda incorporarse a este bloque.”
El politólogo finalizó diciendo que “tanto Argentina como América latina necesita un pacto verde que proteja el medio ambiente y el trabajo. En este sentido es muy interesante lo que está haciendo la Unión Europea, y esto no entra en contra del crecimiento económico. Es necesario buscar una defensa de los recursos naturales de América latina.”
¿Un mundo bipolar?
Por su parte, Luis Seara, secretario de Asuntos Internacionales e Integración del Parlasur señaló que en la guerra comercial entre China y Estados Unidos, “aparece claramente por primera vez la posibilidad de un escenario bipolar en el ámbito internacional. Esa bipolaridad que se está conformando implica sin dudas el multilateralismo. Ya antes de la aparición de la pandemia había fuertes cuestionamientos a la mayoría de las instituciones que le han dado cierta gobernanza al sistema internacional. Esto de alguna manera se profundiza con la llegada de la pandemia, sin dudas la primera respuesta fue política de aislamientos, el cierre de fronteras, y esto trajo debates, por ejemplo, en el centro de la Unión Europea”
Por otra parte, explicó que “los países han tenido una importancia central ante Bruselas. Esa primera respuesta que puede ser casi epidérmica o impulsiva de los países abona la hipótesis de la necesidad de reconstruir nuevas instituciones. Ha habido en algunos sectores y actores del sistema internacional iniciativas que evidencian el compromiso con el multilateralismo y la búsqueda de soluciones que sean globales y regionales. Un ejemplo de esto es la posibilidad de realización de la vacuna, la ayuda de insumos médicos entre países.”
“Respecto a nuestra región, esto nos plantea sin dudas mayores desafíos. Lo primero que tenemos que tener en claro es que el ataque para la desarticulación del UNASUR fue muy eficiente. Era un esquema de integración sudamericano que por primera vez había juntado a todos los presidentes sudamericanos. Fue la posibilidad de incorporar países que habían sido dejado de lado en la zona caribeña. El elemento central es que la UNASUR era la reunión de las más altas autoridades que permitió solucionar muchas crisis que surgieron en América latina.”
En ese sentido señaló que si bien UNASUR hacía hincapié en la diplomacia presidencial fue construyendo algunas instituciones, por ejemplo el consejo de defensa sudamericano “que nos permitió avanzar en implementación de políticas mutuas, en el intercambio de información o en proyectos comunes hasta cuestiones doctrinarias”.
“Desde el Mercosur también apareció una nueva visión de la integración, principalmente desde la llegada de Macri. Se retomó el paradigma de que la única función que tiene es la posibilidad de generar economías lejanas o el modelo chileno. Eso obviamente fue profundizándose, una consecuencia de la desarticulación es el golpe blando a Dilma o la eliminación de Venezuela del Mercosur. “
“Esto nos obliga a pensar cuál es el escenario nuevo que tenemos. Es muy difícil reconstruir lo anterior, la crisis desde el 2008 sigue siendo una crisis que nos afecta y esta nueva crisis del coronavirus nos va a afectar no solamente desde el punto de vista económico sino también desde la necesidad de una nueva integración regional. Sin dudas tenemos que insistir, como país, como potencia intermedia en nuestro modelo. No hay soberanía nacional, independencia y justicia social sin integración regional.”
“La búsqueda de un modelo de desarrollo industrial y con inclusión social también está vinculado con la integración regional. Las pocas energías que tenemos debemos usarlas para fortalecer las relaciones regionales. Además, tenemos una gran diversidad de recursos naturales y biodiversidad, esto tiene que tener una voz que se haga escuchar en el ámbito internacional. América latina tiene que tener una posición ante el cambio climático. Una posición separada o diversa de los diferentes actores no es posible. “
Seara señaló que “el Parlasur puede servir como un elemento central. El parlamento viene funcionando con dificultades, tuvo su intento de desarticulación. El maltrato y la desidia en el proceso del macrismo no fue suficiente para cansarnos como creía el macrismo. Quienes estuvieron en el Parlasur tuvieron una militancia y convicción de la integración social muy importante, siendo ejemplo de cómo esa convicción militante ayuda para que se reconstruyan las instituciones.”
“Actualmente el Parlasur se puede convertir en un elemento central para llevar a cabo las políticas internacionales de nuestro país y en el ámbito de la integración regional. Este año a pesar de no poder sesionar, el parlamento ha venido funcionando de manera remota y ha establecido algunos lineamientos. Esto le permite al gobierno nacional tener un espacio de negociación y un lugar para poder acercar posiciones sobre la integración regional porque sin dudas tiene que trascender a la política y sin esa integración no podemos llevar un proceso de desarrollo con inclusión social.”
Para finalizar, Seara señaló que los nuevos ejes a consolidar “tienen que ver con Malvinas, y nuestra presencia en la Antártida. Se va a venir todo un debate respecto a la cuestión antártica donde debemos estar preparados para defender nuestro derecho sobre estas tierras”.
La relación entre China y Argentina
Sun Xintang, doctor en lingüística, remarcó que China ha sido uno de los países que mejor controló la pandemia. “El país ya está funcionando con normalidad. El martes pasado el Presidente de la República condecoró con la medalla de la república como héroes del pueblo a los chinos que ayudaron en la lucha contra el covid. Este acto de condecoración explica el éxito del proceso del combate contra el coronavirus.”
“Generalmente mientras los occidentales prestan más atención al individuo los orientales tienden a postergar al individuo a la colectividad. La concepción de familia tiene más importancia en China que en el occidente. Es la premisa de la existencia de los individuos. De esta manera la familia construyen la nación y las naciones forman la unidad bajo el cielo, término chino para referirse al mundo.”
“País y familia tiene la misma estructura. En China el nosotros tiene más importancia que el yo. Significa responsabilidad con los demás, colaboración, esfuerzo común, justamente por ello cuando el gobierno de China tomó medidas drásticas de control ante el avance del coronavirus los chinos colaboraron y siguieron las instrucciones del gobierno. Eso no es nada fácil, recuerden que la pandemia se produjo pocos días antes del año nuevo chino, festividad más importante que implica reunión familiar y viajes a la tierra natal. “
El filólogo explicó que este tiempo “ha sido espacio para la colaboración China con sus amigos latinoamericanos, Argentina incluida. En este marco, China ha expresado su cercanía y apoyo de muy diversas formas y compromiso con este continente. Superar la epidemia y lograr la recuperación económica son las tareas más urgentes para los países latinoamericanos.”
Para esto, advirtió que “es necesario fortalecer la cooperación en la lucha contra la epidemia y unir esfuerzos en el desarrollo conjunto. Sin embargo, la incertidumbre puede venir de la compleja situación internacional. Para el virus no hay ideología, será pérdida de tiempo calumniar o inculpar a los demás.”.
Por otra parte, señaló que el Presidente Fernández ha expresado en su discurso “la idea de profundizar los lazos con China y apostar a la economía del conocimiento que motorice al desarrollo de ambos países. Este último punto es una excelente idea porque incluye educación y cultura. Con la buena voluntad que han manifestado ambos países no tengo dudas que las relaciones políticas y económicas entre ambos países tendrán un nuevo despegue.”
“Los lazos culturales y educativos aún no están merecidos con la importancia y dimensión que ostentan los dos países. Actualmente hay muy pocos estudiantes chinos en la Argentina y viceversa. En china se presenta otro panorama, el idioma español está de moda. Hay 103 universidades que tienden departamentos de español. Varias tienen máster en estudios hispánicos. Me da un poco de pena que haya poca presencia argentina en la enseñanza en el español en china.”
En este marco, propuso que desde argentina se incluyan más propuestas de intercambio cultural y de idioma en las políticas exteriores. Crear condiciones para que estudiantes chinos vengan a estudiar a universidades chinas. “Es necesario firmar el acuerdo mutuo de reconocimiento de títulos entre ambos países. Crear programas de eventos culturales para promover diálogos entre escritores, cineastas, músicos”.