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Economistas, analistas políticos y funcionarios de la administración provincial en los últimos tiempos se han esmerado por explicar el origen y las consecuencias de una economía que no logra emitir señales inequívocas de un comportamiento macroeconómico sustentable. Esta discusión se ha potenciado a partir de la irrupción del Covid-19.
Los actuales gestores del estado provincial, argumentan que los antecedentes de las administraciones precedentes impiden una estructuración de medidasque favorezcan el crecimiento productivo. Un desarrollo económico que conceptualmente la actual y anterior administración delegan en el accionar del sector privado casi en exclusividad.
Desde la oposición política se postularon críticas, conforme la agenda que el gobierno impulsa en la legislatura. Los proyectos con impacto en la economía de forma directa presentados por legisladores no oficialistas, por lo general ingresan en un laberinto de marchas y contramarchas administrativas, cuyo tratamiento se desvirtúa en función del tiempo transcurrido.
El actual contexto político y económico trae aparejado la necesidad de obtener un mapa de opciones y acciones concretas, los eventos vigentes en el plano sanitario impactan en la economía y los resultados observados indican que el sector privado no está preparado para este tipo de crisis (pandemia) y el sector público no tiene el volumen económico, financiero y operacional que posibilite enfrentar una situación extrema con baja incidencia negativa para sus habitantes.
Es indispensable buscar una línea de análisis que permita identificar primariamente aquellos eventos que podrían ser los iniciadores y/o potenciadores de la actualidad económica de la Provincia de Mendoza.
Antecedentes de la economía mendocina pre-Suarez
El ex-gobernador Cornejo asume la administración provincial y propicio un cambio en el direccionamiento enla economía local, la idea central de su política se sustentó de forma distintiva en articular determinadas opciones financiera. La producción paulatinamente se alejó de los objetivos que se postularon en la campaña electoral.
Con la certeza que el mercado por la interacción del libre juego de la oferta y la demanda ajustaría la economía, el ex–mandatario provincial, solo dinamizo el ingreso de fondos a las arcas provinciales vía el endeudamiento.
El eslabonamiento producción-consumo-producción es el esquema que se presenta para el análisis de la economía mendocina. El primer estamento “producción” está íntimamente ligado a los niveles de inversión.La administración UCR-PRO siempre postulo que el sector privado tiene un papel preponderante, asignando a determinados segmentos de empresarios un importante rol. La inversión pública mayoritariamente se instrumenta como nexo de los objetivos de negocios de las empresas.Esta situación se evidencia en la baja incidencia de obras en la salud y educación pública.
El “consumo” es el agente dinamizador de la economía por excelencia, mayor consumo implica mayor demanda de bienes y servicios, que automáticamente deriva en mayor “producción”, con una limitante que es la capacidad instalada de las empresas. Dicha limitación puede ser morigerada desde el estado mediante obras de infraestructura, financiación del capital de trabajo e inversión pública en desarrollo tecnológico.
El esquema enunciado sintetiza una visión practica de política económica, el estado nacional, provincial y municipal tiene la obligación de procurar las mejores y más saludables alternativas de desarrollo económico, por lo tanto, en una economía con síntomas de deficiencias en la producción y el consumo, es el estado quien debe dinamizar y recomponer las variables macroeconómicas.
En los últimos cuatro años (2016-2019) la economía mendocina registro una caída del 4,8% de su PBG, la venta de supermercados cayó un 20,7% y el desempleo registro un incremento de cuatro puntos porcentuales. Estos tres indicadores ponen de relieve que Mendoza ingreso en un sendero de recesión económica, cuya vigencia en el tiempo podrían acercarla a un periodo de alta incertidumbre y desacople con una economía nacional no exenta de problemas, pero con perspectivas positivas en el mediano plazo.
Perspectivas económicas para Mendoza post-2019
El acceso y utilización del endeudamiento provincial en la etapa 2016-2017 será materia de estudio en los próximos años, pero en el presente es una pesada carga que la actual administración no sabe cómo resolver y necesitara del gobierno nacional para llegar a buen puerto. La discusión del presupuesto 2020 y especialmente el endeudamiento en dólares y roll-over, permite inferir que tanto Cornejo como Suarez, son proclives a endeudarse en la medida necesaria y suficiente para surfear su periodo de gobierno sin sobresaltos.
Sin acceso al mercado de deuda, con una crisis sanitaria en desarrollo, la administración provincial no logra recuperar la iniciativa económica y por lo tanto recurre a golpes de escena en lo político con un apoyo de la prensa que genera más sospechas que certezas.
La pandemia ha evidenciado la ausencia de un proyecto económico provincial consensuado y la lógica inexistencia de sustentabilidad, de las propuestas encaradas, situación que no es solo atribuible a la vigente y precedente administraciones.
La recuperación económica deberá sedimentarse en la obra pública, el empleo y una reforma fiscal. La infraestructura vial, educativa y de salud deberían estructurarse en el diseño de un plan de mediano plazo (8 o 12años - equivalente a dos o tres mandatos de gobierno) con los ajuste propios de cambios en el contexto local, nacional e internacional. Generar políticas de empleo con una tendencia progresiva a eliminar la informalidad y diseñar un sistema tributario anclado en la solidaridad fiscal.
La situación de Mendoza, se puede asimilar a una frase de Warren Edward Buffet (millonario estadounidense), la población paga un alto precio (desempleo, bajo consumo y menor perspectiva económica), en tanto su presente económico es un valor muy bajo.