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El abogado Lucas Lecour, titular de Xumek y especializado en Derechos Humanos, se refirió al endurecimiento de sanciones, que incluye cárcel por 15 días para quienes convoquen a reuniones de amigos en sus casas particulares, las cuales quedan prohibidas desde esta noche.
Horas atrás, en diálogo con Radio Nacional Mendoza, Lecour había analizado lo contraproducente de medidas punitivas en este contexto, tras saberse que el gobierno de Rodolfo Suárez denunciaría penalmente al paciente Covid-19 positivo, conocido públicamente como “Caso 98”.
En esa charla, el abogado advirtió el riesgo que representa en una estrategia sanitaria de abordaje integral una sanción tal. Para Lecour esto más que disciplinar, provocará que personas que presenten síntomas se reserven a informar a las autoridades por temor a una potencial demanda en su contra.
Junto con ello, para el letrado, esto también podría impedir que las personas contagiadas den cuenta de los encuentros o reuniones que mantuvieron, por temor a exponer a personas de sus círculos cercanos a situaciones similares a la que atraviesa el paciente denominado “Caso 98”, quien se encuentra hoy en terapia intensiva.
Luego del anuncio de nuevas restricciones, que retraen el escenario a un nuevo aislamiento, y a la modificación del Código Contravencional que Suárez remitirá a la Legislatura, Lecour opinó que también se trata de un despropósito. Particularmente la medida que prevé endurecer con días de prisión a quienes oficien de anfitriones de reuniones de amigos.
Otro aspecto que Lucas Lecour consideró de gravedad es la exposición púbica que se ha hecho de una persona, en condición de vulnerabilidad por padecer coronavirus y encontrarse internada. Para el titular de Xumek han pasado por alto derechos para con el paciente como así también de la familia del operario de bodega, hoy en el ojo de la tormenta.
“No solo siguen escrachando al caso 98, sino que van por más. Crear una contravención, cuando ya existe el delito penal, solo para que puedan regocijarse con su punitivismo recalcitrante que no los deja ver más a allá de sus deseo de encerrar a todes, sabiendo además, que jamás podrá aplicarse”, expone Lecour.
Y añade: “Porque donde hay un delito, las faltas no se aplican, pero a la tribuna que pide sangre les da tranquilidad de espíritu saber que tenemos al frente a nuestro Rudy Giuliani, versión mendocina”.