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Un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), que conduce actualmente Hernan Letcher realizó un informe en el que se da cuenta del impacto del aumento de jubilaciones oficializado por el gobierno nacional del 2,3% más un bono de $1500, es decir un 8% de aumento a partir del mes de marzo.
Hay dos debates respecto de la actualización jubilatoria del mes de marzo: Si el anuncio implica un ajuste o no de los recursos destinados a las jubilaciones, en relación a la inflación y alternativamente en relación a la movilidad anterior, y a la par, como se realiza la distribución por nivel de ingreso de los recursos y su impacto en la población jubilada.
Según CEPA, la discusión se concentra en cómo se aplica la suma fija y el complemento variable sobre los segmentos de jubilaciones, lo cual no es menor, ya que además del impacto sobre el bolsillo de cada uno de los jubilados y por ende del nivel de vida, de esa distribución depende apuntalar aún más el consumo.
En el aumento anunciado por el gobierno de Alberto Fernández, no habría pérdida de poder adquisitivo si se considera una estimación de inflación de 8,04% para el trimestre marzo-mayo de 2020. Esta propuesta llevaría la jubilación mínima de los actuales $14.068 a $15.892 (con la fórmula de movilidad ascendería a $15.694), es decir, unos $200 adicionales.
Así entonces, el aumento para el 60% de los casos superaría la fórmula de la movilidad anterior, y el 20% de la población jubilada quedaría por debajo de la inflación.
Si se analiza el semestre diciembre de 2019 a mayo de 2020, se percibe que la movilidad de diciembre más el aumento por decreto de marzo implica un incremento de 17,3% que alcanza 25,1% si se considera el bono. Considerando una inflación de 16,9% para ese semestre, la actualización de diciembre más el aumento de marzo queda por encima, recuperándose 8% si se considera el bono.
El indice de actualización en el gobierno de Macri
Por recomendaciones del FMI en diciembre de 2017 fue modificado el índice de actualización de las jubilaciones y de la Asignación Universal Por Hijo, lo que implicó, sumado al aumento de precios una pérdida del poder adquisitivo de los jubilados.
Según relevó el informe de CEPA el poder adquisitivo del haber mínimo, se retrajo 19,1% (por cada $100 que cobraba un jubilado de la mínima en 2015, en 2019 cobró el equivalente a $80,90) en la comparación entre el promedio de 2015 y el promedio de 2019, es decir, unos $2.673 mensuales, a valores de diciembre de 2019.
Sin embargo, la estimación de poder adquisitivo se realiza en base a la evolución de precios al consumidor que no representa la canasta de consumo de los adultos mayores que gastan particularmente alimentos y medicamentos.
“Si se utiliza la evolución de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) desde la corrida cambiaria de abril de 2018 que disparó el precio de los alimentos, la pérdida, en 2019 en relación a 2015, ascendería a casi 24%”, explicaron en el informe.
Por otra parte, a los jubilados de la mínima con aportes se les aplicó el 82% móvil, que ha tenido poca trascendencia dado el retraso deliberado del Gobierno en la actualización del salario mínimo, vital y móvil, y la limitada cantidad de beneficiarios que lo perciben. En octubre y noviembre de 2019 este segmento de jubilados recibió $900.
Entre noviembre de 2015 y enero de 2020, mientras que la jubilación aumentó 227% (343% si se considera el bono), los alimentos incrementaron su precio 318% mientras que la jubilación mínima en enero alcanzó los $ 14.068, lo que implica un aumento de 268,1%. Entre mayo de 2015 y dicho mes el Precio de Venta al Público de los principales medicamentos en el mismo período alcanzó 455,0%, e incluso, con la cobertura de PAMI, el aumento asciende a 338,1%.
Vale recordar que el PAMI cubre la demanda de 4,9 millones de personas, de las cuales 4,4 millones son personas de más de 60 años, habiendo en la Argentina cerca de 7 millones de adultos mayores.
El comportamiento reciente se modificó de manera sensible con el nuevo Gobierno: entre mayo de 2015 y noviembre de 2019, el aumento acumulado de precios de medicamentos alcanzó 490%, para luego reducirse en diciembre a 455%, manteniéndose los mismos valores en el mes de enero. A la par, además del incremento de la jubilación en diciembre de 2019 a través de la movilidad se otorgaron dos bonos en diciembre y enero por un monto compensatorio de hasta $19.068 para todos aquellos que cobren por debajo de ese monto lo que implica para esos meses un incremento desde mayo de 2015 a diciembre/enero de 2020 de 343%.
Los precios de PAMI no tuvieron el mismo comportamiento, dado que a la par de la reducción de precios de medicamentos y posterior congelamiento, el valor para el afiliado de PAMI se incrementó entre noviembre de 2019 y enero de 2020 en 5,2%.
La distribución de ingresos entre la población de jubilados
En el total aproximado de titulares únicos con al menos una jubilación o pensión el 40% de los casos percibe $14.069 a los que hay que incorporar un 10% aproximadamente que tienen ese mismo nivel de ingresos. Adicionalmente, es posible distinguir que el 80% de las jubilaciones se encuentra por debajo de $33.786. Sólo un 20% de los jubilados cobra por encima de ese valor pero sus ingresos superan incluso los $400 mil.
La participación sobre el ingreso total de cada uno de los segmentos muestra que mientras que el 40% de los jubilados de menores ingresos se queda con el 21% del total del dinero destinado a las jubilaciones, el 20% de mayores ingresos se lleva el 45% del total.
Los dos primeros segmentos, es decir, el 40% de menores ingresos, perdieron 18% en términos reales, mientras que los dos segmentos que siguen perdieron 9% y el de mayores ingresos empató contra la inflación. Es decir, la sensible pérdida de poder adquisitivo no fue soportada de manera equitativa por el conjunto de jubilados.
Por otra parte, casi el 70% de los recursos vinculados con la Reparación Histórica fueron al 20% de las jubilaciones de mayores ingresos. El 40% de menores ingresos directamente no recibieron nada (probablemente porque se vinculan a jubilaciones por moratoria) y el resto de los segmentos se quedaron con 12,2% y 18,2% respectivamente.
En este marco, parece acertada la decisión de incrementos jubilatorios a través de una suma fija con un porcentaje variable segmentada por el nivel de ingreso, parece acertada.